Delegaciones de trabajadoras, estudiantes, militantes, entre otras, viajaron hacia la provincia de Misiones más precisamente a Posadas, donde se celebro el 6,7 y 8 de Octubre el XXVII Encuentro Nacional de Mujeres, en la cual debatieron a micrófono abierto, distintas problemáticas de género vinculadas a cuestiones sociales, políticas, económicas y culturales.
En el encuentro participaron más de 20 mil mujeres de todo el país, y una delegación del distrito matancero, las estudiantes terciarias del Instituto 82, donde organizaron una comisión de mujeres, docentes del SUTEBA La Matanza, jóvenes trabajadoras de la alimentación esta “Capital Nacional” de la precarización laboral y una delegación de estudiantes de la UNLaM que repudió las expresiones que la presidenta Cristina Kirchner dio a conocer en la Universidad de Harvard, en conjunto con otras agrupaciones como Pan y Rosas, y el Partido de los Trabajadores Socialistas (PTS) y otras organizaciones nacionales.
Por ende, en este evento, llevaron distintas problemáticas a ser tratadas como por ejemplo; los derechos de las mujeres trabajadoras, derecho al aborto libre, seguro y gratuito, contra todas las formas de violencia de género, las cuales fueron debatidas por todo el conjunto de asistentes.
Estas reuniones de movimientos de todo el país se vienen organizando desde hace 27 años, en las que se reunieron decenas de miles de mujeres de todas las provincias, permitiendo que se expresaran durante todos los gobierno democráticos en las luchas protagonizadas por las trabajadoras, desocupadas, las estudiantes, entre otras protagonistas de la historia.
En tanto desde el PTS, comunicaron sus conclusiones con respecto a uno de los temas controvertidos que se toco en el encuentro, como es la interrupción del embarazo, “una vez más, la bronca que generan las muertes de mujeres jóvenes y pobres por las consecuencias del aborto clandestino, se expresó mayoritariamente, especialmente cuando la mayoría de las manifestantes nos decidimos a ir a la catedral y la Casa de Gobierno.
Esta vez, la Iglesia quiso evitar la confrontación y fue un grupo de fundamentalistas católicos que vinieron desde otras provincias los que se adjudicaron el reaccionario papel de guardias clericales. “¡Iglesia, basura, vos sos la dictadura!” fue la ya clásica consigna que centenares de mujeres cantamos frente a la “barra brava” que rezaba el rosario a viva voz, mientras nos insultaba por lo bajo”.
Además, agregaron que “en este marco, es mucho más acuciante para las mujeres, las más explotadas de la clase trabajadora, las que sufren las consecuencias de la precarización laboral, los abortos clandestinos, la violencia machista y la trata de personas, poner en pie un amplio movimiento de lucha por nuestras demandas. Por eso llevamos estas banderas al Encuentro.
Sobran motivos y entusiasmo para luchar por nuestros derechos. Lo que falta es la voluntad política de quienes siguen impidiendo que los Encuentros Nacionales de Mujeres se transformen en una fuerza arrolladora de luchadoras de todo el país. Es posible construir un canal donde pueda expresarse el descontento de miles de mujeres agraviadas por las patronales explotadoras, por un gobierno que carga sobre sus espaldas la responsabilidad de centenares de mujeres muertas por abortos clandestinos, por una oposición derechista que se encolumna detrás de la reaccionaria Iglesia que nos oprime y las patroncitos de estancia que nos humillan”.
“Somos nosotras, en las fábricas, y lugares de trabajo, seguimos en situación de precarización, cobrando sueldos menores que nuestros compañeros, sufriendo de acosos, malas condiciones de trabajo, sufriendo esa doble opresión y explotación. Somos las trabajadoras de la educación, las que defendemos verdaderamente la educación pública, mientras nuestra presidenta nos ataca diciendo que trabajamos 4horas con 3 meses de vacaciones, cuando salimos a reclamar un salario digno. Somos trabajadoras de la salud, que sufrimos las infrahumanas condiciones de trabajo, que no tenemos insumos para atender a pacientes, que también son trabajadores, que cobran miserables sueldos. Nosotras que luchamos por que haya verdadera justicia para nuestros compañeros, desaparecidos como Julio López, asesinados como Carlos Fuentealba, Mariano Ferreyra,y todas las víctimas de Gatillo Fácil. Nosotras que luchamos Contra las Redes de Trata, denunciando la complicidad de políticos, empresarios y policías. Nosotras que nos solidarizamos con los estudiantes y trabajadores chilenos, que vienen desafiando la educación de mercado, esa educación para ricos, aguantando Represión, Torturas, y los más terribles abusos a las jóvenes, niñas de 12 o 13 años, abusadas por carabineros, nuestros derechos no se mendigan, se conquistan” así se autodenomina la lucha de estas mujeres que acudieron a Misiones, donde también fueron acompañadas por el cantante León Gieco.