Rafael Castillo
Se trata de Japón, una vía bastante transitada y que cuenta con paradas de colectivo cercanas. Según comentó Marina Pereyra a NCO, hasta el momento no está previsto pavimentar esta calle, al tiempo de que todavía no se habilitaron las cloacas.
“Hablamos con Carlos Suárez, que es una persona encargada de estas obras en la Municipalidad, pero nos dijo que no estaba en los planes asfaltar nuestra calle”, dijo la mujer, que junto a un par de vecinas, están llevando adelante los reclamos que antes presentaban sus maridos, los cuales fallecieron.
Según señaló la frentista, se pavimentaron las arterias de alrededor, dejando de lado a Japón. “Encima, como están asfaltando las otras calles, las máquinas pasan por aquí, destruyéndola todavía más”, denunció la mujer.
“El viernes pasado, una de las señoras presentó una carta muy bien hecha, así que vamos a esperar a ver qué nos contestan. A nosotros no nos importa como sea, es decir comunitario o pagado por los vecinos, lo que nos interesa es conseguirlo”, dijo.
De este modo, agregó que “hace años” que se encuentran expectantes, especialmente en esta temporada, en la que el agua comienza a estancarse y los mosquitos encuentran un buen lugar para reproducirse.
“Con el calor es peor. Llueve, el agua no corre y se mete en nuestras casas, lo cual se convierte en un gran problema”, remarcó. Además, mencionó que Suárez les respondió que a Japón “le corresponde solamente un mejorado con los cordones hechos de hormigón, algo que para nosotros es bueno”.
“No somos pretenciosos, solamente queremos salir de casa y no embarrarnos. El tema es que hay gente que no quiere presentar los papeles porque quiere que sea gratuito como le sucedió a otras personas del barrio”, explicó. En este sentido, admitió que es “muy difícil” ponerse de acuerdo entre los vecinos.
Al respecto, dijo que “un poco estamos bajando los brazos porque ya no nos quedan posibilidades y a veces nos cansamos cuando encontramos tantas trabas desde lo institucional y entre nosotros mismos”.
Es por eso que aclaró que en el caso de su cuadra, no les interesa tener que pagar. “Al fin y al cabo, ellos nos aumentan los impuestos cuando y como quieren. Son bastante caros y no tenemos los servicios que merecemos”, señaló.
“A veces, parece que fuésemos nosotras solas las que estamos siendo perjudicadas por este problema. El resto piensa más en no tener que abonar, aunque todos, eso sí, queremos que nos asfalten”, indicó.
Asimismo, recordó que en su cuadra vive una persona que se moviliza en una silla de ruedas y que no puede salir de su vivienda debido al estado en el que quedó todo. “Cuando hay barro no entran las ambulancias ni los remises. Una vez, una persona se descompuso y quería que lo llevaran hasta el pavimento porque no podían entrar a asistirlo”.
“Es todo una lucha que daña al resto de los servicios. Hicieron las cloacas que hace dos años que están sin habilitación. Creemos que por eso no hacen el pavimento, pero no nos dan ni una cosa ni la otra. Un día yo llamé a la empresa y me dijeron que por el momento no se iban a conectar. No sabemos a dónde dirigirnos, porque no nos dan bolilla a los lugares que vamos”, destacó.
El pedido de siempre
De acuerdo a lo que comentó, ni siquiera se realizó un mejorado luego de que hace dos años se colocarán los caños para conectar la red de cloacas que todavía no funciona.
El reclamo en sí es histórico. Tanto Marina como sus vecinas Marta e Irma son viudas que decidieron continuar con los pedidos que hicieron sus maridos en su momento y que nunca fueron respondidos.
Aparentemente, la calle sigue a la espera porque “no está habilitada para que se le coloque ni siquiera un alisado”. Por este motivo, las vecinas optaron por solicitar el asfalto comunitario pero Marina contó que desde el Municipio no aceptaron esta propuesta “porque dicen que no lo vamos a pagar”.
“Aquí hay una escuela, que es la Nº 14 de nivel secundario. En Japón y Marconi hay una parada de colectivos, pero dicen que no corresponde y que los vecinos no presentan los papeles. No hay caso, en la esquina de mi casa hicieron un túnel y parece que, a modo de burla, las máquinas pasan por mi calle. De esa forma, cierran la zanja que tenemos porque todavía no pasaron las cloacas”, dijo.
Con respecto a las cloacas, contó que todavía no fueron habilitadas, aunque la colocación de los caños se realizó hace casi dos años. “Seguimos igual. Hace unos días realizaron un nuevo entubamiento muy cerca. Dejaron toda la tosca, los autos no podían pasar, se encajaban y caían a las zanjas. Realmente, estamos abandonados”.