La fiscalía solicitó 14 años de prisión para Silvia Luna, la moza acusada de asesinar de un golpe en la cabeza con una maza de cocina a su compañera de trabajo Carola Bruzzoni en 2010 en un bar de Las Heras por la difusión de un video sexual que le podía arruinar su boda.
Al hablar por primera vez en el juicio, Luna dijo en sus últimas palabras que nunca tuvo la intención de matar a su amiga, y su defensora oficial planteó que ella no fue la responsable de la muerte de Bruzzoni, sino las personas que no llevaron a tiempo a la víctima a un centro médico.
El primero en alegar ante el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 3 de Mercedes fue el fiscal Adrián Landini, quien consideró a Luna autora del delito de “homicidio simple”.
Para el fiscal, aquel 17 de abril de 2010 Luna actuó “sabiendo que Bruzzoni estaba sola” en el bar “Matute”, y “aprovechó la situación para atacarla por la espalda y sin posibilidad de defenderse”.
Como único atenuante, Landini mencionó que la acusada no tiene antecedentes penales.
Luego fue el turno del abogado Cristian Pérez Solís, quien junto a su colega Miguel Angel Arce Aggeo, representan como particular damnificado al viudo de Bruzzoni, Sergio Robledo.
Si bien antes de iniciarse el juicio, Pérez Solís había anunciado que iba a evaluar la posibilidad de acusar a Luna por homicidio calificado y pedir una prisión perpetua, en su alegato de este miércoles coincidió con el fiscal, acusó a la imputada por homicidio simple y pidió una pena de 17 años de cárcel.
Al igual que el fiscal, Pérez Solís destacó que Luna atacó a Bruzzoni “por la espalda, distraída y sin mediar palabra”, mientras la víctima estaba en la cocina del bar, hablando por teléfono.
El letrado calificó a Luna como una persona “muy agresiva” y, en ese sentido, resaltó ante el tribunal la declaración del ex marido de ésta, quien declaró que la acusada era “violenta” y lo había atacado varias veces, incluso con un arma blanca.
Durante la audiencia del miércoles, Luna lloró cada vez que el fiscal o el abogado del viudo mencionaban a su ex marido o a Juan Burgueño, el hombre con el que ella se iba a casar pero canceló su boda ante el escándalo del video sexual que la tenía como protagonista junto a otro hombre nunca identificado en la causa.
La última en alegar fue la defensora oficial María Fernanda Montero, quien sostuvo que la imputada no fue la responsable de la muerte de la víctima, y pidió que se la condene a una pena mínima pero por lesiones graves o tentativa de homicidio.
Montero argumentó ante el tribunal que Luna “no tuvo la culpa de que otras personas no llevaran a atender de urgencia a la víctima a un centro de salud”.
Es que Bruzzoni, tras la agresión, permaneció consciente, primero fue a su casa y recién varias horas más tarde su esposo la llevó a hacerse revisar al hospital donde luego entró en coma, fue operada tres veces y estuvo internada varios días hasta que falleció.
Al final de la audiencia, Luna fue invitada por los jueces Alejandro Caride, Eduardo Costa y Ricardo Marfía, a pronunciar sus últimas palabras.
“Yo quiero decir que nunca tuve la intención de matar a Carola. Yo estuve dos años presa y perdí mi trabajo, a mis hijos y a mi marido”, señaló la acusada al hablar por primera y única vez ante el tribunal.
“Vuelvo a repetirle a todos los presentes que mi intención no fue matar a Carola Bruzzoni”, agregó al final.
Al dar por finalizado el juicio, los miembros del TOC 3 de Mercedes anunciaron que el veredicto será dado a conocer el próximo 24 de febrero a las 13.30.
De acuerdo a lo que se reconstruyó en el juicio, el sábado 17 de abril de 2010 Bruzzoni fue atacada por Luna con una maza para aplastar milanesas, mientras hablaba por celular en el patio del bar y restaurante Matute de Las Heras, donde ambas trabajaban.
Según los testigos, Luna le recriminaba a la víctima que iba a arruinarle su casamiento al mostrar a los invitados un video hot en el que ella aparecía manteniendo relaciones sexuales con un hombre.
Los investigadores determinaron que el fuerte golpe con la maza metálica le provocó a Bruzzoni fractura y hemorragias de cráneo.
Varias horas después del ataque, Carola fue trasladada al hospital de Mercedes, donde permaneció internada en grave estado y en coma profundo durante varios días, fue operada tres veces y finalmente murió.