Número de edición 8481
Espectáculos

“Fausto y lo Femenino Eterno”: el poder de lo onírico y la búsqueda del alma en escena

“Fausto y lo Femenino Eterno”: el poder de lo onírico y la búsqueda del alma en escena

“Fausto. La adaptación contemporánea del clásico de Goethe, dirigida por Juan Manuel Correa, invita al público na una experiencia teatral donde se entrelazan el deseo, la magia y el sentido existencial. Diario NCO dialogó con el actor Darío Levy

 

Por Maira Palavecino

maipalinfo@gmail.com

 

Todos los sábados a las 20 hs en la Sala Inda Ledesma del Espacio Experimental Leónidas Barletta, “Fausto y lo femenino eterno” ofrece una versión transgresora del mítico pacto de Fausto, que pone en tensión la ética, el tiempo y la eterna búsqueda de sabiduría.

 

El teatro tiene el poder de iluminar las grandes preguntas de la humanidad, y eso es exactamente lo que logra “Fausto y lo femenino eterno”, una audaz adaptación del clásico de Johann Wolfgang von Goethe. Bajo la dirección de Juan Manuel Correa y con adaptación de Rubén de León, la obra se presenta cada sábado a las 20 horas en la Sala Inda Ledesma del Espacio Experimental Leónidas Barletta (Av. Roque Sáenz Peña 943, CABA).

 

Esta versión propone una inmersión poética y reflexiva en el universo de Fausto, donde lo onírico, lo simbólico y lo fantástico conviven en una puesta escénica profundamente transformadora. Con una estructura no lineal y estética envolvente, “Fausto y lo femenino eterno” descompone las convenciones del tiempo y el espacio para sumergirnos en una realidad cambiante, cargada de metáforas y emociones.

 

El Dr. Fausto, un sabio decepcionado por el conocimiento que ha acumulado a lo largo de su vida, se enfrenta al vacío existencial y se entrega a un pacto con el diablo, representado por Mefistófeles. Así comienza un viaje hacia el deseo de recuperar la juventud y alcanzar la sabiduría absoluta. Esta puesta respeta la división original de Goethe: la primera parte se centra en la angustia interna del protagonista, y la segunda en el (aparente) cumplimiento de sus deseos gracias a un brebaje mágico.

 

El elenco, integrado por Darío Levy, Juan Manuel Correa, Pilar Fridman, Verónica Intile, Miguel Sorrentino, Victoria Chipriota y Eloy Rossen, da vida a personajes en constante metamorfosis. El equipo técnico, compuesto por artistas como Carlos Di Pasquo (escenografía), Horacio Novelle (iluminación), José Busso (música), Paula Molina (vestuario), entre otros, aporta una riqueza visual y sensorial que eleva la obra a una experiencia multisensorial.

 

“El Fausto es un acto estético, poético y de acción. En este mundo donde el sentido se ve aplastado por la información y el deseo por el consumo, traer esta obra es poner en escena una quimera, un sueño”, sostienen los creadores.

 

Con una mirada actual sobre los temas eternos como el poder, la ética, la naturaleza y la trascendencia, esta adaptación resignifica a Goethe desde una sensibilidad contemporánea. Así, “Fausto y lo femenino eterno” no sólo revive un clásico del teatro universal, sino que interpela al espectador actual, invitándolo a reflexionar sobre sus propios pactos y búsquedas.

 

¿Cómo nace la idea de dar vida a esta adaptación de Fausto y lo Femenino Eterno”?

En diciembre del 2021 me llamó Juan para contarme que estaba presentando el proyecto a la Barletta y que me quería proponer ser parte, justamente como Fausto. Pasaron casi 4 años. Quedaba todavía vivir parte de la pandemia, pasaron obras y otros proyectos en el medio. Pero cuando algo tiene que ser, es. Y aquí estamos estrenando en Buenos Aires. Por momentos lo veíamos muy lejos, porque es una obra muy compleja, con muchos personajes y gran caudal de textos, porque la estábamos haciendo a pulmón, etc. Por suerte hoy es una linda realidad.

 

¿Cómo fue el proceso de construcción de los personajes? 

Antes de poner el cuerpo, tuvimos varios encuentros, donde fuimos leyendo la obra y reflexionando sobre las distintas escenas. Contar con Rubén como parte del grupo fue un plus importante, ya que desde su adaptación pudimos desmenuzar e ir a fondo en el significado de muchos textos, la cronología, el suceso de la obra. Fuimos a su vez eliminando y agregando textos. También Juan nos recomendó unas películas, para entender el clima y la densidad. Después pasamos a poner el cuerpo. Y ahí es, transitando los ensayos, donde los personajes se terminan de ir construyendo. Estudiar un texto y probarlo en escena es también ir definiendo la esencia del personaje, cómo se para, cómo dice, a quién le dice, cómo siente.

