
La banda nacida entre Córdoba y Entre Ríos.
La banda nacida entre Córdoba y Entre Ríos construyó un camino propio en la escena metalera argentina, con trabajo autogestivo, profesionalismo y un sonido cada vez más definido.
Por Florencia Belén Mogno
La escena metalera argentina fue y es históricamente un territorio fértil para propuestas que nacen lejos de los grandes centros urbanos y que, con esfuerzo, compromiso y visión artística, lograron instalarse como referentes del género. En ese recorrido, el interior del país aporta voces potentes que, desde la autogestión y la resiliencia, buscan ganarse un lugar sin concesiones.
En los últimos años, nuevas generaciones de bandas vinieron a renovar la tradición del heavy nacional con identidad propia. Equipos de trabajo que apuestan a canciones originales, grabaciones profesionales y a una filosofía de crecimiento sostenido, incluso ante obstáculos económicos, de salud o distancia geográfica.
Una de esas propuestas es Legionario, un grupo que emergió desde las provincias de Córdoba y Entre Ríos y que no tardó en captar la atención de públicos diversos. Conformado por Javier Molina (guitarra y miembro fundador), Luis Yelpo (voz), Walter Würms (bajo) y Leandro Segovia (batería), el proyecto combinó desde sus inicios la pasión por el metal con una ética de trabajo seria, comprometida y profundamente humana.
En esta ocasión, Diario NCO tuvo la oportunidad de dialogar con el creador de la banda, Javier Molina, para profundizar más en la historia del grupo y su creación como así también en la manera como resultó el recorrido del grupo hasta el momento y cómo han logrado superar los desafíos.
La construcción de un sueño
A lo largo de los últimos tiempos Legionario tuvo un crecimiento enorme como grupo. De hecho estuvieron con un show en Buenos Aires. Vos como miembro fundador, ¿cómo vivís este presente?
J.M: Lo de Buenos Aires, en lo personal, fue como “el sueño del pibe” (sic) porque es algo que uno siempre se imaginó. Yo vivo en un pueblo muy chico en Córdoba, entonces haber llegado a ese show fue un sueño y nosotros con Legionario siempre desde los comienzos traté de hacer todo en forma profesional. Siempre estudié, siempre viajaba, trabajaba y estudiaba y busqué la forma de no quedarme, por más que uno esté alejado.
Y en relación a los primeros tiempos, ¿cómo fueron los orígenes de Legionario?
J.M: Legionario viene de otra banda que se llama Legión. Yo empecé a componer temas, pero la banda se disolvió más que nada por por falta de compromiso. Entonces, ahí empecé a buscar gente que realmente tuviera ganas de hacer algo en serio. Así encontré gente de pueblos vecinos que ya los había visto tocar, porque estaban en otra banda, así que les hablé, les interesó y se sumaron. Grabamos un EP y desde el comienzo Legionario tuvo algo que llamó la atención. Después, por cuestiones de laburo, tuve que parar la banda. No me daban los tiempos, y ya en el 2015 volví a tocar de nuevo. Yo había dejado la música totalmente, tenía 23 años, no me daba el tiempo y me dedicaba a la panadería (otro trabajo del músico). Pero en 2015 volví con la música, lo conocí a Lea Segovia (baterista) y grabamos el disco.
Como miembro fundador del proyecto, ¿qué buscabas que definiera a Legionario?
J.M: La idea era hacer una banda que labure en forma profesional. Quería hacer una banda que haga temas propios porque es un estilo con el que me siento identificado, y eso también es lo que identifica a lo que es el sonido de Legionario y si bien muchos dicen que hacemos heavy metal clásico, otros que hacemos power metal, yo creo que tiene de todo un poco.
Por otra parte y en consideración del recorrido de la banda, ¿cuál es tu percepción de la evolución de la misma?
J.M: Creo que al ir avanzando, e ir en las rutas, recitales y cosas así uno va ganando una experiencia en un montón de cosas y eso te va haciendo mejorar, como que vas aprendiendo de los errores y viendo por dónde ir y qué reforzar, entonces eso te va haciendo crecer. Y la evolución desde lo musical, el primer demo fue enorme, tanto a nivel audio como a nivel composición musical, y el gran salto fue ese álbum del 2015, y actualmente, con los chicos que están hoy en la banda es todo muy productivo, y creo que siempre hay cosas por mejorar, pero cada vez va sonando más Legionario y es inevitable seguir mejorando mientras más se trabaje.
Y justamente en cuanto al tiempo que llevan adelante como grupo, ¿cuál es la importancia de sus familias y amigos ante los obstáculos y las adversidades?
J.M: Es vital y fundamental. Se termina formando como un equipo, un gran equipo porque todas las familias terminan siendo juntos, un solo equipo. Por ejemplo, el año pasado estuvimos muy parados por una cuestión de salud que tuve yo que me bajoneó (sic) mucho porque no lo esperaba y me cambió mucho la vida. Eso influyó mucho en la banda y nos bajoneó un poco a todos, pero pase lo que pase, siempre estaba el apoyo, por ejemplo, de mi esposa y mis hijos y eso es fundamental. Ellos ven el amor que le tiene uno a esto y que ellos te apoyen para nosotros es fundamental.
Por último, más allá de todo lo que han conseguido hasta el momento, ¿qué sueño les gustaría poder concretar con Legionario?
J.M: La verdad que a esta altura de la vida, el poder tener la banda que uno siempre quiso tener es como que el sueño ya está cumplido así que hoy el sueño sería poder seguir manteniendo esto, seguir grabando discos, seguir tocando, seguir creando música. Para mí, eso sería hoy por hoy el sueño. Soy muy agradecido en todo y creo que es una bendición poder hacer música y llegar a la gente.
Fuente fotografías: efecto metal y Pablo Seijo.
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