La defensa del territorio y la reafirmación de la identidad ancestral se mantienen como ejes centrales para las comunidades originarias frente a los despojos y las amenazas de proyectos inmobiliarios y extractivos en el Abya Yala.
Por Florencia Belén Mogno
A lo largo de los siglos, los pueblos originarios han resistido procesos de colonización, explotación y despojo que afectaron no solo sus territorios, sino también sus formas de vida, sus lenguajes, saberes y prácticas culturales.
La memoria indígena se convirtió así en una herramienta esencial para mantener viva la identidad colectiva y para recordar que los Estados Nación surgieron sobre territorios previamente habitados, donde la violencia y el genocidio marcaron un pasado de opresión.
El colonialismo se manifestó a través de políticas de desplazamiento forzado, destrucción ambiental, explotación laboral y represiones judiciales, prácticas que continúan en diversas formas hasta hoy.
La resistencia frente a estas condiciones implicó reconstruir las comunidades, proteger la tierra y generar espacios de aprendizaje y transmisión de saberes ancestrales. Así, la memoria histórica se conecta directamente con la lucha por los derechos contemporáneos de los pueblos indígenas, desde la educación y la salud pública hasta la preservación del territorio.
En este contexto, la Comunidad Indígena Multiétnica Tres Ombúes, del Territorio Ancestral de Memoria Indígena en Ciudad Evita, Partido de La Matanza, mantuvo su compromiso con la memoria, la identidad y la protección del territorio.
Acciones y principios de la comunidad
La comunidad habló en un infirme brindado a Diario NCO sobre las acciones y principios que guían su resistencia, recordando la importancia de la presencia de sus ancestrxs y la fuerza de la Pacha en su vida cotidiana y colectiva.
El colectivo manifestó que organizaron encuentros para agradecer el acompañamiento de quienes apoyan la resistencia y la lucha del territorio ancestral, con el objetivo de que los participantes pudieran sentir “la fuerza de la Pacha con su viento, su sol, su tierra y su fuego”.
Además, señalaron que sus acciones se enmarcan en la preservación y defensa del territorio frente a los avances urbanos, como los del Barrio Puente 13, donde edificaciones asentadas en lotes vendidos ilegalmente representan un riesgo para el espacio ancestral.
Desde Tres Ombúes, afirmaron que la memoria indígena es “presente de lucha como lo fue y lo será para evitar la destrucción de los territorios que se hace posible por medio de los despojos, las represiones, las persecuciones judiciales, las explotaciones laborales clandestinas y todas las situaciones que llevan a lo que la evidencia demuestra, y que es crueldad de la ambición, el individualismo y la muerte en sus más variadas formas a lo largo y ancho del Abya Yala”.
Reclamos y defensa
En sintonía, denunciaron que “se reproducen las formas del colonialismo y la colonización en las complicidades entre algunos gobiernos y gobernantes que junto al poder judicial y empresarios provocan la deforestación, la sojización, los emprendimientos mineros e inmobiliarios y son corrimientos de nuestros pueblos”.
También señalaron que el mal gobierno nacional avanzó contra la existencia de las comunidades indígenas, mientras que algunos gobiernos provinciales y municipales acompañaron parcialmente el reconocimiento de la preexistencia y los derechos declarados en la Constitución Nacional.
Construcción del Buen Vivir y trabajo comunitario
La comunidad destacó que en Tres Ombúes “trabajamos y nos relacionamos para dar a conocer nuestros sentires, saberes y prácticas que consideramos imprescindibles para construir un Bien y Buen Vivir que se basa en una relación armónica y equilibrio entre seres vivientes”.
De esta manera, desde el colectivo de pueblos originarios subrayaron que la fuerza de sus ancestrxs guiaba las relaciones afectivas de paz como resultado de las luchas contra todas las injusticias.
A su vez, resaltaron también la importancia de la articulación con estudiantes, docentes, investigadores, organizaciones sociales, culturales, educativas y políticas, y vecinxs que se suman a preservar y cuidar el Territorio Ancestral, que además es humedal y espacio verde compartido.
La comunidad fortaleció sus huertas, talleres gratuitos, mingas comunitarias y recorridos por el territorio, protegiendo más de 50 especies de aves, árboles, hierbas y demás seres vivos del Río Matanza.
Compromiso con la memoria y la continuidad histórica
La Comunidad Indígena Tres Ombúes reafirmó que “seguimos diciendo y haciendo. Los pueblos del Abya Yala somos preexistentes a los Estados Nación. No fue descubrimiento, fue invasión y genocidio. Somos sobrevivientes por la lucha de nuestros ancestrxs”.
Con esta declaración, la comunidad consolidó la conexión entre la memoria histórica, la identidad cultural y la defensa activa del territorio, mostrando que la resistencia indígena en Tres Ombúes es una práctica continua, orientada a preservar la vida, los saberes ancestrales y la armonía con la naturaleza.
Fuente fotografías: Comunidad Tres Ombúes.
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