En Túnez
Rusia anunció que no concurrirá a un encuentro opositor al gobierno de Bashar al Assad que tendrá lugar el viernes próximo en Túnez, con el argumento de que a esa cita para discutir el futuro de Siria no fueron convocados representantes de Damasco.
Aleksandr Lukashevich, principal portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores ruso, subrayó que realizar una conferencia internacional a la que sólo asisten representantes opositores y de naciones occidentales “impedirá que una parte importante” del pueblo sirio tenga voz y pueda pronunciarse sobre ese futuro.
El viernes próximo tendrá lugar un encuentro de opositores al gobierno sirio, impulsado por la Liga Arabe y que cuenta con el apoyo de Estados Unidos y la Unión Europea.
Los representantes, opositores al presidente Bashar Al Assad y las monarquías árabes que conducen la Liga Arabe, insisten en la necesidad de que Occidente cumpla un papel más activo en el conflicto, ya sea aportando armamento o directamente interviniendo militarmente al estilo de lo sucedido en Libia.
Rusia se opone a la postura de EEUU y la UE de condenar al gobierno como responsable único del espiral de violencia en ese país de Medio Oriente, sin considerar la que les cabe a los grupos opositores.
El argumento central de Moscú es que de ese modo se allana el camino para una intervención militar que fuerce el cambio de régimen Tanto Moscú como Beijing vetaron la resolución de Naciones Unidas que pedía a Al Assad que detuviera la represión de los opositores y amenazaba con poner sanciones.
Lukashevich dijo que tanto la oposición siria como “todas las partes” implicadas en el conflicto deberían estar presentes en el encuentro, según escribió en su página web del Ministerio del Exterior, reproducido por la agencia DPA.
El diplomático ruso agregó que el secretario general de la ONU debería enviar un emisario especial a Siria para dirigir la distribución de ayuda humanitaria en ese país. “Rusia, añadió, está dispuesta a contribuir con cargamentos de ayuda”.
