Por Prof. Joaquín G. Puebla
Hace unos días se cumplió un año del fallecimiento de nuestra querida amiga, trabajadora municipal y Concejal, la inolvidable Roxana Lafico Guzzo.
En silencio, muchos compañeros municipales y colegas periodista la recordaron, porque la ausencia de su optimismo y su buena predisposición al dialogo se hacen sentir en la vorágine de la vida política matancera.
Roxana fue un entrañable amiga, no me dio muchas chances de reportearla porque cada vez que nos encontrábamos nos colgábamos chimenteando sobre la vida y obra de los personajes matanceros. Generalmente esto ocurría en una esquina ó en un semáforo, porque al estar tantos años alejado de la vida política del distrito y del ejercicio de la profesión, evitaba encaminarme hacia su despacho por la sencilla razón de respetar su trabajo; entonces, los encuentros casuales se convirtieron en una rutina. Por ahí nos encontrábamos cada seis meses ó una vez año, siempre de casualidad, pero siempre estaba la dulzura de su trato como una constante, su interés sincero por los vaivenes personales de la vida de uno, el consejo oportuno y el ofrecimiento de una mano amiga ante cualquier eventualidad.
Hace un año se nos fue Roxana pero no nos dejo, detrás de cada sonrisa, de cada alegría, de cada buena noticia, esta ella; también la siento cuando las amarguras se acercan ó los sinsabores se ensañan con uno, en esos momentos, siento su mano en mi hombro apoyándome ante los reveses que suelen asaltarnos.
Son muchos los matanceros que comparten estas palabras y desde la foto de un pequeño llavero que me regalaron cuando se inauguró el quirófano de la Clínica “Sol de Vida” (su gran sueño y orgullo), me sonríe todas las mañanas cuando prendo mi PC para comenzar a escribir las notas para el NCO.
Desde estas líneas deseo darles un abrazo fraternal a sus familiares y a sus amigos y quisieras volver a compartir con ustedes la nota que publicó el NCO cuando, tristemente, nos encontramos con la noticia de su muerte.
“Adiós, Roxana”
El sábado nos sorprendió la noticia del fallecimiento de la Concejal Roxana Lafico Guzzo, quién además, es la presidenta de la Asociación Mutual de Trabajadores Municipales de La Matanza.
Roxana, como era conocida y llamada por todos, se nos fue y el que escribe y la familia de NCO, sienten que se nos fue amiga de muchos años y querida por todos nosotros. Ávida lectora de nuestro medio, siempre aportando su comentario sagaz y en otras oportunidades, risueño sobre alguna nota publicada.
Roxana, una persona que siempre tenía un comentario atento y una sonrisa a flor de labios, supo despertar el cariño de todos los municipales.
Tuve la oportunidad de entrevistarla por última vez cuando asumió como Concejal y previó a la nota, pudimos mantener una larga charla sobre diferentes temas y personajes.
Más allá de cualquier tipo de especulación me gustaría compartir con ustedes, amigos lectores, algunos pasajes conmovedores de esa charla.
“Le estoy muy agradecida y le tengo mucho cariño”
Con la alegría a flor de piel, Roxana Lafico Guzzo me recibió en su despacho días previos a la asunción como Concejal de La Matanza.
Estaba muy contenta y enormemente motivada por el desafío que implicaba ser Concejal matancero pero, por sobre todo, sentía una alegría enorme por haber cumplido “unos de los anhelos más grandes de mi vida, que es el de representar al pueblo de La Matanza”. También afirmó que “Cuando me siente en mi banca me voy a acordar de mi papá, porque con él comencé a militar en la Unidad Básica de Lomas del Mirador”.
Respecto al Intendente Municipal, manifestó que “a Fernando le tengo un cariño y un agradecimiento especial porque primero me dio la posibilidad de ser Concejal y, luego del triunfo de octubre, de su mano pude ser Concejal. Gracias a él pude cumplir el gran anhelo de mi vida”.
“Amigos a la distancia”
En esa charla, de tono intimista, pudimos hablar de viejos compañeros; uno de esos fue Juan Carlos Sluga, el Secretario General de STMLM, con quién mantenía un distanciamiento de muchos años. Durante mucho tiempo fueron compañeros de lucha y, después, por esos vaivenes de la vida, se convirtieron en una suerte de competidores.
“Con Juan Carlos somos amigos a la distancia” se confesó Roxana, y sostuvo que “Le tengo mucho cariño, más allá de que hoy estemos distanciados. Militamos muchos años juntos, vivimos muchas cosas juntos; más allá de todo, no puedo sentir otra cosa que cariño”.
El adiós a una compañera
La mayor parte de la dirigencia peronista matancera se dio cita en el recinto del Honorable Concejo Deliberante de La Matanza, para presentar sus respetos a los familiares de la Concejal Roxana Lafico Guzzo y para rezar junto a ella, una pequeña oración de despedida.
Pudimos ver conmovido hasta las lagrimas a Fernando Espinoza, quién saludo unos por uno a todos los presente y pudo asomarse a cada uno de los grupos que se fueron armando para charlar, fumar un cigarrillo y aportar anécdotas de la compañera Roxana.
Pasadas las 22.30 horas tímidamente se fue acercando Juan Carlos Sluga, hacia el recinto del HCD para saludar por última vez a su compañera de sueños, dado que juntos dieron los primeros pasos para ganar el STMLM junto Camilo Torres.
“De está manera no quería ser Concejal”
El la próxima sesión del HCD asumiría como edil, en reemplazo de Roxana Lafico Guzzo, el primer suplente, Fidel Juárez, más conocido como “Batata”.
Cuando recibí la noticia del deceso de Roxana, pude hablar con un consternado “Batata”, que señaló con pesar “De está manera no quería ser Concejal, así no. Roxana era una gran compañera y una gran Señora”.
hasta siempre Roxana¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