
En un acto de fe y hermandad, el último lunes 20 de agosto a las 6 de la mañana desde las puertas de la Catedral de Morón, comenzó la travesía que Roberto Díaz prometió oportunamente realizar para ayudar a la sanación de Luis Alberto “Tití” González, uno de los máximos referentes de la hinchada de Sarmiento de Junín, que le está dando una dura batalla a una cruel enfermedad.
Roberto Díaz es hijo del “Viejo Julio” verdadero mentor de amistad que une a las barras de Almirante Brown y Sarmiento de Junín, cuando allá por 1970 intermedió ante una inminente disputa entre ambas parcialidades en cancha de Newell’s Old Boys de Rosario y a causa de esa intervención, se selló una amistad que lleva ya casi medio siglo de fidelidad.
Caminante no hay camino…
Cuenta la historia que el papá del dueño de esta iniciativa, oriundo de la ciudad de Morse, localidad distante 30 kilómetros de Junín, ya estaba radicado en La Matanza y había adoptado a Almirante Brown como su nuevo club, sin olvidar sus orígenes como hincha de Sarmiento. Fue por eso que tuvo la idea de impulsar esa amistad que se concretó en Rosario, en ocasión de un partido por los octogonales de la vieja Primera B.
El dueño de esta historia escribió el mismo lunes en su perfil de Facebook: “Listo, ya salgo para Junín. Vos ‘Tití’ espérame que como sea, voy a llegar. Tengo varios ángeles que me guían y uno de ellos es Fernando ‘Pacho’ Carrizo” (jefe de ese grupo de fanáticos aurinegros de la ‘vieja barra’, fallecido el último 15 de agosto), quien iba a ser su compañero de ruta en la travesía.
Como parte de su preparación, el protagonista de esta patriada caminó la última semana 20 kilómetros por día a modo de entrenamiento, para estar preparado adecuadamente y poder ver coronado exitosamente su objetivo. Son algo más de 250 kilómetros los que lo separan de la meta, está programado que caminará entre 30 y 40 kilómetros por día y tiene previsto llegar a Junín el próximo sábado 25.
Roberto Díaz salió de Morón desde la Parroquia Inmaculada Concepción del Buen Viaje, la Virgen de los viajeros, cumpliendo la promesa que meses atrás hizo en las puertas de la Catedral por la salud de su amigo, reeditando de esa manera el gesto de amistad de su padre hacia la gente de Sarmiento. Camina acompañado de su sobrino, que le hace la segunda secundándolo en bicicleta por la Ruta 7.
También se supo que arribó a Luján en la misma noche del lunes y el martes a las 6 de la mañana retomó la travesía. Está previsto que varios de los integrantes de las barras de Sarmiento y Almirante Brown se encuentren y lo vayan a alcanzar el viernes a última hora a La Agraria, un paraje rural ubicado a 15 kilómetros de la ciudad y en la mañana del sábado acompañarán al amigo hasta Junín, último tramo de la travesía.
La salud de “Tití” González
Luis Alberto “Tití” González (47) es del barrio Capilla de Loreto de Junín. Fue jugador de divisiones inferiores del “Verde” y conoce el club como la palma de su mano. Ahora está en un impasse, pero donde juega Sarmiento “Tití” está presente de manera continuada, sin perderse una sola presentación, juegue donde juegue. Lo conocen todos, dirigentes, futbolistas, simpatizantes, allegados… Es una persona muy querida por todos, solidario, amigo de sus amigos y un gran anfitrión.
La noticia de su enfermedad impactó muy fuerte en el entorno de la institución juninense. Una vez diagnosticada con certeza la enfermedad y enterados de lo costoso que iba a ser su tratamiento en el Hospital Roffo, inmediatamente se armó una cadena de solidaridad para ayudar económicamente a “Tití” y a su familia.
Fue así que primero se organizó una “pollada”; luego un partido a beneficio “Todos por Tití” del que participaron futbolistas reconocidos y viejas glorias del club que tuvo una gran convocatoria. Y mientras el paciente estaba haciendo la segunda de las cinco etapas que demandará su tratamiento en la CABA, se hizo otro evento gastronómico, además de otros encuentros solidarios de diferentes peñas y filiales de la entidad.
“Tití” le pone mucha actitud a su presente: “Quiero ganarle a esta enfermedad porque tengo muchos sueños por cumplir” dice. En tanto, le pone garra mientras sigue pendiente de su pasión por Sarmiento y por el fútbol. El amor de su familia y sus amigos son clave en esta etapa y esa combinación le da la fortaleza suficiente para sobrellevar la enfermedad con todas las pilas y una entereza envidiable.
“Querido Roberto, suerte, que te acompañan tantos amigos desde el cielo. Te estaremos esperando en tu llegada” fue el mensaje que le hizo llegar a su amigo Roberto Díaz, su par de Almirante Brown, con quien seguramente el sábado se fundirá en un largo y profundo abrazo.
¡Fuerza guerrero!
¡Éxitos a ambos!