Número de edición 8481
Opinión

Un año para trabajar procurando encontrar soluciones

Un año para trabajar procurando encontrar soluciones

Un año para trabajar procurando encontrar soluciones

Llegó el tiempo del regreso. Pasaron múltiples acontecimientos y es necesario reflexionar sobre ello, ya que tiene que ver con nuestro futuro como sociedad. La convivencia pacífica no solo tiene que ver con el orden económico, sino también con el respeto a las tradiciones que nos dejaron nuestros antepasados. Es duro pensar que podemos crecer sin sacrificios, porque ello es todo lo contrario de lo que nos legaron nuestros ancestros, puesto que partiendo de dogmas religiosos con diferentes palabras siempre se indicó que ganaremos el sustento con el sacrificio y el trabajo, no solo para subsistir, sino para alimentar y cuidar a nuestros niños y ancianos.

Por Rodolfo E. Brizuela
(El Chango)
Ex Juez de Menores

La sociedad argentina se encuentra dividida ya sea por diferencias sociales, económicas, religiosas, etc, pero fundamentalmente la división tiene su origen en cuestiones ideológicas que tienen su inicio en un acontecimiento histórico, conocido como el fusilamiento de Dorrego. A partir de ese hecho, nuestra sociedad no encontró hasta fecha el camino de la concordia, que nos permitiría avanzar aún manteniendo diferencias, hacia un objetivo que nos daría la tranquilidad de vivir en una sociedad organizada y con autoridades que respetando el orden legal preestablecido, explicitan a la población sobre todas las medidas y planes que se ejecutarán para lograr el bienestar común, es decir las políticas de estado que se llevarán a cabo para llevar al país a insertarse en el consenso de las naciones.

Desde el advenimiento a la democracia en el año 1983 las autoridades nacionales se avocaron realizar una serie de gestiones que se entendían necesarias para modificar el paradigma de la violencia que había en la sociedad tras haber pasado por una nueva dictadura quizá la mas violenta de las que surgieron en nuestro país. Al culminar la dictadura y reiniciar un nuevo proceso democrático, la división de la sociedad se mantuvo, ya que las dictaduras que pasaron en nuestra sociedad, siempre fueron el resultado de golpes cívico militares y cuando se reestableció el orden constitucional, mas allá de procurar alcanzar la pacificación del país, se acentuó la diferencia porque el juzgamiento de los responsables militares fue solo un resultado parcial, ya que no se juzgó a los civiles que tanto ideológicamente apoyaron la ruptura del orden constitucional, como tampoco a los civiles que tomaron las armas no para defender al país, sino para imponer un nuevo orden que vaya uno a saber como hubiera sido si lo lograban.

Desde la llegada al poder del Dr. Alfonsín, hemos podido vivenciar distintos acontecimientos rupturistas del orden constitucional, pero aún así se continuó con dirigencias prometedoras que culminaron su gestión con logros y fracasos que repercutieron de manera directa en todos y en cada uno de los ciudadanos de este país, alimentándose la división que alguien la tituló como la grieta que separa a los argentinos.

No tengo dudas que esa grieta tiene un tinte ideológico profundo, ya que mas allá de la identificación partidaria, es muy notoria la diferencia doctrinaria entre una y otra agrupación política que existe en nuestro país y es allí donde la ciudadanía debe resolver que es lo que se procura alcanzar, apoyando a unos u otros en el momento mas puro del proceso democrático, que es el llamado a elecciones donde la voluntad del pueblo se manifiesta en las urnas y aún así cuando conocemos el resultado discutimos el mismo. Hace dos años el pueblo eligió en las urnas una nueva gestión de gobierno, que en la previa izo múltiples promesas que por ahora no se cumplen pero se realizan tareas importantes para beneficio de la gente, sin que lo que digo implique considerar que apruebo todo lo realizado.

Con el nuevo gobierno hay cambios si uno lo compara con el anterior. Pero en esos cambios es notorio que las medidas gubernamentales al menos por ahora solo benefician a un sector de la sociedad conformado por los que manejan grandes capitales, corporaciones dirigenciales y todo ello en detrimento de los asalariados, porque por ahora una de las dificultades más severas que atraviesa el gobierno es el proceso inflacionario, que al parecer hasta ahora no le encuentra solución y ello repercute de manera directa en el poder adquisitivo de los salarios, porque además del aumento de las tarifas dispuesta oportunamente que golpearon de manera brutal el poder adquisitivo del salario, la política de ajuste continúa sosteniendo que es necesaria para alcanzar el equilibrio fiscal, pero la realidad muestra que ese equilibrio es difícil de lograr y se escogió la política del endeudamiento, no solamente interno, sino también externo, quedando en el camino la actualización de los salarios, ya que al comienzo argumentando la herencia recibida no se reconoció la pérdida del poder adquisitivo, pero al segundo año tras calcular un índice inflacionario determinado, al finalizar el año el índice fue bastante superior. Hoy procura el gobierno que los trabajadores acepten un techo de discusión en paritarias sin aplicar la cláusula gatillo. Entiendo que ello por ahora no es aceptable porque esa cláusula es la única que permitiría mantener el poder adquisitivo del salario.

Hoy es necesario hablar de discusiones paritarias y de encontrar consensos para esas negociaciones, fundamentalmente la situación de los trabajadores de educación, porque estamos a un mes del inicio del ciclo lectivo y no podemos como en tantos años tener que pensar en conflictos y paros que redundan en perjuicio de los niños, ya que si pretendemos estar en la consideración de un país ordenado comencemos a trabajar seriamente y resolver los planteos antes que se conviertan en conflictos, ya que es muy fácil comenzar un camino de discusiones basando la misma en la denostación de los dirigentes de los trabajadores que es lo que ocurre en estos tiempos atento los múltiples escándalos de corrupción que envuelven a diversos dirigentes sindicales.

Es tiempo de reflexión y de responsabilidad por parte de todos. Hay mucho para hablar, mucho que comentar, tenemos un año donde no se especulará con elecciones por lo que tenemos que ver de qué manera sumaremos entre todos para mejorar a nuestro país.

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