La compañía de Mountain View lanzó Storybook, una función que permite crear cuentos ilustrados en minutos, mientras que OpenAI presentó su modelo más avanzado: GPT-5, con mejoras en velocidad, razonamiento y capacidades matemáticas.
Por Florencia Belén Mogno
La inteligencia artificial (IA) continúa con la expansión de sus fronteras y la transformación que supone para industrias enteras. En los últimos años, los avances tecnológicos permitieron que estas herramientas pasaran de ser proyectos de laboratorio a productos de uso masivo en áreas como la educación, la comunicación y el entretenimiento.
A su vez, la IA dejó de ser un recurso exclusivo para la automatización de procesos y comenzó a jugar un rol en la creatividad humana. Plataformas que generan imágenes, música o textos abrieron la posibilidad de experimentar con narrativas y estéticas que antes requerían equipos enteros de producción. Esto genera entusiasmo, pero también debates sobre derechos de autor, impacto laboral y ética en el desarrollo de estas tecnologías.
En este escenario, los anuncios de las grandes tecnológicas generan expectativa tanto entre desarrolladores como en el público en general. Cada nuevo lanzamiento marca el ritmo de la innovación y plantea interrogantes sobre el rumbo que tomará la relación entre humanos y máquinas en los próximos años.
Storybook: creatividad automatizada
En ese sentido y de acuerdo con la información a la que tuvo la oportunidad de acceder Diario NCO, la primera novedad llegó de la mano de Google, que presentó Storybook dentro de su modelo de inteligencia artificial Gemini.
Esta función permite crear libros ilustrados en apenas unos minutos a partir de una descripción breve escrita por el usuario. El resultado es una historia de diez páginas, cada una con un párrafo de texto acompañado por una ilustración.
Además, la herramienta incluye narración por altavoz, lo que amplía su uso en entornos educativos y familiares. Entre sus características se destaca la posibilidad de elegir estilos artísticos que van desde animé y cómics hasta ilustraciones inspiradas en animación con plastilina.
Otra de sus funciones más valoradas es la opción de subir imágenes de referencia. Por ejemplo, un niño puede dibujar un personaje y, a partir de ese dibujo, la plataforma genera ilustraciones coherentes para toda la historia. De esta manera, se fomenta la creatividad y la participación de los usuarios en el proceso narrativo.
GPT-5: la nueva generación de modelos de lenguaje
Por otra parte, la segunda novedad fue presentada por OpenAI, que lanzó GPT-5, el modelo más avanzado de su popular herramienta ChatGPT. Según el documento elaborado por la compañía y consultado por este medio, esta versión “reúne y supera los avances anteriores de OpenAI en inteligencia avanzada”, y así combina mejoras en razonamiento, contexto y resolución de problemas.
El nuevo modelo ofrece mayor precisión y velocidad, además de capacidades avanzadas en matemáticas y pensamiento estructurado. Esto le permite responder de forma más coherente y eficiente incluso en tareas complejas, lo que amplía su utilidad en entornos académicos, profesionales y empresariales.
Desde OpenAI señalaron que el verdadero potencial de GPT-5 se pondrá de manifiesto cuando las organizaciones lo incorporen en su día a día. “Prevemos que la adopción temprana impulsará el liderazgo del sector en lo que es posible con la IA impulsada por GPT-5, lo que conducirá a una mejor toma de decisiones, una colaboración mejorada y resultados más rápidos en tareas de gran importancia para las organizaciones”, explicaron en el reporte.
Impacto en el futuro del trabajo y la educación
La incorporación de estas herramientas promete transformar áreas clave como la educación, la producción de contenidos y la toma de decisiones estratégicas. En las aulas, plataformas como Storybook pueden convertirse en aliadas para el aprendizaje personalizado y la motivación de los estudiantes.
En el ámbito laboral, la llegada de modelos más precisos como GPT-5 plantea oportunidades para automatizar tareas repetitivas y optimizar la productividad. Sin embargo, también abre el debate sobre la necesidad de capacitar a los trabajadores para convivir con sistemas inteligentes y evitar la exclusión tecnológica.
La clave estará en cómo se regulen y adopten estas tecnologías para garantizar que sus beneficios alcancen a la mayor cantidad de personas posible. La combinación de creatividad, automatización y pensamiento computacional puede marcar una nueva etapa en la relación entre la humanidad y las máquinas.
Fuente fotografías: redes sociales.
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