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“Hipnocracia”: cuando un autor que nunca existió pone en debate la inteligencia artificial y la ética

“Hipnocracia”: inteligencia artificial y la ética.
“Hipnocracia”: inteligencia artificial y la ética.

Un experimento literario atribuye un ensayo sobre ética y control social a un autor inexistente, poniendo en debate la inteligencia artificial, la verificación de contenidos y los límites de la credibilidad en la era digital.

Por Florencia Belén Mogno

La irrupción de la inteligencia artificial en la producción cultural ha generado debates sobre autoría, veracidad y responsabilidad. En este contexto surge Hipnocracia, un ensayo publicado recientemente y atribuido al supuesto filósofo chino Jianwei Xun, cuya existencia fue puesta en duda tras su lanzamiento.

De esta manera, el caso pone en evidencia los límites del pensamiento crítico, como así también la regulación de contenidos digitales y la facilidad con la que la IA puede construir narrativas convincentes.

En ese sentido y de acuerdo con la información a la que pudo acceder Diario NCO, el libro fue presentado con una biografía detallada, entrevistas ficticias y hasta una imagen generada mediante inteligencia artificial, lo que hizo que el autor pareciera real a ojos de medios y académicos internacionales.

Asimismo, el material facilitado a este medio señaló que la revelación posterior de que Jianwei Xun es un personaje inventado encendió un debate global sobre ética, verificación y confianza en los contenidos culturales.

La polémica evidencia cómo los sistemas de validación tradicionales pueden ser insuficientes frente a herramientas digitales avanzadas que permiten crear discursos creíbles y complejos sin que exista un autor humano detrás.

La creación del autor ficticio

El editor Andrea Colamedici fue el artífice del experimento. Según explicó en el escrito, “la intención era demostrar cuán sencillo resulta generar un contenido verosímil y manipulador en la era digital”

“Demostrar lo fácil que es construir una narrativa verosímil y engañosa en la era digital, utilizando herramientas de inteligencia artificial y la falta de filtros en los circuitos de validación del conocimiento”, afirmóen el documento.

La coautoría del texto se realizó mediante plataformas de IA como ChatGPT y Claude, sin advertencias iniciales sobre su participación. El engaño se mantuvo durante meses, mientras el libro era citado en debates académicos y medios de comunicación, incluido un foro sobre política digital celebrado en febrero pasado en Cannes.

La periodista Sabina Minardi de L’Espresso reveló finalmente que Jianwei Xun no existía. La publicación puso en jaque la normativa europea que exige informar sobre el uso de inteligencia artificial en contenidos culturales, y provocó la eliminación de artículos en medios como EL PAÍS que hacían referencia al filósofo ficticio.

Hipnocracia: un concepto provocador

El ensayo aborda la idea de “hipnocracia”, término derivado del griego hypnos (sueño) y kratos (poder). Se refiere a un control social sutil, en el que las personas aceptan discursos sin cuestionarlos, generando una hipnosis colectiva a través de narrativas que aparentan autoridad pero carecen de sustento.

Este concepto se convirtió en eje de discusiones académicas, incluso antes de que se conociera la verdad sobre la autoría. Académicos como Cecilia Danesi, del Instituto de Estudios Europeos y Derechos Humanos de la Universidad Pontificia de Salamanca, analizaron las ideas del libro sin saber que su autor era ficticio.

Reacciones y polémicas

El caso generó una amplia repercusión mediática y académica. El principal foco de críticas fue la falta de transparencia sobre la participación de la IA y la invención del autor. Colamedici decidió reconocer públicamente el experimento tras el escándalo, actualizando la web del autor ficticio para aclarar que Jianwei Xun no existía.

Medios, académicos y lectores habían citado el libro sin advertir el engaño, lo que expone la vulnerabilidad de los sistemas culturales ante contenidos bien presentados. La situación también abrió un debate sobre la coautoría entre humanos y máquinas y los límites éticos que deben establecerse en la publicación de contenidos digitales.

El caso plantea preguntas acerca de la importancia sobre quién escribe si el contenido genera impacto, de qué manera convivir con obras co-creadas entre humanos y máquinas y también cuáles son las normas deben regir para garantizar transparencia y responsabilidad en la era digital.

Más allá del engaño: un llamado a la reflexión

Para Colamedici, el objetivo del experimento era evidenciar la facilidad con la que aceptamos información sin verificarla: “Fue un llamado a despertar. Un intento por evidenciar cuán fácilmente aceptamos contenidos sin verificación y lo vulnerable que puede volverse el conocimiento cuando se diluyen las fronteras entre lo real y lo fabricado”.

En un mundo saturado de información, la lección de Hipnocracia no apunta solo a la IA, sino a la necesidad de cultivar pensamiento crítico, escepticismo informado y hábitos de verificación ante cualquier contenido digital.

La experiencia deja claro que la ética, la transparencia y la educación en alfabetización digital son hoy pilares imprescindibles para navegar la sobreinformación y los desafíos que plantea la inteligencia artificial.

Fuente fotografías: redes sociales.

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