

El 2 de abril, se conmemoró un nuevo aniversario por el Día del Veterano y de los Caídos en la guerra de Malvinas, y siempre se recuerda a los que están y a los que no más todavía. Por esta razón, hoy pasó por No te Duermas Daniel Marini, uno de los veteranos y contó un poco acerca del presente y también del pasado.
Giuliana Salmonte Siciliano
“El 2 de abril es distinto para nosotros. Para la gran mayoría, empieza antes del 2. Y tiene que ver con los años que fueron pasando y lo emotivo. Nosotros decimos, a veces, de una forma fea porque quizás no es lo que pensamos, que después de las 12 de la noche o las 0 horas del día 3, nos convertimos en calabaza porque hasta el 2, somos una cosa y a partir del tres entramos en lo cotidiano de todo el mundo”, comenzó relatando el entrevistado.
Con esto hace referencia a que, todo el mundo los recuerda solo el 2 de abril y pasado ese momento, nadie más los conmemora. Sin embargo, entiende que el recuerdo se mantiene hasta un mes más adelante, pero que, posteriormente, no son nadie hasta el año próximo.
No obstante, con el pasar de los años, la sociedad empezó a conocer más sobre este hecho tan importante para la historia argentina, y Daniel se refirió a que la comunidad actual da otro cariño y mucho de esto es producto de que, los sobrevivientes empezaron a salir a la calle, ir a colegios para contar la verdad y esto llevó a que el cariño sea mucho.
Aunque lograron salir a hablar con el resto de la sociedad, el veterano considera que todavía tienen un problema muy grave que es que a muchos les cuesta salir al mundo para contar lo que realmente sucedió y que, la gran mayoría, nunca habló de lo que pasó con su familia porque siempre, es mejor contárselo a otro que a su propia gente cercana. “Realmente, hay cosas feas que no se las decimos a nadie, como cosas muy puntuales de lo que vivimos, mutilaciones, entre otras”, manifestó.
Por otro lado, recordó cómo vivió él, el momento en el que fueron llevados a la guerra y explicó que, no era consciente de lo que estaba por hacer, pero si desde el momento que fue avisado que iba a Malvinas, lo tomó como un orgullo y con muchas ganas de hacerlo, y agregó: “Nos sentíamos militares, estábamos bajo bandera, nos brotaba el orgullo. Después, la realidad te lleva a otra cosa porque un soldado se prepara como cualquiera, pero cuando te empiezan a pisar cerca, es como que empezas a dudar”.
El recuerdo y las anécdotas siempre son un buen tema de charla y Daniel, una de las cosas que comentó es que, con el Regimiento 3 de Infantería compartían el cuartel ya que, este sector era una unidad independiente muy chica, y ellos los llamaban inquilinos porque estaban ocupando su lugar en donde se alojaban. Entonces, recuerda que, cuando el regimiento alistó a todo el personal para ir a Malvinas, completó algunas secciones con soldados de clase 63, es decir, que apenas tenían 15 días de haber ingresado al servicio militar y jamás habían agarrado un arma.
En ese momento, eso estaba muy naturalizado y no era novedad que se realizaran estas cosas por fuera de lo regleado. Igualmente, comentó el entrevistado, que muchos de su escuadrón, que habían hecho todo completo el servicio militar, tampoco habían empuñado un arma. Eso se vio reflejado al momento de llevar a cabo la acción.
La historia de cómo llegó Daniel Marini a las Islas Malvinas
“Yo estaba haciendo el servicio militar obligatorio y había quedado para la última baja, es decir, el soldado viejo. El 2 de abril, estaba manejandole el jeep al jefe de escuadrón y habíamos ido a Ezeiza a dar las instrucciones a los soldados clase 66, a los nuevos”, relató el veterano.
En 1981, Daniel comenzó el servicio militar y cuando fue llevado a Malvinas, estaba muy cerca de cumplir apenas 19 años. Para ese momento, su trabajo era ser chofer de jefe de escuadrón, pero algunas cosas cambiaron. Llegó la noticia de una forma un poco informal.
Todo comenzó cuando, el escuadrón en el que estaba Daniel hizo diana el 2 de abril en las islas y les avisaron que tenían que levantar las cosas en Ezeiza para volver al cuartel. En este caso, era porque había que hacer la convocatoria de los soldados clase 62 que se habían ido de baja. Ahí se alistaron y llegaron a Malvinas el 16 de abril.
“Se informó de que Argentina había recuperado las islas y solamente nos dijeron que levantáramos el vivac y que volvieramos al cuartel. Ahí llegó la convocatoria y una cosa llevó a la otra hasta que el 12 o 13 de abril, cuando nos alistamos para ir a Río Gallegos, ya sabíamos que el destino era Malvinas”, sentenció Daniel en la entrevista.
Así sin más, el veterano explicó cómo fue su llegada a las islas y luego vino la historia que todos conocemos y que marcó a la Argentina tanto como un hecho de sufrimiento de muchas familias que perdieron a sus seres más preciados en una guerra de tanta envergadura como lo fue la Guerra de Malvinas.
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