
Kala ARP. La cantautora chilena presenta su álbum debut, un proyecto conceptual de seis canciones que combina pop, soul y sonidos urbanos.
Por Florencia Belén Mogno
En los últimos años, la música emergente puso en primer plano la introspección y la reconciliación con la propia historia, transformándose en un espacio de expresión y sanación emocional.
La construcción de álbumes conceptuales y la exploración de géneros que van desde el soul y el RnB hasta la música urbana permiten que los músicos experimenten con sonidos y estructuras narrativas que reflejan procesos internos complejos.
En este panorama, la cantautora chilena Kala ARP presentó su primer álbum “Dejar Aparecer”, un proyecto que propone un viaje conceptual hacia la autoaceptación y para profundizar sobre el proceso creativo y los desafíos de su debut, Kala ARP mantuvo una conversación con Diario NCO, donde también compartió detalles sobre cómo transformó experiencias personales en un relato musical íntimo, y qué aprendizajes le dejó su trayectoria hasta este momento.
Música y sentimientos
Tu álbum debut, “Dejar Aparecer”, propone un viaje emocional hacia el amor propio. ¿Cómo nació la necesidad de abordar este tema y qué proceso personal te llevó a transformarlo en un concepto musical?
Kala ARP: El término “dejar aparecer” es un término acuñado por un psicólogo mexicano, quien define el amor como esto: como un dejar aparecer, como un permitir que se manifieste lo que uno es en esencia. La necesidad de experimentar este viaje surge a partir de una evidencia. Este álbum es conceptual, pero también es un testimonio de experiencia, en el que yo, después de la pandemia, el estallido social, entre otras cosas, me vi un poco perdida en la vida, tratando de buscar un norte, ver hacia dónde quería ir y encontrar esta nueva persona, luego de todo lo que estaba pasando dentro de mí. Y en este viaje dije: “Ok”. Yo, estudiando mucho psicología, viendo referencias, dije: “Dejémoslo aparecer. Si me quiero amar, dejemos que surja lo que tenga que surgir”. Y empecé a componer pensando en eso, en utilizar la música que ha venido a rescatarme mil veces, para poder reencontrarme conmigo misma, con esta nueva versión de mí y con todo lo que traía, con todo lo que estaba descubriendo, con todo lo que estaba ocultándome a mí misma muchas veces, y permitiendo que eso solo surgiera. De ahí nace este álbum, y por eso el concepto también.
TE PUEDE INTERESAR:
https://www.instagram.com/diarioncomatanza
https://youtube.com/@diarionco2150
https://facebook.com/diarionco
En el disco se percibe una mezcla de géneros como el Hip-Hop-Soul, el RnB y el NeoSoul. ¿Cómo trabajaste esa fusión estilística para que cada canción conserve coherencia dentro del relato del álbum?
Kala ARP: Fue difícil, fue complejo. Primero, hablar de coherencia, de cómo conectar. Inicialmente, estaba todo en mi cabeza y había un relato. Todo parte del concepto, y luego del relato, de esta sensación de querer entrar profundo y contar esta historia. Entonces, los géneros de música empezaron a surgir desde el “¿qué quiero decir?”. Entonces, cuando quería profundizar, conecté con estos sonidos más del RnB, algo más de alma, de soltar las emociones como vengan desde la letra, desde la lírica, luego enlazarla con los sonidos sensibles, como piano, cuerdas, entre otros. Y después, a medida que mi proceso fue evolucionando, la música que quería cantar evolucionaba conmigo. De repente tenía más rabia, quería algo más pop, más urbano, quería algo más alegre, e iba al soul. Y, al final, lo que conecta en el fondo y le da coherencia a todo esto es precisamente el estado emocional, el relato, y esta historia de cómo uno va metiéndose a la profundidad de uno mismo y luego sale y quiere sentirse mejor.
El disco se organizó como capítulos de un proceso no lineal. ¿Podrías contarnos cómo pensaste esa estructura y qué querías transmitir al oyente a través de esa idea?
Kala ARP: Me pasó que, en el proceso de ir componiendo las canciones, me di cuenta de que este caminar hacia la luz no era tan sencillo, no era para nada fácil. Había que atravesar una especie de ciclo, había una recurrente montaña rusa de emociones, en la que a veces no todo parecía ir tan bien en el proceso de tratar de sentirme mejor. A veces no tenía ganas. A veces aparecía de nuevo esta especie de angustia o de tristeza o de no encontrarle sentido, también porque me demoré años. Entonces, en estos años venía otro invierno y me daba el bajón y en ese proceso de este bajón que volvía a aparecer, nace “Un día a la vez”, que es la primera canción del álbum. Y yo dije: “un día a la vez representa lo que el álbum viene a contarme, que hay momentos malos, momentos buenos, pero la luz siempre sale”. Es un poco lo que es la vida, que nos viene a contar que, por más oscuro que de repente sea el panorama, tú sigue que todo va a salir bien y siempre va a estar mejor que antes, aunque sea un nuevo proceso.
Por último, desde tus comienzos hasta hoy, tu recorrido artístico ha sido constante. Si mirás hacia atrás, ¿qué aprendizajes te dejó ese camino y cómo sentís que te preparó para este momento de tu carrera?
Kala ARP: Yo de repente me autosaboteo pensando que soy muy inconstante, pero yo creo que, como todo en la vida, así como la música nos enseña que para una buena canción tenemos sonido y también tenemos silencio, yo creo que la vida también tiene esos momentos donde avanzo y donde me detengo, momentos en los que tengo la mejor pulsión de energía interna y, de repente, necesito parar a descansar. Pero, como todo en la vida, con duda o sin duda, con miedo o sin miedo, uno trata de lanzarse a la piscina, porque no hay nada que perder. Yo creo que si hay algo que he aprendido en este camino, en este ciclo de vida hasta ahora, es que hay que arriesgarse, hay que hacer. Yo muchas veces me pasé mucho tiempo pensando qué voy a hacer o estructurando lo que quiero hacer, para tener las herramientas para sentirme lista para hacerlo, y no sé si eso es tan bueno. Yo creo que uno nunca está listo para hacer nada en lo absoluto; ese es un gran aprendizaje. Yo he estudiado música, teatro, danza, entre otras cosas, y no es como que eso me haya entregado todas las herramientas realmente. Cuando empecé a crear mis canciones y a subirme a los escenarios, fue donde aprendí. Cuando hice, aceptando el temor de que todo saliera mal. Es un camino que se construye desde el hacer. Yo creo que eso ha sido lo que he aprendido en este camino de carrera: que nada va a salir mal, y si sale mal, no importa, porque en la próxima vuelta se arregla, y todo es aprendizaje.
Fuente fotografías: prensa Kala ARP.



