Los precios minoristas de la carne bovina volvieron a mostrar incrementos durante octubre y consolidaron una tendencia que supera al aumento general de precios de la economía.
Por Florencia Belén Mogno
La dinámica de precios de la carne bovina volvió a ubicarse en el centro del análisis económico nacional debido a la persistencia de aumentos por encima de la inflación general. En un contexto marcado por la recomposición parcial de salarios y una demanda interna todavía debilitada, el sector cárnico continuó evidenciando tensiones que impactaron de manera directa en el bolsillo de los hogares.
Durante los últimos meses, distintos indicadores de la actividad ganadera mostraron variaciones que reflejaron la sensibilidad del mercado a los costos internos y a las señales provenientes del comercio exterior.
Los ajustes en los valores minoristas se combinaron con oscilaciones en el precio de la hacienda, que incidieron en la formación de los valores en mostrador. Estos elementos configuraron un escenario complejo para consumidores y operadores comerciales.
Además, el comportamiento del mercado se vio influido por la relación entre ingresos, inflación y capacidad de compra. La recuperación salarial parcial no alcanzó para compensar la pérdida acumulada del último año, lo cual presionó a la baja el consumo interno de carne vacuna.
En ese sentido, en el documento elaborado por CICCRA al que accedió Diario NCO se informó que los precios de los distintos cortes de carne bovina aumentaron 3,3% durante octubre en comparación con septiembre.
Aumentos en los precios al consumidor
Según el mismo informe, la suba interanual alcanzó 61,8%, más de 30 puntos porcentuales por encima de la inflación general del período, que se ubicó en 31,1%. De ese modo, la carne volvió a posicionarse entre los alimentos con incrementos más significativos.
El relevamiento señaló también que, desde noviembre de 2023, los cortes en mostrador se encarecieron 258,6%, un porcentaje que superó el aumento acumulado del nivel general de precios, estimado en 240,6%.
Entre las categorías evaluadas, los cortes denominados “intermedios” fueron los que tuvieron la variación más alta en octubre, con 3,9%, seguidos por los cortes “caros”, que subieron 2,7%, y los “económicos”, que avanzaron 1,5%.
Dentro del listado de cortes de consumo masivo, los mayores incrementos se registraron en asado (+8,2%), picada especial (+6,1%), matambre (+5,5%) y vacío (+5,3%). En términos interanuales, el vacío (+73,7%), el asado (+64,7%), el bife angosto (+63,5%), el cuadril (+65,9%), el peceto (+66,5%) y el lomo (+66,6%) encabezaron el grupo de cortes que aumentaron por encima del promedio general.
Consumo interno en retroceso
Otro de los puntos destacados fue el deterioro del consumo per cápita de carne bovina. A septiembre de 2025, el promedio móvil de 12 meses se ubicó en 49,5 kg por año, lo que representó un aumento de 4,4% respecto del promedio de los 12 meses previos. Sin embargo, este nivel se mantuvo 7,3% por debajo del registrado en igual período de 2023.
El informe atribuyó la caída del consumo principalmente a la pérdida del poder adquisitivo. Según los datos mencionados, los salarios registrados del sector privado retomaron en agosto el nivel de noviembre de 2023, pero en lo que va del año acumularon una disminución de 0,6% mientras que en el sector público, el retroceso salarial llegó a 13,2% en comparación con noviembre del año anterior.
Esa combinación de ingresos deteriorados y subas sostenidas en los precios de los alimentos impactó directamente en la capacidad de compra de los hogares. El resultado fue una demanda interna más débil, que no logró recuperar los niveles previos y presionó a la baja el consumo de carne vacuna, tradicionalmente considerado un bien básico en la dieta argentina.
Exportaciones y precio de la hacienda
En materia de comercio exterior, indicó que las exportaciones acumuladas entre enero y septiembre de 2025 cayeron 10,4% respecto del mismo período de 2024 y 1,9% en comparación con 2023. Este retroceso se vinculó principalmente con la menor demanda de China, aunque el informe mencionó una leve recuperación en los últimos meses.
En cuanto al precio de la hacienda, el relevamiento detalló que el primer trimestre de 2025 registró un incremento acumulado de 25,2%. En ese lapso, el valor del novillito pasó de $2.369 a $2.965 por kilo. Desde marzo hasta octubre, la dinámica se moderó y acumuló una suba adicional de 13,8%, lo cual generó un período de relativa estabilidad en los precios mayoristas.
No obstante, hacia el cierre del año volvió a observarse un repunte significativo: en octubre, el precio en hacienda aumentó 4,4%, y en los primeros diez días de noviembre avanzó otro 11,4%. Estas variaciones anticiparon nuevos aumentos en el mercado minorista, dado el impacto directo del valor del ganado en la conformación de los precios de los cortes al consumidor.
Un mercado que continúa bajo presión
En ese aspecto, el análisis del estudio dejó en claro que el mercado de la carne atravesó una etapa marcada por incrementos persistentes, menor consumo interno y exportaciones debilitadas.
De esta manera, la combinación de inflación alimentaria, caída salarial y tensiones productivas configuró un escenario desafiante que afectó tanto a consumidores como a actores de la cadena cárnica. Con señales de nuevas subas hacia fin de año, el sector volvió a quedar en primer plano dentro de la agenda económica nacional.
Fuente fotografías: CEPA
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