El sector agrario notificó un cese de la actividad por 72 horas en rechazo al cierre de las exportaciones de maíz, por lo que la medida de fuerza se llevará a cabo desde el lunes 11 de enero hasta el miércoles 13, ante lo cual el Gobierno criticó dicho accionar y se suma a un nuevo capítulo de tensión entre ambas partes.
En el marco de esta discusión,que se da tras el incremento del precio del maíz a nivel mundial, está vinculada la cuestión del aumento que sufrió la carne durante el 2020, motivo por el cual el presidente Alberto Fernández le respondió al campo: “El mundo demanda carne, producen en pesos, pero ¿por qué los argentinos pagan el kilo de asado como lo paga un alemán?
En relación con esa premisa el columnista de economía del diario NCO, Darío Banga, analizó la suba del precio que sufrió la carne el año pasado y en qué porcentaje aumentaron los distintos cortes, tanto de forma periódica como anual.
Los datos que arrojó el Instituto de Promociónde la Carne Vacuna y el informe elaborado por el Centro de Economía y Política Argentina, respecto a la variación mensual promedio del costo de dicha materia prima, determinó que en el mes de enero hubo un aumento del 7,6 porciento, mientras que el máximo histórico se registró en abril con un 9,2 porciento.
“En mayo y junio, debido al aislamiento social preventivo y obligatorio, decayó el precio en 0,4 y 0,3 negativo, pero el mes de noviembre introdujo un 7,7 porciento de incremento de la carne vacuna. El promedio de diciembre todavía no está”, informó Banga.
Según el corte, el precio
La carne se convirtió en un producto de excelencia y los cortes más caros se volvieron un privilegio para unos pocos, por lo que en un análisis más detallado los costos variaron en relación con los mismos, ya que los cortes “caros” aumentaron un 8,6 por ciento, mientras que los “intermedios” tuvieron una suba del 7,2 por ciento y los “económicos” un 5,8 porciento.
“El IPCV del mes de noviembre fue del 3,2 por ciento, es decir que el incremento de la carne vacunasupera el promedio de la inflación mensual”, explicó el columnista y agregó: “El pollo en particular solo subió un 3,3 por ciento”.
En relación con los cortes “caros” y teniendo en cuenta el dato anterior, las subas se vieron reflejadas en el peceto con un 10,2 por ciento, el lomo con un 8,8, la colita de cuadril en un 9,6, la nalga con un 7 por ciento, el cuadril 6,9 de aumento, en un 7,3 la bola de lomo, en un 6,1 la cuadrada, mientras que el matambre que esplato consumido en las fiestas subió un 12,3 porciento.
“Los cortes intermedios tales como la tapa de nalga ascendieron en un 8,6 porciento, el asado de tira 10,9, el bife angosto 5,8, la tapa de asado 8,6, la paleta 5,4, el bife ancho 5,6 y picada especial 5,7 porciento”, detalló Banga y remarcó: “Todos por encima del doble del IPC del aumento promedio del nivel general de precios”.
Por su parte los cortes “económicos”,que son aquellos que las personas de menos poder adquisitivo pueden comprar, también padecieron subas tales como la tortuguita un 7 porciento, el roast beef un 4,8, la carnaza común un 7,5 por ciento, la picada común un 6,4, la falda un 8,3 por ciento, mientras que el único que estuvo por debajo del índice del IPC es el osobuco con un 2 por ciento.
La suba en el 2020
El análisis interanual arrojó que el promedio de aumento fue del 35,8 porciento en el índice general de precios, sin estar el mes de diciembre dentro de estos valores.
“Examinando todas las carnes, el asado aumentó 62,5 porciento, la bola de lomo 53,5, el osobuco un 55,5, la picada común 42 porciento, el roast beef un 48,9, la tapa de nalga un 5,3, el vacío un 58,6 y la tapa de asado 55,3 por ciento”, explicó el columnista del diario NCO.
La mayoría supera el 35,8 por ciento, sin embargo, el único producto dentro de las carnicerías que aumentó por debajo del índice general de precios es el pollo que sufrió una suba de 30,5 porciento.
“Es un promedio muy caro el precio de la carne en Argentina, siendo que es un producto de primera necesidad en las mesas por una cuestión cultural, ya que en otros países quizás no es tan tradicional comer carne”, reflexionó Banga y opinó: “Si bien ahora hay una generación que tiene una concientización sobre el consumo de animales, Argentina siempre fue un país de mucho consumode carne”.
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