

La asociación civil sin fines de lucro con sede en Rafael Castillo continúa con el desarrollo de sus actividades en distintas áreas, y ofrece un lugar de contención y aprendizaje para quienes más lo necesitan.
Por Florencia Belén Mogno
En un contexto donde las necesidades básicas muchas veces no están garantizadas y la desigualdad social marca la vida cotidiana de miles de personas, las organizaciones sociales se consolidaron como un pilar esencial para brindar contención y oportunidades a quienes se encuentran en situación de vulnerabilidad.
Estas entidades, generalmente impulsadas por el compromiso de la comunidad y la solidaridad, se transformaron en espacios donde el trabajo cooperativo y el apoyo mutuo permiten reconstruir vidas e impulsar proyectos.
En este sentido, la labor de asociaciones como ADULAM refleja el impacto que pueden tener los espacios comunitarios cuando se proponen acompañar a quienes no tienen un lugar donde ir o una red que los sostenga. Con propuestas que abarcan desde la alimentación y la educación básica hasta el fomento de la autogestión, estas iniciativas demuestran que la ayuda mutua puede ser el punto de partida para la transformación social.
En ese aspecto y de acuerdo a la información a la que tuvo la oportunidad de acceder Diario NCO, la ong que tiene su sede en la calle Soldado Osvaldo Sosa 1450 de Rafael Castillo, elaboró un informe con detalles sobre su historia y los proyectos que continúan desarrollando para acompañar a los sectores más vulnerables.
Trabajo colectivo
A través de distintas áreas de trabajo y de la construcción de redes solidarias, las granjas comunitarias de ADULAM no solo brindan alimentos y abrigo, sino también herramientas para una vida digna. Con la convicción de que “lo colectivo” puede mover montañas, esta entidad promueve un modelo de acompañamiento que apuesta a la superación personal y la inserción social.
Desde la entidad destacaron que el proyecto nació con una familia que deseaba ayudar a personas en situación de vulnerabilidad, y que en la actualidad muchos de los que fueron acompañados por la organización años atrás hoy ayudan a otros.
La organización señaló que no cuentan con ayuda estatal fija y que viven de lo que les da los trabajos que realizan o de las colaboraciones que reciben. Subrayaron que en sus granjas se vive en comunidad y se aprende el cooperativismo y la ayuda mutua.
“En cada granja hay quienes tienen su hogar permanente y otros que están hasta vencer sus luchas. Cada uno se esfuerza para estar de acuerdo con el estilo de vida que conviene a todos”, explicaron en el documento consultado por este medio.
Actividades y objetivos
En cuanto a los talleres y actividades que desarrollan, mencionaron la carpintería, la herrería, la panadería, la albañilería y la talabartería. También reciclan muebles, artículos del hogar, máquinas, motores, bicicletas y útiles varios, y los reutilizan o venden para obtener recursos.
“Reciclamos lo que nos donan y luego de reparar todo, cubrimos la necesidad interna y vendemos lo que queda a fin de pagar otros gastos con lo obtenido. Todo nos sirve” relataron desde la Asociación Civil en el informe difundido.
Además, contaron que en sus instalaciones tienen comedores comunitarios gratuitos y permanentes, y que también producen distintos abonos orgánicos de forma artesanal, destinados a mejorar sus huertas y viveros o para la venta.
La confección de ropa y la venta de artículos usados son otras de las actividades que permiten a ADULAM sostenerse y generar oportunidades laborales para los jóvenes que forman parte de las granjas. A ello se suma la limpieza de locales y fábricas, y la fabricación de helados, aunque en este último caso explicaron que la máquina está en reparación y que esperan poder conseguir una nueva.
La producción de artículos de limpieza es otra de las áreas que impulsa la asociación para proveer a los hogares de sus hermanos y obtener recursos económicos. Además, la cría de conejos, gallinas y cerdos permite mejorar la alimentación de los comedores comunitarios, sumando proteínas y carnes cuidadas de manera natural.
De esta manera y ya a modo de conclusión, ADULAM destacó en el archivo facilitado a este medio que “seguimos consolidando nuestra tarea en Rafael Castillo y otras zonas, con la fe como motor y la convicción de que ayudar a los demás no solo transforma la vida de quienes reciben la mano extendida, sino también de quienes la ofrecen”.
Fuente fotografías: ADULAM.
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