Ituzaingó. El vecino está preso por homicidio tras atropellar a dos de los motochorros que le robaron a su pareja y asesinar a uno. El que sobrevivió es menor de edad.
Una banda de motochorros asaltó a una mujer en el lado norte de la localidad de Ituzaingó durante la noche del pasado martes, 29 de abril, y eso desencadenó una búsqueda de justicia por mano propia que terminó de manera fatal en la vecina ciudad de Merlo, razón por la que el justiciero se encuentra preso.
El hecho original tuvo lugar en la puerta de un maxikiosco ubicado a la altura del cruce de las calles Aguaribay y Haití del barrio San Alberto, donde los cuatro delincuentes abordaron a la señora de 41 años y provocaron la furia de su novio de 21, que junto con su amigo salió a perseguirlos a bordo de un Peugeot 207 de color rojo.
El seguimiento se estiró por más de tres kilómetros y llegó hasta la intersección de las arterias San Antonio y Palmar, en la que no solo alcanzó a dos de ellos, sino que los chocó y los dejó tendidos en la vía pública.
Ituzaingó. Tal situación fue advertida por un frentista, que inmediatamente llamó al 911 y posibilitó la asistencia médica de los atropellados: M.D.C. (33) y I.D.M.S.Q. (17), cuyos antecedentes incluyen múltiples robos simples y agravados. El mayor de edad ya había fallecido al momento de la llegada de la ambulancia y el menor resultó trasladado al Hospital Municipal “Eva Perón” con su pierna izquierda fracturada, pero sin riesgo de vida.
El caso quedó en manos de la Unidad Funcional de Instrucción y Juicio (UFIJ) número 1 del Fuero de Responsabilidad Penal Juvenil del Departamento Judicial de Morón, a cargo del fiscal Guillermo Rodríguez Rey, quien localizó a la víctima del ilícito original y confirmó la versión de su pareja.
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Tras las diligencias de rigor y de acuerdo a los voceros a los que este medio accedió, el magistrado interventor secuestró un revólver con un calibre de 22 milímetros encontrada junto al cadáver del ladrón muerto y la Gilera Sahel 150 roja y negra en la que se movilizaba con su cómplice internado, la cual había sido hurtada algunas horas antes en San Antonio de Padua. A su vez, el jurista dispuso la aprehensión del adolescente por “robo calificado en poblado y en banda” y la del cónyuge de la damnificada por “homicidio simple”.
FUENTE: Viví el Oeste
