Número de edición 8481
La Matanza

De La Matanza al Eternauta: cómo un joven estudiante entró a la industria audiovisual

Audiovisual.  Joven estudiante entró a la industria audiovisual.
Audiovisual. Joven estudiante entró a la industria audiovisual.

Un joven técnico audiovisual de La Matanza cuenta su primera experiencia en una superproducción nacional y revela los desafíos de quienes recién comienzan en la industria.

Por Verónica Llonto

El cine se produce de manera colectiva. Un gran número de personas trabaja conjuntamente para llevar a las audiencias historias que conmueven, inspiran y muchas veces retratan realidades. El sector audiovisual genera considerables fuentes de trabajo, moviliza múltiples oficios y crea comunidad. En una Argentina marcada por desafíos económicos, el cine y las series siguen siendo un motor cultural y laboral.

Entre las producciones más esperadas de los últimos tiempos se encuentra El Eternauta, la ambiciosa adaptación de la obra de Oesterheld, dirigida por Bruno Stagnaro y protagonizada por Ricardo Darín. Para entender cómo se vive un rodaje de esta magnitud desde adentro, entrevistamos a Ignacio Domínguez, quien trabajó como runner de refuerzo durante buena parte del rodaje.

“Nuestra función era estar atentos a todo lo que las distintas áreas pudieran necesitar. Desde elementos del camión de producción hasta asegurarnos de que actores y directores tengan un espacio cómodo y tranquilo para trabajar”, relató Ignacio. Su rol era vital para que todo fluya: desde coordinar refrigerios hasta resolver imprevistos en medio de locaciones complejas, como estaciones de tren o iglesias llenas de extras.

Experiencia y formación: La puerta de entrada al mundo audiovisual

El rodaje de El Eternauta duró aproximadamente 150 días, y lo que empezó como un refuerzo de unos pocos días, terminó siendo un trabajo a tiempo completo. En cuanto a cómo logró participar en esta gran producción, Ignacio detalló: “empecé trabajando en seguridad, pero gracias a un amigo de la facultad que me recomendó, me llamaron. Di lo mejor de mí el primer día y al lunes siguiente ya me estaban pidiendo de nuevo”. Su experiencia muestra una de las tantas puertas que se abren en el medio cuando hay compromiso y pasión.

Formado en Comunicación Audiovisual, Ignacio transitó varias instituciones, desde el CIEVYC hasta la Universidad Nacional de las Artes y la Universidad de La Matanza. Su historia refleja una realidad común entre trabajadores del medio: la formación formal convive con la experiencia práctica, donde el ingreso muchas veces depende de los vínculos y la reputación personal.

“Hay que tener muchos rodajes encima, de todo tipo. Y meterse en festivales, moverse mucho, porque de ahí sacas contactos que te pueden meter en otros trabajos”, aconsejó Ignacio. También rescató el valor de la formación profesional pero que no hay que quedarse sólo con eso, sino experimentar diversos proyectos audiovisuales, aunque sean pequeños.

Consultado sobre el futuro del trabajo audiovisual en Argentina, Ignacio se mostró optimista y comentó: “Estamos en un momento bisagra. A pesar de que hoy en día el trabajo audiovisual no es tan fluido como hace diez años, aún hay espacio para quienes recién comienzan en el rubro, aunque sea más difícil. Hay que saber moverse con astucia y aprovechar las oportunidades”.

Sobre el cine nacional y las críticas que recibe

“Siento que hay una fuerte crítica hacia nuestro propio cine y, muchas veces, innecesaria. No se le critican peores errores al cine extranjero. Tenemos artistas y técnicos de primer nivel, que hacen cosas increíbles con mucho menos presupuesto que en otros países. El Eternauta, por ejemplo, se hizo con muchísimo esfuerzo y amor por el oficio”, expresó el entrevistado.

En este marco, surgió la comparación presupuestaria entre la serie extranjera The last of us, con un presupuesto de 150 millones de dólares y el presupuesto de El Eternauta, que fue de aproximadamente 15 millones. A pesar de la enorme diferencia, el resultado fue impactante, con efectos especiales de calidad y un nivel de producción altísimo. Ignacio agregó: “No todo tiene que estar concentrado en Norteamérica. Todos somos capaces de hacer buen cine”.

Con respecto al cine independiente y producciones más chicas, Ignacio cuestionó que “en muchas cadenas de cine no llegan las películas nacionales, sobre todo las más independientes o arriesgadas. Si vivís en zonas como La Matanza, por ejemplo, tenés que irte al centro para verlas. Eso es un problema real, porque limita el acceso del público a nuestras propias historias”.

Finalmente, como ejemplo de que el cine argentino sigue dando evidencias de excelencia, Ignacio destacó: “Hace poco se estrenó Atrapados, una serie en Netflix, con Soledad Villamil, otra actriz símbolo de éxito. Y hace un par de años la película Cuando acecha la maldad, que tuvo mucho prestigio en todo el mundo. Hay talento de sobra. Lo que falta, muchas veces, es reconocimiento local”.

Anécdotas emocionantes e inspiradoras

Ignacio concluyó la entrevista con anécdotas que van desde correr detrás de un perro asustado durante una escena de tiroteo hasta asistir a una proyección íntima con todo el equipo técnico, reviviendo su paso por una de las producciones más ambiciosas del país con emoción. “Creo que lo más memorable fue mi primer día en el set de rodaje, cuando lo vi a Darín salir con el traje del Eternauta puesto. Fue impactante y emotivo”, cerró el entrevistado.

Su historia es apenas una entre miles que hacen del cine argentino una industria viva, resiliente y llena de talento. En tiempos donde el trabajo cultural es subestimado, poner en valor el esfuerzo de quienes están detrás de cámara es más urgente que nunca. Ignacio representa a cientos de trabajadores que, con cada jornada de rodaje, sostienen una industria que emociona, piensa y transforma. Reconocer esas trayectorias es también apostar por una cultura viva, inclusiva y orgullosamente argentina.

Te Puede Interesar:

https://www.instagram.com/diarioncomatanza
https://facebook.com/diarionco

https://youtube.com/@diarionco2150

Artículos Relacionados

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Volver al botón superior