La línea 97 que va de Constitución a Morón, entra a La Matanza por la colectora de la Au Richieri y toma luego, Camino de Cintura.
Parte del recorrido se convirtió para los habituales pasajeros, en un paseo de terror. Cuando va por Camino de Cintura, desde la intersección de la ruta 21 hasta la última parada de la Villa Palito, suelen asaltar 4 colectivos de cada 10.
Suelen ser 3 ó 4 muchachos, dos van armados; uno se queda delante y el resto desvalija a los pasajeros, se bajan en la primera parada y todo termino.
Pero lo habitual del hecho, la misma modalidad delictiva, la impasibilidad de los chóferes obligan a realizar conjeturas no del todo descabelladas.
Los asaltos se dan en una misma zona y en la misma franja horario (hora más, hora menos); los asaltantes suelen ser los mismos (uno más o uno menos) y los chóferes de la línea 97 son una máscara de piedra, que al terminar el asalto arrancan, preguntan si están todos bien y siguen el recorrido como si nada.
“Nunca preguntan si queremos ir a la comisaría a denunciar el hecho, si hasta parece que colaboran con los chorros, porque le abren las puertas justo cuando termina el asalto” afirma José Silva, un habitual pasajero y damnificado de los robos, y nos cuenta que “Los vagos están siempre en el mismo lugar, en una estación de GNC cerrada que esta frente a la Villa Palito” y agrega que “Parece que los chóferes de la 97 están entongados (en complicidad) con los chorros.
No puede ser que los vagos dejen pasar dos colectivos y asalten el tercero; lo sabemos nosotros, los pasajeros y supongo que la empresa debe estar al tanto también”.
Marta Espino sostiene que “Hasta ahora no mataron a nadie, supongo que están esperando que alguien muera para hacer algo; esto ocurre hace bastante, no menos de cuatros años”.
Como suele ocurrir ante este tipo de hechos, la empresa que administra la Línea 97 no responde los teléfonos y en la Comisión Nacional de Regulación del Transporte hay muchas denuncias, realizadas por los pasajeros, que nadie toma en cuenta.
