Número de edición 8481
La Matanza

Firma de convenio de asistencia recíproca entre el Municipio y la fundación CAD

Firma de convenio de asistencia recíproca entre el Municipio y la fundación CAD.

En el marco de la XI edición de la Feria Municipal del Libro de La Matanza, se realizó una jornada sobre “empleo y discapacidad”. En ese contexto, el secretario general de la Unión Obreros y Empleados Plásticos (UOYEP), Alberto Murúa, en su rol de presidente de fundación Centro de Apoyo al Discapacitado (CAD) -perteneciente a dicho sindicato- rubricó un convenio de asistencia recíproca con el Municipio.

La jornada, llevada a cabo el último viernes en la carpa Federico Pedro Russo, estuvo encabezada por el subsecretario de Trabajo local, Carlos Coma. El funcionario estuvo acompañado por el mencionado Alberto Murúa y por la titular de la Subsecretaria de Personas con Discapacidad de La Matanza, Amelia Zapata, que estuvo secundada por la psicopedagoga de la repartición, Andrea Bordanarpe.

Poker de disertantes

En primer término hizo uso de la palabra el anfitrión de la jornada, Carlos Coma, quien dio la bienvenida a los presentes, entre los que se encontraban responsables y jóvenes integrantes de instituciones relacionadas con la temática, empresarios, funcionarios municipales e invitados especiales. Seguidamente el titular de Trabajo subrayó que “este acto es fundacional en la relación entre entidades privadas, el estado y organizaciones sindicales”.

A continuación, el funcionario municipal celebró que “se haya podido organizar esta actividad, que tiende a resolver una problemática que es muy importante para nuestra sociedad y que entre otras cuestiones, tiene que ver fundamentalmente con estimular la inserción en el mundo del trabajo a las personas que tienen algún grado de discapacidad”.

“No es casual que este mediodía nos estemos juntando para tratar cuestiones que tienen que ver con el trabajo, dado que en estos días se estuvieron dando los índices de desempleo más altos en los últimos doce años. Lo que quiere decir que estamos viviendo momentos muy difíciles para todos los ciudadanos que necesitan un empleo” puntualizó Carlos Coma.

Más adelante, el disertante indicó que “esto sucede con todos los trabajadores, pero esencialmente con los que tienen menores posibilidades de conseguirlo. Por ello, cuando hablamos de empleo debemos ser solidarios con todos los sectores que están involucrados, tanto a empresarios, sindicatos y en este caso el estado municipal, ya que entre todos debemos proveer las herramientas para llevar adelante la posibilidad de conseguir un trabajo, que sirva para que tengan un salario digno y que le permita solventar sus necesidades”.

Inmediatamente, el secretario de Trabajo expresó: “Y dije que no es casual, porque estamos en La Matanza y si la cifra de desocupación es el 9,6 por ciento, seguramente acá en el Distrito deben ser un par de puntos más y la proporción con los jóvenes con algún grado de discapacidad, todavía más importante. Por eso hoy está acá Alberto (Murúa) que preside la fundación CAD y va a firmar un convenio de reciprocidad con el Municipio”.

“Una alegría al corazón”

Fue la subsecretaria de Personas con Discapacidad, la encargada de darle continuidad al acto y en su participación, Amelia Zapata agradeció poder unirse en una misma problemática que “por esta época no es nada fácil de abordar. Porque desde la Subsecretaría de Discapacidad estamos padeciendo todo esto que está haciendo el Gobierno nacional, donde no se los incluye y les está quitando derechos”.

“La verdad es que esta convocatoria que hicieron es una alegría al corazón, porque es una iniciativa más para poder brindarles ayuda a nuestras personas con discapacidad. Cuando estos vecinos llegan a la Subsecretaría para hacer el trámite para el pase libre en colectivo, llegan con una mochila muy pesada… Y con nuestro equipo de profesionales tenemos la tarea de contenerlos y asistirnos” siguió diciendo la funcionaria.

Seguidamente valoró la “intención de nuestra intendenta, Verónica Magario, que nos da la posibilidad de hacer un montón de cosas dentro de la Subsecretaría. Además, nos ha provisto de infinidad de sillas de ruedas y de otros elementos para la gente y lo cierto es que no podríamos hacer mucho si no contáramos con el apoyo, la sensibilidad y el compromiso de ella”.

Sobre el tema de la inserción laboral de la personas con discapacidad, la subsecretaria sostuvo que “muchas veces hay un mito con estas personas y la verdad es que hacen y pueden hacer muchas cosas. Las empresas suelen tener temor de contratarlas porque tienen que hacer reformas y si bien sé que tampoco la están pasando bien, hay algunas que ceden y colaboran para que los chicos tengan esa salida laboral que tanto necesitan y hace que se puedan proyectar como cualquier otra persona”.

