Un importante operativo de la Policía Federal Argentina permitió desbaratar una organización dedicada al tráfico ilegal de armas de fuego que operaba en distintas localidades del conurbano bonaerense. La investigación derivó en la detención de varios sospechosos, entre ellos un mecánico armero con presuntos vínculos con la barra brava del Club Deportivo Laferrere, lo que volvió a poner en foco la conexión entre el delito organizado, el fútbol y la violencia armada.
Por Giuliana Salmonte Sicilian
Gmail: giulianasalmontesiciliano@gmail.com
La causa estuvo a cargo del Departamento Federal de Investigaciones (DFI) de la PFA y de la Fiscalía Federal N° 1 de Morón, que durante meses realizó tareas de inteligencia, seguimientos y escuchas telefónicas. Según se informó oficialmente, la banda se dedicaba a conseguir, modificar y distribuir armas de fuego que luego eran utilizadas por distintas organizaciones delictivas de la zona oeste del Gran Buenos Aires.
Uno de los principales apuntados es un hombre conocido como “Gordo Cuevas”, quien trabajaba como mecánico y armero. De acuerdo a la investigación, esta persona se encargaba de acondicionar las armas y de facilitar su llegada a manos de grupos criminales. Además, los investigadores lograron establecer que tenía relación con sectores de la barra de Laferrere, lo que refuerza la hipótesis de que el armamento también podía estar destinado a enfrentamientos vinculados al mundo del fútbol.
Los procedimientos se llevaron adelante en once domicilios ubicados en distintas localidades, entre ellas Isidro Casanova, Villa Luzuriaga, San Justo, Gregorio de Laferrere, Virrey del Pino, Hurlingham, Adolfo Sourdeaux y Cañuelas. Durante los allanamientos, los efectivos secuestraron un verdadero arsenal: más de 60 armas de fuego de distintos calibres, miles de municiones, cargadores, miras telescópicas y herramientas utilizadas para la reparación y modificación del armamento.
Entre los elementos incautados había pistolas, revólveres, escopetas, carabinas y fusiles, algunos de ellos en condiciones de ser utilizados de manera inmediata. También se encontraron armas que habían sido modificadas para aumentar su poder de fuego o para dificultar su rastreo, una práctica habitual en el mercado ilegal.
Según detallaron las autoridades, la organización utilizaba un método que incluía la compra legal de armas a nombre de personas habilitadas como “legítimos usuarios”, que luego eran desviadas al circuito clandestino. De esta manera, el grupo lograba abastecer a delincuentes comunes y a bandas organizadas sin levantar sospechas en una primera instancia, generando la expansión del delito.
El destino del caso y de los involucrados
Todos los detenidos quedaron a disposición del Juzgado Federal en lo Criminal y Correccional N° 3 de Morón, a cargo interino del doctor Jorge Ernesto Rodríguez y de la Secretaría Nº 9 de la doctora Mariana Sioli. Además, esta ordenó la realización de once allanamientos más.
Los arrestados están imputados por delitos vinculados al tráfico ilegal de armas de fuego, un delito federal que contempla penas de prisión efectiva, pero todavía no se sabe el destino de los criminales. La investigación continúa abierta, ya que no se descarta que existan más personas involucradas y que parte del armamento haya sido distribuido en otros puntos del país.
Desde las fuerzas de seguridad destacaron la magnitud del operativo y remarcaron que el secuestro de este arsenal representa un golpe significativo contra el crimen organizado en el conurbano bonaerense. Además, subrayaron la importancia de seguir profundizando las investigaciones para cortar la cadena de suministro de armas que alimenta la violencia en los barrios.
El caso vuelve a encender las alarmas sobre la circulación ilegal de armas y su impacto directo en la inseguridad cotidiana, especialmente en distritos como La Matanza, donde este tipo de organizaciones encuentran terreno fértil para operar.
Fuente: El1 Digital
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