La Universidad Tecnológica Nacional (UTN) realizó un informe completo referido al comportamiento de estos vehículos de pasajeros. El trabajo fue a pedido de la Secretaría de Transporte de la Nación e incluyó propuestas de cambios, tanto sobre el propio medio de transporte, como en materia de infraestructura vial.
Luego de una seguidilla de accidentes catastróficos que involucraron a este tipo de micros, la Secretaria de Transporte de la Nación encargó a la Universidad Tecnológica Nacional (UTN) un estudio técnico sobre los riesgos de los ómnibus de doble piso y de piso y medio.
Los resultados del estudio demostraron que los ómnibus de doble piso no contribuyen de manera directa a la producción de un siniestro, aunque una velocidad de circulación elevada, o bajo condiciones climáticas adversas o con una distribución deficiente de la carga, se constituyen como potenciales causas de accidentes. Aún en situaciones normales de tránsito.
A pesar de que la utilización en el resto del mundo de estos modelos de vehículos es significativamente menor que en la Argentina, las exigencias que estos países imponen para los ómnibus de doble piso son similares a las propuestas por la normativa nacional. Incluso se destacan algunos ítems —pasillos, ancho de escaleras, resistencia estructural y anclaje de los asientos, ventanillas utilizables como salida de emergencia— donde la normativa local es aún más exigente que la internacional.
Un dato importante que destaca este estudio es que la antigüedad del parque de ómnibus de Doble Piso de Jurisdicción Nacional se estima en 2,5 años, un valor muy inferior al del resto de los vehículos que circulan por las rutas de nuestro país. Esto es fundamental, ya que el estado de conservación y el mantenimiento son factores que inciden directamente en la prevención de accidentes debidos a fallos en el vehículo.
Como parte del estudio técnico, también se realizaron encuestas exploratorias a 242 conductores de ómnibus de doble piso. Los aspectos más salientes de la muestra fueron dos. Por un lado, la elevada percepción de parte de los choferes sobre la vulnerabilidad los micros de Doble Piso ante una colisión frontal y, por el otro, la sensación de disminución del comportamiento estable del vehículo ante condiciones climáticas adversas; en especial, vientos fuertes y lluvia. Sin embargo —y significativamente—, no surge de la encuesta ninguna relación entre la inseguridad en el manejo de la unidad en relación con la altura del vehículo.
Como parte de las sugerencias a implementar, el trabajo de la UTN propuso una batería de dispositivos que podría mejorar la seguridad de los micros. Por ejemplo, la incorporación del dispositivo “Cruise Control”, que se utiliza para mantener una velocidad crucero, o la instalación de un sistema GPS, paramonitorear y detectar excesos de velocidad a distancia.
Para minimizar el riesgo del factor humano, el informe también propuso mejorar los diseños de las cabinas, actualizar la función del acompañante y construir un simulador para la conducción de vehículos. Y en materia de infraestructura, debido a que se repiten los accidentes en rutas de dos manos, se sugirió el ensanche de las calzadas a no menos de 7,30 m., y con banquinas de —al menos— un metro de ancho.
A partir de los resultados de este estudio, la Secretaria de Transporte de la Nación dispuso que los micros de doble piso y de piso y medio deberán circular con un limitador de velocidad que les impida superar los 100 Km/h. También, por decisión oficial, cada unidad deberá pasar un test de estabilidad; incorporar un sistema de frenos antibloqueo (ABS) y contar con una alarma contra incendios.