
En diálogo con Diario NCO, el director técnico hizo un análisis de lo que fue el cierre del año del Naranja luego de la confirmación de su continuidad para la temporada que viene.
Por Tomás Modini
@ModiniTomas
Lugano tuvo un año bastante irregular. Con varios entrenadores en el año, Juan Aquino, Gabriel Cuenca y en el final Nicolas Martínez, no logró redondear buenos torneos pese a algunas rachas aceptables que tuvo a lo largo del año.
En el Primer torneo terminó dentro de todo de buena manera. Algunos triunfos lo dejaron en la cuarta posición, a cuatro puntos del ganador que fue El Porvenir. En el segundo tramo del año la cosa fue distinta y finalizó en la última colocación de la tabla de posiciones con 19 puntos al igual que Deportivo Paraguayo.
En lo que fue el desarrollo del Segundo torneo, tomó las riendas del plantel Martínez y durante su estadía en la institución de Tapiales acumuló diez partidos con un triunfo, tres empates y seis derrotas. Había arrancado bien con ese empate ante el puntero Centro Español y luego llegó esa primera victoria frente a Juventud Unida, aunque el resto fueron flojos números en líneas generales.
El Naranja cerró el año con cinco caídas en los últimos siete encuentros y no pudo salir del fondo de la tabla. El director técnico, que fue ratificado en el cargo para la temporada que viene en la que estará el importante desafío de jugar en la Primera C, dialogó con Diario NCO y comentó lo que fue este ciclo de diez encuentros.
Aspectos positivos y negativos
Al momento de realizar un balance de lo que fue este tiempo en el club, Nicolas Martínez dividió su análisis entre lo que cataloga como bueno y entre lo que quizás hay que mejorar y terminó siendo malo.
“Lo malo claramente fue la cosecha de puntos que fue escasa más allá que, de los diez partidos que jugamos, en cuatro nos arrebataron el resultado a favor sobre el final en tiempo de adición”, expresó.
En cuanto a los motivos de esos puntos perdidos en finales de los partidos explicó: “Posiblemente haya sido producto de una merma en la parte física y psicológica de los chicos, que esto era algo que nos hicieron saber apenas llegamos. La confianza es muy importante para un jugador”.
Por otro lado, se refirió a las cosas positivas que rescata diciendo que “lo principal a favor fue contar con un cuerpo técnico numeroso y de grandes profesionales”.
“Eso ayudó a que en el día a día podamos trabajar varios aspectos para enriquecer a los jugadores que tengo que decir que se brindaron de una manera ejemplar”, desarrolló.
¿Por qué el equipo no logró encontrar una regularidad?
Ante la pregunta específica, el orientador táctico del Naranja nombró varios puntos: “Para terminar mejor el torneo se tienen que dar muchos factores que no los tuvimos”.
“Encontramos un plantel que sufrió bajas importantes, hubo lesiones de jugadores que habían tenido muchos minutos durante el año y también el cambio de tantos técnicos hace que al jugador por lógica no se le brinden las herramientas necesarias para que la performance sea la mejor”, subrayó.
En línea con esto último de las constantes variaciones de entrenadores al mando del plantel remarcó que “la continuidad hace que uno pueda ganar tiempo para poder armar un plantel que sea competitivo todas las fechas” también para “poner en cancha un buen producto que exponga ese trabajo”.
“El 2024 deparará un año con mucho trabajo de base donde todos, dirigentes, cuerpo técnico, jugadores y gente que trabaja acá en el club, tendremos que hacer un esfuerzo importante porque vendrá un desafío realmente importante como es jugar en la Primera C”, cerró en el primer tramo hablando de la reestructuración que tendrá la categoría.
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