La crisis sanitaria que desencadenó el Covid-19 transformó la dinámica de desarrollo de múltiples actividades, entre ellas la educación en sus diferentes niveles lo cual obligó a estudiantes y docentes a adaptarse a una “nueva enseñanza-aprendizaje”.
El 2020 pasará a la historia como uno de los años en los que la vida dio un vuelco de 180 grados a partir de la explosión de la pandemia producto del coronavirus, que no solamente generó consecuencias sanitarias fatales sino que también cambió el desarrollo habitual de múltiples actividades.
En este contexto, uno de los ámbitos que se vio revolucionado fue e de la educación en sus distintos niveles, con la expansión del uso de las nuevas tecnologías y de la virtualidad, estudiantes y docentes tuvieron que adaptarse a la “nueva normalidad” de enseñanza aprendizaje.
En ese sentido, Diario NCO tuvo la oportunidad de dialogar con estudiantes y graduadas de la Universidad Nacional de La Matanza (UNLaM) para conocer y profundizar en cuanto a sus experiencias con respecto a las implicancias de las clases virtuales.
El aula llega a casa
En primera instancia, este medio conversó con la estudiante y las graduadas de la carrera de Licenciatura en Comunicación Social de la UNLaM, Marisol Bentivenga y Solange Portela para conocer su mirada como alumnas en relación a las clases virtuales.
En lo que respecta a la manera como atravesó el proceso de adaptación a la cursada virtual Bentivenga manifestó y puntualizó: “Para mí significó más trabajo porque, al principio, no teníamos ese ida y vuelta con el profesor, pero ahora tenemos clases virtuales con una aplicación entonces se me hace más fácil”.
Por su parte, la también alumna Solange Portela sostuvo y remarcó que “adaptarme a las clases virtuales me generó incertidumbre sobre cómo iba a ser el apoyo a los textos y me preocupaba la organización”.
“Sin embargo, cuando comencé la cursada me pareció súper práctica y llevadera con el material de apoyo que brindaban los profesores”, planteó y consideró la estudiante universitaria
Por otro lado, tanto ambas jóvenes también hicieron referencia y analizaron la instancia de la virtualidad como así también los cambios que supuso en hábitos de estudio y de esta manera se refirieron a las principales implicancias a las que dio lugar esta situación.
Al respecto, Bentivenga dio cuenta de la manera en la que se modificaron el tiempo que dedicó a la cursada como así también su dinámica de estudio y así aseguró: “La verdad que estoy dedicando mucho más tiempo en mi casa al estudio que cuando cursaba normalmente”.
No obstante, Portela hizo referencia a su experiencia en la materia que cursó en ese entonces y manifestó que “como la cursada fue práctica, en términos de organización y tiempo, no me afectó en nada y en cuanto al estudio lo mismo, por eso que yo lo veo positivo”.
Modificaciones de los vínculos
Por otro lado y ante la consulta de este medio, la estudiante y la graduada hablaron acerca de cómo se transformó el vínculo con los y las docentes y así Bentivenga habló sobre su casa e particular y en ese sentido consideró que “faltaba ese feedback que hay en las clases normales,ñ”.
“Faltaba el charlar, el debatir, entonces cambió un montón el vínculo y no se podía generar un vínculo, pienso yo, a mi no me pasó”, comentó y recordó la ahora graduada universitaria.
Mientras tanto, Portela coincidió con Bentivenga en exponer y subrayar que “ninguna situación se equipara con el contacto personal y no es lo mismo, pero, en mi caso, no creo que sea un vínculo malo porque los profesores explican los temas y lo hacen muy ameno”
Clases virtuales- clases presenciales: aspectos a favor y en contra
“Para mí un pro fue la flexibilidad en cuanto al horario y la comodidad que podías tener en tu casa, pero quizás no era suficiente la explicación como en una clase presencial que tiene un ritmo diferente” sostuvo y resaltó Portela como aspectos positivos y negativos de la cursada virtual en contraposición a la clases presenciales.
