Darío Banga alertó sobre la crisis económica actual, la ausencia de reglas claras en el esquema cambiario y el impacto directo de la inflación, el endeudamiento y el pluriempleo en las familias argentinas.
Por Verónica Llonto
En diálogo con Diario NCO, el economista Darío Banga brindó su mirada sobre la situación económica actual y explicó los cambios y tensiones que atravesó el esquema cambiario argentino en los últimos meses.
“El sistema de bandas cambiarias establecía un piso y un techo dentro de los cuales el Tesoro podía intervenir, mientras que el Banco Central actuaba solo cuando se superaban esos límites. Sin embargo, ese mecanismo se desvirtuó antes de las elecciones, cuando el Tesoro dejó de intervenir y el Banco Central no contaba con reservas suficientes para hacerlo”, expresó el economista.
El entrevistado señaló: “Hubo intervención externa de Estados Unidos, que terminó por romper las reglas del esquema original. Esa pérdida, impactó directamente en la confianza sobre el rumbo económico argentino. El problema central no fue la falta de dólares, sino la inconsistencia del diseño monetario y cambiario”.
En ese contexto, Banga también cuestionó las proyecciones oficiales incluidas en el Presupuesto 2026. “Se estimó un tipo de cambio en torno a los 1.400 pesos. Esa previsión ya quedó desactualizada y contradice el propio esquema de bandas y la dinámica inflacionaria. Además, la inflación proyectada en el presupuesto está por debajo de los valores reales y no contempla un escenario de suba sostenida de precios”, analizó el economista.
Banga advirtió: “Con una inflación mensual que parte de un piso del 2,5 por ciento, el tipo de cambio inevitablemente debería ubicarse por encima de lo previsto. No basta con mirar el tipo de cambio de manera aislada. El gobierno alterna entre un discurso de libre flotación y una intervención que termina ocurriendo de todos modos”.
Caída del consumo, endeudamiento y precarización laboral
Respecto a la ausencia de un plan integral orientado a la productividad y al sostenimiento de las pequeñas y medianas empresas, Banga sostuvo que “el gobierno no tiene un esquema económico claro sobre cómo evitar que cierren las pymes, cómo frenar la mora en las tarjetas de crédito o cómo atender el endeudamiento creciente de las familias. La gente se está endeudando para comer y ya hay sectores que directamente dejaron de pagar las tarjetas”.
“Como contador, veo un deterioro generalizado en la actividad económica. Los niveles de facturación cayeron de manera enorme en prácticamente todas las actividades. Muchas personas tuvieron que volver a vivir con sus padres porque no podían pagar el alquiler. El pluriempleo se volvió una constante y hoy ni siquiera dos ingresos alcanzan, lo que obliga a extender las jornadas laborales y reduce al mínimo el tiempo de descanso”, declaró el entrevistado.
Banga también puso en duda las estadísticas oficiales que muestran una baja del desempleo: “Creció el empleo informal y aumentó el número de monotributistas, pero hay que ver cuántos puestos registrados había antes y cuántos hay ahora. No se puede hablar de menos desempleo y, al mismo tiempo, tener una crisis tan profunda como la que estamos atravesando”.
“La inflación impacta de lleno en el consumo cotidiano, especialmente en esta época del año, cuando muchas familias gastan incluso lo que no tienen para poder poner en la mesa los productos típicos de las fiestas. El problema no es solo el precio, sino también el consumo: si el consumidor no convalida esos valores, el precio baja. Es un fin de año atravesado por el endeudamiento, la precarización laboral y una fuerte incertidumbre económica”, concluyó el economista.
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