 

¿Cómo se desarrolla la dinámica de los ensayos?

La verdad es que al principio nos costó coincidir todos, cada uno tiene proyectos paralelos, (otras películas o series, clases, cuestiones personales), pero por suerte las funciones en la sala Payró en Mar del Plata, nos focalizaron a hacer coincidir agendas y encontrarnos (aunque fuera en horarios raros 🙂 y a veces con ensayos parciales) y fueron un motor que agilizó todo.

 

¿Qué decisiones estéticas tomaron para romper llevar adelante esta puesta?

Desde el principio, Juan el director tenía muy clara su idea de puesta. Nos comentaba cómo la escenografía iba a ser primordial, y tenía razón. No hay elementos naturalistas, se trata esencialmente de los cuerpos, las luces, las telas y la poesía. Con el talento y la creatividad de Carlos Di Pasquo, la escenografía crea un clima antiguo y posmoderno a la vez. Y permite estar “afuera” o “adentro” en el espacio depende donde la luz ilumina los cortinados pintados de manera singular. Es simple, liviana y potente.

 

¿Cómo fue el trabajo interdisciplinario entre el equipo artístico (música, iluminación, escenografía, audiovisual)?

Siento que desde todas las áreas se logró mucha conexión con el material. Al principio fueron solo los cuerpos. Por supuesto, como todo teatro independiente, donde mucho es a pulmón, a veces no es sencillo y no se puede contar con todo de entrada. Algunas cosas hay que esperarlas más porque tienen un costo y hay que ir pudiendo costearlas. Primero fue la música, hermosa, compuesta por José Busso, y recién en Mar del Plata, donde por primera vez cruzamos la dramaturgia con los vestuarios, la escenografía y luces, se terminó de conformar el conjunto. Un conjunto sólido y armónico de todas las áreas.

 

¿Por qué creen que *Fausto* sigue teniendo vigencia en el contexto actual?

Porque son temas universales, no atados a ningún tiempo en particular, sino que los textos atraviesan a todos en todas las épocas. Los clásicos tienen esa virtud, de permanecer en el tiempo. El amor y la pasión, la muerte, el poder, la ética, la relación entre el bien y el mal, son temas que siempre preocuparon y preocuparán a la humanidad. Que nos atraviesan a hombres y mujeres de todos los tiempos. Fausto dice en un parlamento, “No hice otra cosa para luego desear y así pasé mi vida”. El deseo como motor activo de nuestras acciones. Temas esencialmente humanos que tienen una vigencia absoluta en todos los lugares y en todos los tiempos.

TE PUEDE INTERESAR:
https://www.instagram.com/diarioncomatanza
https://youtube.com/@diarionco2150
https://facebook.com/diarionco

¿Qué tipo de experiencia buscan generar en el público con esta puesta?

Creo que a todos los actores y actrices nos pasará lo mismo… Uno hace una obra para que los espectadores pasen un momento de disfrute, que les guste, los atrape, y sobre todo para que se queden reflexionando de alguna manera sobre los temas y ejes que atraviesan la pieza dramática. Creo que con “Fausto y lo femenino eterno” eso sucede sin dudas. Y esa es la mayor satisfacción. Por otro lado, buscamos llegar a un público diverso, heterogéneo. Que en la platea puedan estar disfrutando adultos o adultos mayores que han leído teatro clásico en general o “Fausto” en particular, pero también los que no, jóvenes que quizás suelen ver otro tipo de arte. Una obra emblemática que combina la tragedia, la comedia y la filosofía, tiene mucho para dialogar con todos los públicos.

 

¿Qué significa para ustedes, como artistas, poner en escena una obra que interpela temas tan profundos y universales?

Muchas veces cuando nos juntábamos en el proceso de ensayos, nos repetíamos que somos afortunados de estar haciendo esta obra, no todos tienen la suerte de llevar a escena una pieza así de emblemática. Ahora que estrenamos reforzamos aún más ese sentir. Estamos haciendo una obra ágil, moderna y provocativa. Sabemos también que es una obra compleja, que nos interpela todo el tiempo y seguramente la compresión total y cabal de lo que siento al hacerla lo vendrá más adelante. Primero hay que transitarla. Pero por lo pronto sí puedo decir que estoy feliz y agradecido.

 

Foto: prensa Fausto y lo femenino eterno

Artículos Relacionados

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Volver al botón superior