A partir del año próximo, la provincia de Buenos Aires contará con los primeros 4.000 maestros del país con cuatro años de formación superior, un cambio en la carrera que busca jerarquizar la profesión, informaron autoridades educativas.
Buenos Aires fue la primera provincia en aplicar la extensión de la carrera de tres a cuatro años en 2008 para los estudiantes de los profesorados de nivel inicial y primario, en sintonía con la Ley (26.206) Nacional de Educación.
“Los nuevos profesores tendrán el privilegio de ejercer la docencia desde un sentido ético político que jerarquiza al docente como intelectual, pedagogo y trabajador cultural”, dijo la directora provincial de Educación Superior y Capacitación Educativa, Verónica Piovani.
La funcionaria explicó que “la formación apunta a unir la solvencia técnica con el compromiso y el desafío transformador de la escuela para mejorar la enseñanza y los aprendizajes de todos, teniendo como norte la educación como derecho”.
En definitiva, explicó Piovani, “la extensión de las carreras no sólo ha agregado más horas de Matemática, Lengua, Historia o Ciencias, sino que también ha incorporado materias que responden a la necesidad de los maestros con herramientas derivadas de las nuevas tecnologías, y de acuerdo a los nuevos desafíos sociales y culturales que presenta la escuela y la sociedad argentina”.
Desde 2008, los que se forman para ser maestros de jardines de infantes y escuelas primarias en la provincia de Buenos Aires están frente a alumnos desde el inicio de la carrera, con 448 horas de práctica más que cuando los estudios duraban tres años.
Por otra parte, la directora de la cartera educativa provincial cuyo titular es Mario Oporto, señaló que “los contenidos de la nueva currícula también apuntan a lograr una mirada latinoamericanista de los diferentes sucesos y a fortalecer los espacios referidos a los Derechos Humanos”.
Para Hilda Cinalli, profesora de los Institutos Superiores de Formación Docente Nº 105, Nº 46 y Nº 88 del populoso distrito de La Matanza, hoy la formación docente busca que “el maestro salga de una lógica de trabajo racional, instrumentalista y vaya hacia una lógica etnográfica, apoyada en la solución de los temas de su comunidad”.
“Pensamos la formación docente como fundante para la formación de los nuevos ciudadanos argentinos y bajo una lógica que traiga soluciones y transformaciones”, dijo Cinalli, docente de “Cultura, Comunicación y Educación” y de “Medios audiovisuales, TICs y educación” de esos Institutos de Formación Docente.
Mariana Negeli, que estudia en el Instituto Superior Nº 129 de Merlo para ser maestra de nivel inicial, contó que “la cursada fue muy intensa desde lo teórico y muy participativa, lo que posibilitó un ida y vuelta con los profesores que nos enriqueció y permitió la producción de conocimiento”.
Por su parte, la estudiante Miriam Díaz, estimó como “muy positiva para su formación la experiencia adquirida durante las horas de práctica frente al aula y la residencia del último año, cuando estuvo tres meses al frente de 33 alumnos de 6º año de la Escuela Nº 2 de Villa Amelia”.
“Puse en práctica la planificación, la secuencia didáctica de actividades y le fui sumando las sugerencias y las observaciones de los profesores de prácticas y las autoevaluaciones, como una reflexión sobre nuestras propias prácticas”, precisó Díaz .
Para la futura maestra primaria, lo que más la marcó de las prácticas “es el vínculo y la relación que se construye con el alumno, la institución y los grupos”.
Según la formación tal como está planteada la carrera en la actualidad, las prácticas docentes y las residencias pedagógicas no solo se realizan en las escuelas sino que se extienden a otros ámbitos.
Durante el primer año de su formación, los estudiantes realizan prácticas presenciales en organizaciones sociales mientras que en el segundo y tercer año, lo hacen dentro de las instituciones escolares.
En tanto, durante el cuarto año, cursan la residencia pedagógica, un período que demanda una mayor carga horaria frente a alumnos y la elaboración de proyectos institucionales que son supervisados por sus profesores y por el equipo directivo de la escuela donde se desempeñan.
La nueva currícula incorpora también “talleres integradores interdisciplinarios” en la formación de docentes de jardines de infantes y primarias.
Se trata de reuniones periódicas de docentes de diferentes materias que en el marco de la misma formación se interrelacionan con maestros de las escuelas en las que los estudiantes realizan sus prácticas.