
Fabian Cornejo, referente de la Red Solidaria de La Matanza, en conversación con Radio Hexa, describió un escenario crítico marcado por el aumento de personas en la calle, la falta de alimentos en los hogares y un trabajo comunitario que se sostiene gracias a donaciones vecinales.
Por Giuliana Salmonte Siciliano
Gmail: giulianasalmontesiciliano@gmail.com
En un contexto económico que empuja a miles de familias a situaciones límite, la Red Solidaria de La Matanza se enfrenta a una demanda que no deja de crecer. Su referente, Fabián Cornejo, explicó que el panorama actual muestra un incremento no sólo de personas en situación de calle, sino también de vecinos que, pese a tener un techo, carecen de lo más básico para subsistir. “Se agrandó o está más visible la gente en situación de calle”, señaló y al mismo tiempo advirtió que la mayoría de los que se acercan a pedir asistencia “son los que no llegan a cubrir un plato de comida en el día”.
Además, relató que esta franja de población está compuesta en gran medida por adultos mayores que deben elegir entre pagar el alquiler, los servicios, los medicamentos o comer. Y esa tensión se profundiza en los cierres de mes, cuando el consumo cae al mínimo y aumenta la cantidad de personas que esperan en las rutas el paso de esta red. A pesar de la prioridad que se intenta dar a quienes viven en la calle, consideran que no pueden negarte nada a nadie porque es una necesidad.
La Red Solidaria organiza sus recorridas con siete autos y cuatro voluntarios por vehículo, cubriendo casi todo el territorio matancero: desde Lomas del Mirador hasta Virrey del Pino. Únicamente quedan por fuera las zonas de Ramos Mejía, San Justo y Luzuriaga, donde un grupo de Haedo realiza una tarea similar. Aunque a veces la comida no alcanza para todos, Fabian remarcó que igualmente se acercan a dar explicaciones, porque la mayoría de la gente entiende cómo es la situación, aunque algunos se enojan pensando que son parte del Estado.
Con 24 años de trabajo ininterrumpido —incluyendo Navidad, Año Nuevo y días de lluvia— esta agrupación se sostiene gracias al aporte de la comunidad. Los vecinos donan alimentos, ropa, calzado y medicamentos, mientras que comerciantes locales colaboran cuando se necesita cubrir urgencias o recetas. Por eso, resaltó que esta estructura solidaria nació en 2001, se expandió gracias a las redes sociales y creció con el apoyo de voluntarios que replicaron la tarea en distintas localidades del distrito.
“La gente espera en la calle porque ya no puede elegir entre comer, pagar un alquiler o comprar un medicamento”
El recorrido diario incluye una observación de calles, colectoras y llamados de vecinos. Allí se detectan personas solas, familias sin recursos, adultos mayores sin servicios o personas con discapacidad que no pueden movilizarse. La red articula estos pedidos y se acerca casa por casa para brindar respuesta donde sea posible, aun cuando las condiciones sean adversas.
Así mismo, remarcó el rol central que tuvieron las mujeres desde los inicios del proyecto, al ser quienes más se comprometían con las recorridas nocturnas. Sin embargo, la creciente inseguridad obligó a modificar la dinámica y reorganizar las tareas: “Nos han pasado cosas que hemos corrido riesgos todos”.
Robos, agresiones y situaciones extremas marcaron la historia del grupo: desde sustracción de vehículos y ollas hasta ataques violentos. El referente recordó incluso haber sufrido un disparo y un puntazo en diferentes episodios. Estas experiencias llevaron a que las mujeres pasaran a colaborar principalmente durante el día, como forma de resguardar su integridad y la del resto del equipo.
El origen y la estructura de la Red Solidaria de La Matanza
La experiencia que relata Fabián Cornejo remite a los primeros años de la Red Solidaria de La Matanza, un período marcado por la organización comunitaria en plena crisis social. En ese momento, las redes sociales estaban dando sus primeros pasos y funcionaron como una herramienta clave para que vecinos y voluntarios pudieran conectarse, replicar iniciativas y sumar manos en distintos barrios del distrito.
La referencia a Juancar, fundador de la Red Solidaria en Capital Federal dentro del espacio Unión Nacional, muestra que hubo un intento inicial de articular esfuerzos bajo una misma estructura. Sin embargo, la falta de recursos concretos, como alimentos para distribuir, y las dificultades logísticas obligaron al grupo matancero a independizarse y avanzar con una estrategia propia, adaptada a las necesidades y territorios locales.
A partir de esa autonomía, la Red Solidaria de La Matanza se consolidó gracias al aporte directo de vecinos, comerciantes y organizaciones barriales que colaboraron con comida, vestimenta y medicamentos. Ese entramado comunitario permitió sostener la tarea cotidiana, ampliarla y darle continuidad a lo largo de más de dos décadas, hasta convertirse en una de las redes solidarias más activas y reconocidas del distrito.
Te Puede Interesar:
https://www.instagram.com/diarioncomatanza
https://facebook.com/diarionco