En línea con el análisis de la estudiante, Bentivenga también planteó y destacó que «fue una modalidad que se pudo adoptar en este momento, pero somos seres sociales y para mí, cursar en un aula con alumnos y profesores se crea un micromundo de enseñanza que es mucho más enriquecedor”.
Por otra parte, Diario NCO también habló con la licenciada en Comunicación Social de la Universidad Nacional de La Matanza, Laura Carabajal par conocer su testimonio de haberse recibido durante la pandemia.
Graduación virtual
A su vez y en vinculación a cómo transitó el último tramo de su carrera universitaria, Carabajal recordó y precisó: “Mi prioridad no era terminar la carrera porque mi idea era buscar trabajo, pero tengo una nena de cuatro años que con esta situación no fue al jardín, entonces ya contaba con ese tiempo”.
En ese aspecto, la entrevistada añadió y subrayó que “ya que no iba a conseguir trabajo en esa situación decidí que iba a tratar de adelantar todo lo que pudiera para terminar la carrera y se me complicó bastante con la nena todo el día en casa, pero opté por avanzar de noche cuando mi hija dormía”
“Yo avanzaba con la tesis y empecé el primer cuatrimestre la cursada ya sabiendo que por supuesto no iba a terminar en julio, no tuve nunca esa intención y pensando que tampoco iba a llegar a diciembre pero la tutora me dijo ‘olvídate vas a llegar’ y tenía razón porque llegué” rememoró y celebró la flamante graduada.
Testimonio en primera persona
Asimismo, y en lo que respecta a la experiencia de cursar la materia de la tesis en el contexto de la pandemia, Carabajal planteó: “Sé que hubo compañeros y compañeras que el aislamiento les sirvió porque estuvieron los primeros meses sin ir a sus trabajos entonces les permitió avanzar más rápido con la tesis a mí al contrario, me la dificultó”.
“Al tener a mi nena todo el día en casa, y si bien vivo con el papá de ella, pero él estuvo apenas tres semanas sin trabajar y después volvió entonces yo estaba todo el día sola con ella, pero cuando ella se iba a dormir yo me quedaba hasta las cuatro de la mañana para poder avanzar durante la noche”, puntualizó y recordó la profesional.
En línea con lo planteado, la graduada en Comunicación Social continuó consu desarrollo acerca de las implicancias que implicó para su caso en particular la adaptación a la modalidad de cursada académica virtual.
Mientras tanto y en cuanto a los obstáculos que se presentaron al comienzo de la cursada, Carabajal comentó: “En la instancia de tesis, las primeras clases lo que tenés que hacer es encontrar el tema, delimitarlo y al principio no teníamos tutorías virtuales, todos los intercambios eran por la mensajería”.
Desarrollo del aprendizaje
En línea con lo expuesto anteriormente, la entrevistada señaló y destacó que “nos escribíamos con la tutora y a mí, en lo personal, me resultó bastante difícil explicar por escrito qué era lo que yo quería trabajar y sin tener una conversación con mi tutora”.
En sintonía con su planteamiento con respecto a la implementación de las clases a través de la aplicación Teams que implementó la UNLaM, la graduada recordó y remarcó: “Para el segundo cuatrimestre ya desde la clase uno se hicieron los encuentros virtuales”.
En relación con lo mencionado sobre cómo se desarrollaban las clases virtuales que mantenían con sus respectivos docentes tutores, la licenciada en Comunicación Social de la Universidad Nacional de La Matanza indicó que “los chicos que recién empezaban la materia podían tratar el tema con intercambio directo con la tutora”
En ese sentido y ya para finalizar, Carabajal manifestó y subrayó: “Con los intercambios virtuales todo fue mucho más ágil y estuvo buena la cursada, por lo menos a mí me sirvió porque yo vivo bastante lejos de la facultad entonces puedo decir que fue positivo y la modalidad de las tutorías estuvo buena, ya que eran personalizadas y lo llevaron bien de parte de la facultad”.
Fuente fotografía: eligeeducar.cl, impulsapopular.com y mylifedesing.com
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