Como cierre, Amelia Zapata valoró la tarea de las instituciones que asistieron al evento para la firma del convenio, tales los casos de APACID, que tiene un Centro de Día y una Asociación Civil; San Francisco de Asís, que posee un taller protegido con cerca de 70 chicos; Crecer con Esperanza y CEDIMA, “que son entidades que no la están pasando nada bien y sin embargo, nos acompañan y nos respaldan siempre”.

“La Matanza tiene 270 mil personas con discapacidad”

Luego tomó la posta la psicopedagoga de la Subsecretaría, Andrea Bordanarpe, que realizó un pantallazo de la actividad que se lleva adelante en la repartición, e hizo hincapié en destacar que “promueve políticas de inclusión y de la participación en relación a todos los aspectos de vida que son más que necesidades, son derechos de las personas con discapacidad”.

“El mayor desafío es estar presente en todo el territorio de La Matanza y hacer efectivo esos derechos. Y eso solo es posible desde las organizaciones, desde las escuelas especiales, desde las instituciones, de todos aquellos referentes comunitarios, además de las empresas y los sindicatos que también están en el territorio, ya que sin ellos sería imposible llegar” agregó la disertante.

Posteriormente la profesional indicó que “en este camino de la discapacidad, hay distintas visiones que todavía conviven en la sociedad y tienen que ver con desde qué lugar miramos a las personas con discapacidad. La más habitual es verla desde la parte médica y el déficit que tiene en algunas de sus áreas. Y el otro paradigma es el biopsicosocial, que tiene que ver con el vínculo que tenemos con esa persona con discapacidad”.

La psicopedagoga continuó sosteniendo que “estos dos paradigmas van conviviendo de la mano, por eso hay hacer una transformación cultural y desde esa transformación, es donde el derecho al trabajo y la inclusión en todos los aspectos de la vida de una persona con discapacidad, deben ser conquistadas. Y si hacemos una proyección respecto al último censo, La Matanza tendría unas 270 mil personas con discapacidad, que muchas veces no abordamos por esos paradigmas de los que hablé”.

Sobre el final de su intervención, Andrea Bordanarpe aseveró: “Esta doble mirada de ocultamiento, de ignorancia, convive en la sociedad y no es de mala voluntad. Tiene que ver con ver el déficit de la persona y no del ser humano. Por eso la Subsecretaría abraza este paradigma e intenta en cada una de sus acciones ir haciendo este proceso de conquista de derechos, como en este caso, es la firma de convenios”.

Historia de vida y firma del convenio

Finalmente, hizo uso de la palabra a Alberto Murúa y en su alocución, el titular del Centro de Ayuda al Discapacitado, emocionó a todos contando su historia de vida y argumentó por qué allá por los ’90 presentó un proyecto en la Unión Obreros y Empleados Plásticos, para crear la fundación, que según aclaró Coma: “En esa época, había algo de escepticismo, tanto de las organizaciones gremiales como del sector privado”.

“Todos hablan de inclusión, de participación, de qué tenemos que decir, de qué tenemos que hacer… Y yo me pregunto ¿por qué? Si las personas con discapacidad forman parte de nuestra sociedad. ¿Por qué tenemos que hablar de la discapacidad, discriminando a la propia discapacidad? Manifestó el titular de la fundación CAD al inicio de su exposición.

A renglón seguido, el presidente de la fundación contó que “tengo tres hijos discapacitados y le agradezco a Dios que los haya traído al mundo, pero nunca lo voy a asumir. Esto es día a día. No es lo que uno imaginó. Porque uno quisiera verlos crecer, que constituyan una familia, tener nietos, que tengan un trabajo y mirar su futuro. La lucha es diaria y de noche es pensar y solo llorar, porque por ley de vida nosotros nos vamos primero y pensamos qué va a ser de ellos cuando ya no estemos”.

“La pregunta es siempre la misma: ¿quién va a cuidar de ellos? ¿Está la sociedad preparada para cuidar a mi hijo, para darle amor y no lástima? Creo que no. Por eso mi lucha es día a día” dijo Murúa y añadió que “cuando tenía 20 años a todo el mundo le decía estúpido o mogólico. No entendía que es una enfermedad. Después la vida me pegó un cachetazo y me hizo entender que había que salir a pelearla de otra manera”.

Tras detallar circunstancias del nacimiento de sus hijos discapacitados (dos propios y otro del corazón), el titular de CAD se quejó porque “todos hablan que hay que insertarlos en el trabajo, pero en esta sociedad para todo nos cobran multa. Pero no hay condiciones cuando vamos al baño de una confitería, a un cine o lo peor, en muchas iglesias no hay rampas para discapacitados. Entonces me pregunto ¿nosotros a quién le cobramos multa?”.

Como corolario, Alberto Murúa se mostró esperanzado en que “quizás hoy, con el nacimiento de la Primavera y la firma de este convenio, sea el día en que empecemos y sigamos hablando de discapacidad. Por eso quiero que sepan que cuentan conmigo para todo momento, para poder ayudar y colaborar, porque sé lo que piensa un padre y una madre. A lo mejor hoy comenzamos a entender que no hay que incluirlos, porque ellos son parte de la sociedad”.

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