A pocos días de cumplirse el 203 aniversario de la revolución de mayo, el sentido de unidad está más debilitado que nunca. Informes denunciantes por un lado, que de tanta carga apocalíptica ya parece una cizaña contra el kirchnerismo. Del otro lado, partidos a cualquier horario con tal de tapar los informes de la oposición. “Jorge Lanata Vs. Fútbol para todos” “Grupo Clarín Vs. el Kirchnerismo” Una guerra que no se termina más, pero de la que no queremos ser parte.
Por Nicolás Herrero
Herrero33787312@gmail.com
Estamos en una de las épocas más difícil de la historia para hacer periodismo. Nunca antes, la agenda mediática y periodística estuvo marcada por una bipolaridad tan tajante, donde la escena parece estar concentrada en pocas manos, o mejor dicho, en pocas caras.
Estamos atravesando un momento de crisis, donde los periodistas, al igual que los ciudadanos, nos vemos obligados, o al menos eso nos hacen creer, a elegir “un bando”, dado que en caso contrario, podríamos correr el riesgo de ser tildados como “tibios e indecisos”
En una época donde no hay tiempo que perder en el análisis y la contemplación de los grises, elegir por el “blanco” o por el “negro” parece ser lo más sensato, o al menos lo más conveniente por los tiempos que corren.
“Grupo Clarín Vs. Kirchnerismo”, esa es la bipolaridad que atravesamos hoy en día, donde no se admite elogiar y criticar cosas de ambas partes a la vez. Donde no se puede estar bien “con Dios y con el Diablo”. Donde hay que elegir: “La Alianza o El Eje”, como si fuera un juego de guerra comando.
Ubicándonos desde la óptica del kirchnerismo, si acaso se nos ocurriera elogiar a “Clarín” por una nota o algo puntual, enseguida seriamos catalogados como “fachos”, “votantes de derecha”, “gorilas” y “en contra del proyecto nacional y popular”.
En contraposición, desde la óptica de los que apoyan al “Grupo Clarín”, si abaláramos una medida del gobierno, caería sobre nosotros las etiquetas de “peronistas”, “zurdos”, “negros que reciben un plan social” y “gente ignorante que va a votar por la coca y el choripan”
Estamos en una época de crisis de conciencia e identidad, dado que si elegimos un bando, ¿Dónde está la particularidad? Es mi humilde deseo, y mi obligación, exigir que no caigamos en la simpleza de ser incondicionalmente adeptos a un bando. Tengamos espíritu crítico y capacidad para discernir. Seamos tolerantes a la opinión contraria, porque solo asi se podrá discutir.
A pocos días de cumplirse el 203 aniversario de la revolución de mayo, el sentido de unidad está más debilitado que nunca. Vivimos en un escenario donde está planteada la rivalidad “Nosotros y Ellos”, “kirchneristas y Anti-kirchneristas”, y realmente es sorprendente los niveles de odio en los comentarios que se escuchan en las calles y se leen en las redes sociales.
Muy triste es ver, como muchas de las personas que “toman partido por un bando”, en realidad son unos pobres repetidores de los medios de comunicación oficialistas y opositores, y de algunas figuras que centralizan las noticias y el foco de atención de todos, como Jorge Lanata (a favor del Grupo Clarín) y Víctor Hugo Morales (a favor del Kirchnerismo)
El último domingo (26 de mayo), la competencia que se vio en televisión realmente fue deplorable y patética en ambas partes. Se planteo una triste escena, donde se pregonaban los puntos de rating como si fueran medallas de guerra ganadas.
Por un lado, la producción de “Fútbol para todos” decidió poner partidos a partir de las 21:30 hs. a modo de competir con el programa “Periodismo para todos”. En esta medida de competencia televisiva, no se pensó por un segundo en las personas que van a la cancha, dado que si un hincha ingresa a un estadio a las 21:30, se calcula que tendría que salir alrededor de las 23:30 hs., horario en donde se pone en juego la inseguridad del hincha, y es casi imposible que vaya a la cancha de fútbol en familia.
Por otro lado, el programa “Periodismo para todos”, conducido por Jorge Lanata, se burló de la medida de “Fútbol para todos” y salió disfrazado de “futbolista”, poniendo al periodismo, una vez más, al mismo nivel que una obra de teatro o un monologo de “stand up”. Las chicaneadas, los agravios, y los goces infantiles por haber obtenido más puntos de rating, estuvieron a la orden del día.
Basta del “River Vs. Boca” en la política y en la sociedad. Basta del “Blanco o Negro”. Basta, por favor, simplemente digo basta. Por un periodismo sin fanatismo, por una capacidad crítica y de raciocinio que escape a la burda obligación de elegir un “bando”, o “tomar partido”
Sin nada más que decir, los invito a la reflexión. Los invito a menos odio visceral, y a un mayor entendimiento y comprensión. Les pido, que no tomen este artículo como una nota de crítica, sino como un mensaje de fuerza y unión.