En varias oportunidades NCO publico la historia de un predio, ubicado en Esteban de Luca y Boulogne Sur Mer, dónde un alma desaprensiva cavó el terraplén del Ferrocarril Belgrano Sur y comenzó a construir un garaje para estacionar sus dos remolques: uno de cargas generales y otro de la empresa Suárez Competición.
La construcción es a todas luces ilegal, dado que el terraplén de las vías existe por una razón de seguridad y este desaprensivo individuo lo cavó con un retroexcavadora para hacer los cimientos de su garaje.
Marcelo Suárez tiene un próspero taller mecánico en Donovan al 1200 y le compró a dos socios de la Cooperativa de Vivienda “El Esfuerzo”, conformada por afiliados al Sindicato “La Fraternidad”, los dos lotes en cuestión. Dichos lotes fueron cedidos a la cooperativa para construir casas y, en caso de construir otro tipo de edificación, los mismos volverían al ONABE.
El pasado viernes 02/11 la Municipalidad matancera clausuró la obra ilegal, pero en la mañana del sábado la faja de clausura estaba arrancada.
El Sr. Suárez tiene los recursos para comprar un lote en condiciones y construir, en un lugar permitido, su ansiado garaje. Los remolques, que tantas molestias le causaban a los vecinos, estaban estacionados en las puertas de la estación Tapiales del Ferrocarril Belgrano Sur hasta que un buen día, le dijeron a Suárez que se los lleve dado que entorpecía el ingreso y egreso de los pasajeros a dicha estación. Luego de varios meses de discusiones, Suárez retiró los vehículos y los estacionó en diferentes lugares cercanos a su domicilio particular y de trabajo; obviamente nunca frente a los mismos, no vaya a ser que les molestase a él y a su familia, pero no tuvo empacho en molestar al resto de los vecinos.
Juan Manuel nos cuenta que “Me estacionó el remolque en la puerta de mi casa durante dos meses, tuve que pedirle de mil manera que lo saque dado que no podía entrar el auto al garaje de mi casa. Este tipo, porque tiene un mango, cree que puede hacer lo que quiere. Hasta hice la denuncia policial y ni siquiera así lo movió. Después lo corrió una cuadra y otro vecino le tocó vivir el calvario del remolque”.