
Un informe de Argentinos por la Educación reveló que, a pesar de que más alumnos completan la escuela secundaria, la mayoría no alcanza niveles satisfactorios en Lengua y Matemática. Los especialistas advierten sobre el riesgo de hipotecar el futuro del país.
Por Florencia Belén Mogno
La educación argentina enfrenta un desafío crítico: aunque cada vez más adolescentes permanecen en la escuela secundaria, los niveles de aprendizaje fundamentales siguen mostrando retrocesos significativos.
La trayectoria educativa de los estudiantes evidencia que la mera asistencia a la escuela no garantiza la adquisición de competencias clave en Lengua y Matemática, pilares para el desarrollo personal, social y productivo.
En ese sentido y de acuerdo con el material al que accedió Diario NCO, la asociación civil Argentinos por la Educación presentó un informe acerca de la situación de los y las adolescentes y el retroceso en su dinámica de cursada en la escuela secundaria.
Los datos revelaron que, de los estudiantes que comenzaron primer grado en 2013, solo 63 de cada 100 llegaron al último año de la secundaria en el tiempo esperado en 2024. Sin embargo, de esos, apenas 10 alcanzaron niveles satisfactorios en las asignaturas fundamentales, lo que supuso un deterioro respecto a 2022, cuando el porcentaje era del 13 por ciento.
Brechas por jurisdicción y socioeconómicas
El informe “Índice de Resultados Escolares: ¿Cuántos estudiantes llegan al final de la secundaria en tiempo y forma?” elaborado por Argentinos por la Educación identificó que los retrocesos más significativos se produjeron en Matemática, con caídas promedio de 5,5 puntos porcentuales.
Mientras tanto, Lengua mostró una leve mejora nacional de 2,7 puntos. Esta disparidad refleja la necesidad de políticas educativas focalizadas en los aprendizajes fundamentales, especialmente en áreas críticas para la formación integral.
Por otra parte, los resultados del IRE mostraron también marcadas desigualdades entre provincias. CABA lideró el ranking con 23 por ciento de estudiantes que completaron la secundaria en tiempo y forma, seguida por Tierra del Fuego y Córdoba (13 por ciento).
Asimismo, Chaco registró el peor desempeño con apenas 3 por ciento, seguido por Santiago del Estero, Misiones y Catamarca con 4 por ciento. La correlación entre nivel socioeconómico y desempeño educativo quedó de manifiesto: las provincias con mayor proporción de estudiantes en los quintiles socioeconómicos más bajos presentaron los resultados más bajos del IRE.
A nivel nacional, la proporción de estudiantes que llegaron al último año en tiempo esperado aumentó en 19 de las 24 jurisdicciones con respecto a la cohorte 2011-2022. Santa Cruz (87%), Tierra del Fuego (82%) y Río Negro (75%) mostraron los niveles más altos, mientras que Misiones (46%) y Santiago del Estero (48%) permanecieron con cifras preocupantes.
Estas diferencias territoriales y socioeconómicas evidencian que la mejora educativa requiere estrategias diferenciadas que contemplen las particularidades locales, así como el fortalecimiento de la enseñanza en Lengua y Matemática desde los primeros grados.
Aprendizajes fundamentales en riesgo, perspectivas y desafíos
En sintonía, el relevamiento alertó sobre la necesidad de un “back to basics” en la educación secundaria argentina, priorizando las disciplinas fundamentales antes de avanzar en saberes más complejos.
A su vez, el análisis evidenció que mejorar la trayectoria escolar requiere atención simultánea a la asistencia, la retención y, sobre todo, la calidad de los aprendizajes. Aun cuando más estudiantes alcanzan el último año en tiempo previsto, la mayoría no logra consolidar competencias clave. Este desajuste amenaza la formación integral de las nuevas generaciones y, en consecuencia, limita el potencial productivo y social del país.
El desafío es integral: implica inversión en formación docente, revisión curricular, acompañamiento a estudiantes en riesgo y políticas públicas que articulen con la realidad socioeconómica de cada jurisdicción. Solo con un compromiso colectivo y sostenido será posible revertir los indicadores negativos y garantizar que los adolescentes no solo permanezcan en la escuela, sino que salgan de ella con conocimientos sólidos.
Argentinos por la Educación concluyó que la mejora educativa exige no solo datos, sino acción concreta, movilización social y políticas sostenidas que permitan que la escolaridad obligatoria cumpla efectivamente con su propósito: preparar a los estudiantes para la vida, el trabajo y la ciudadanía plena.
Fuente fotografías: Argentinos por la Educación.
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