Este martes, el vecino autoconvocado de Ramos Mejía mantuvo una charla con Ricardo Casal, titular de esa cartera, luego de que el 4 de agosto pasado fuera salvajemente atacado, cuestión por la cual debió permanecer internado durante 15 horas. El funcionario se comprometió a velar por la integridad personal del referente zonal y a realizar los operativos de nocturnidad que se realizaron con éxito en la ciudad de La Plata.
En encuentro sucedió el martes último, tal como estaba pautado: el ministro de Justicia y Seguridad de la provincia de Buenos Aires, Ricardo Casal, recibió al referente vecinal de Ramos Mejía, Miguel Presa, quien recibió una fuerte golpiza por desconocidos el sábado 4 de agosto último, cuando realizaba “inspecciones simbólicas” junto a sus vecinos en locales del corredor nocturno y en prostíbulos de dicha ciudad.
Así, Presa puso énfasis en la falta de control y en las “irregularidades de ciertas inspecciones que realiza la secretaría de Planificación Operativa y Control Comunal de La Matanza y en el incumplimiento de la ley de nocturnidad”.
Paralelamente, denunció la venta de bebidas alcohólicas fuera del horario permitido en locales con actividades bailables como así también, su venta ilegal en kioscos a pesar de las reiteradas denuncias que fueron radicadas.
Según se informó, durante el encuentro el funcionario se comprometió a velar por la integridad personal del referente, a dialogar con la fiscal General del Partido de La Matanza, Patricia Ochoa, para avanzar en las denuncias penales por los comercios en infracción y hechos de corrupción y prometió realizar los mismos operativos de nocturnidad que se realizaron últimamente con éxito en la ciudad de La Plata dando participación al vecino.
Caber recordar que hace dos meses, Presa también había sido agredido en Skylab Disco (local ubicado en Juan Manuel de Rosas 5558, en San Justo) cuando realizaba inspecciones junto a Rubén Carballo (padre de Rubencito, el chico presuntamente asesinado por la policía tras un recital de Viejas Locas en el estadio Vélez Sarsfield) al filmar –delante de un móvil policial- cómo cinco patovicas y tres empleados de la disco, golpeaban salvajemente un joven. El ramense estuvo acompañado por el Presidente del Bloque de legisladores provinciales del FAP, Marcelo Díaz y el concejal matancero Gustavo Ferragut.
El caso
En el comunicado de referencia se señala que “Miguel Ángel Presa se convirtió en los últimos años en un referente vecinal de la ciudad de Ramos Mejía, despertando adeptos y fervientes críticos de la lucha que encarna para terminar con la construcción ilegal de edificios en esa ciudad, además de meterse de lleno en el funcionamiento de locales nocturnos del lugar”.
Aclaran que Presa es dueño “Dueño de una personalidad inverecunda, Presa inició sus reclamos allá por agosto de 2007, cuando Ramos Mejía se incendiaba a raíz de la construcción indebida de edificios de altura que no estaban contemplados en la legislación vigente. A esto se sumaba una ordenanza aprobada por el Concejo Deliberante de La Matanza que fue tratada a destiempo y con las obras ya realizadas”.
Según manifiestan “El reclamo de este vecino tenía razones sostenibles para ser escuchado: los edificios no sólo cambiaron la fisonomía de Ramos Mejía, sino que perjudicaron seriamente a propietarios lindantes, cuyas viviendas y terrenos recibían todo tipo de objeto contundente que caía desde las alturas. Las viviendas se desvalorizaron, y el Municipio tuvo que detener todas las obras para calmar las aguas. Claro que lo que ya estaba construido -en muchos casos- debió ser analizado por la Justicia y, hasta hoy, hay causas abiertas por los conflictos generados”.
Continúan relatando que “Poco tiempo pasó hasta que Miguel Presa y el resto de los vecinos advirtieron que los edificios no eran la única problemática que afectaba a la ciudad bonita de La Matanza. El descontrol de la nocturnidad empezó a ser el otro tema de discusión, y la falta de accionar por parte del Municipio hizo evidente un manejo que como mínimo ya podía analizarse como espurio
Los vecinos de la zona llegaron a hacer investigaciones por su cuenta que derivaron más tarde en informes televisivos. Tan así que el dueño de Caín -un clásico de la zona- terminó involucrado en una causa judicial y el boliche fue cerrado. Para los empresarios de la noche de Ramos Mejía, Miguel Presa comenzó a insinuarse como un peligro real”.
Aclaran que “Este referente vecinal es hoy conocido en todo el ambiente político de La Matanza. Sus reclamos no suelen hacer eco en los dirigentes y legisladores de la oposición que, temerosos de pagar el costo de llevar el sello de funcionarios, prefieren esquivar cualquier denuncia que provenga de Presa y Cía.. Para el oficialismo, en tanto, es un grano rebelde que parece querer romper con todo lo irregular que de allí provenga”.