Así se refirió Micaela Roger, trabajadora despedida de la Clínica Los Cedros, sobre la complicada situación que están atravesando, con más de 50 contratos dados de baja en los últimos cuatro meses.
En el inicio de la entrevista, la invitada explicó que “este problema viene desde la muerte de la dueña, que sucedió en enero. Empezaron con despidos de una o dos personas, que por lo general eran personas nuevas que terminaban contrato y no eran renovados”.
“En marzo ya comenzaron los despidos masivos, con empleados con antigüedad de dos hasta cinco años. Se cerraron sectores y quienes tenían mayor antigüedad eran reacomodados en otras áreas. Ya se corría el rumor de que si la dueña fallecía esto podía ocurrir”, añadió la trabajadora despedida de la Clínica Los Cedros.
Para completar su idea, agregó: “Una parte de clínica médica se redujo al 50 por ciento de su capacidad. Ahora sucede que vienen pacientes y les dicen que no hay camas. A otros se les dan antibióticos y se los manda a la casa aunque necesiten internación. También cerró unidad coronaria”.
“Hay especialistas que reducen sus labores porque no cobran”
Cabe recordar que en el último tiempo la clínica había tenido varias denuncias por falta de insumos. También hubo denuncias supuestas malas praxis en el pasado.
Sobre el deterioro que sufrió la atención de la clínica tras los despidos, desarrolló que “hay especialistas que reducen sus labores porque no cobran. Se están pidiendo derivaciones cuando no hay capacidad de atención en la clínica. Lo coronario necesita de un lugar especial. Al día de hoy, se concretaron 50 despidos”.
“Mandan los telegramas por WhatsApp y sin indemnización. Si no va a haber reincorporación por lo menos necesitamos que nos indemnicen. Es muy difícil conseguir trabajo en el sistema de salud”, complementó la trabajadora despedida de la Clínica Los Cedros.
“Los pagos ya venían con problemas, nunca en tiempo y en forma”
En el tramo final de la entrevista, Roger definió que “los pagos ya venían con problemas, nunca en tiempo y en forma, no se pagaban aguinaldos. La situación ya era compleja y en otros lugares tenemos colegas que cobraban bien y en tiempo, sin problemas”.
A su vez, detalló que no tienen ningún de solución a la vista: “No hemos tenido diálogo con los dueños, se esconden. Nunca hubo seguridad, pero cuando empezamos a marchar nos pusieron a la gendarmería. Hacemos malabares con lo que tenemos porque no hay insumos”.
Ya hicimos denuncias en el Ministerio de Trabajo de Provincia, pero nos aprietan preguntando quién llamó, pero no hay audiencias a la vista”, concluyó la entrevistada.
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