Fundado en 1956, este centro es el único en La Matanza que brinda atención gratuita a personas con discapacidad motora. Hoy, el edificio en el que funciona se encuentra al borde del remate judicial. El próximo viernes se realizará un abrazo simbólico a la institución.
El Centro de Medicina Física y Rehabilitación (CEMEFIR), ubicado en la calle Perú 2433 de San Justo, enfrenta una situación crítica que podría culminar en su cierre definitivo. Fundado en 1956, este centro es el único en La Matanza que brinda atención gratuita a personas con discapacidad motora, ofreciendo servicios esenciales como kinesiología, fonoaudiología, terapia ocupacional, psicología, psicopedagogía y trabajo social.
Sin embargo, a pesar de casi siete décadas de servicio, la institución se encuentra al borde del remate judicial de su inmueble, lo que pondría fin a los tratamientos de numerosos pacientes y afectaría directamente a los trabajadores del centro, quienes podrían ser derivados a otras instituciones.
La crisis de CEMEFIR tiene raíces que se remontan a 2012, cuando una gestión administrativa deficiente generó una deuda considerable con comerciantes y empresarios locales. En 2015, el Juzgado de Primera Instancia Civil y Comercial N.º 1, a cargo de la jueza Laura Mato, ordenó el remate de la propiedad.
Fundado como respuesta a la epidemia de polio que azotó al país, este centro es el único de su tipo en el partido de La Matanza y atiende a pacientes sin recursos ni cobertura social.
“Si se produce el remate del edificio, los miles de pacientes que son atendidos allí quedarán a la deriva. En su momento se llegó a atender a cerca de 500 pacientes por día, alrededor de 10 mil por mes, provenientes de diferentes lugares del distrito y zonas aledañas”, expresaron fuentes vinculadas a la institución a NCO hace dos semanas. Además, los trabajadores del centro también temen por su futuro laboral.
Un conflicto de larga data
El origen de la crisis se remonta a la gestión del Dr. Diego Viola como presidente de la Cooperadora de CEMEFIR en 2012. Durante su mandato, se instaló un call center en la institución sin supervisión adecuada y se realizaron operaciones financieras irregulares, como la emisión de “cheques voladores” que fueron rechazados por los bancos. Esto generó una deuda considerable, afectando a comerciantes y empresarios de San Justo.
Uno de los principales damnificados, Alberto José Crócamo, adquirió los cheques rechazados y se convirtió en el principal acreedor de la cooperadora. Con esta posición, logró hipotecar las instalaciones del centro e iniciar acciones legales para ejecutar el remate.
“No me interesa el remate del edificio, sino cobrar la deuda”, afirmó Crócamo. La deuda de CEMEFIR ronda los 400 mil dólares, mientras que el valor inmobiliario del edificio se estima entre 2 y 4 millones de dólares, lo que podría resultar en un negocio lucrativo para el adjudicatario del remate.
La ley de expropiación: una solución en suspenso
En diciembre de 2021, la Legislatura provincial aprobó la ley 15318, que declaró la expropiación del inmueble por razones de utilidad pública. Según el artículo 2 de la ley, el edificio sería transferido a la Municipalidad de La Matanza para garantizar la continuidad de las actividades de CEMEFIR. Sin embargo, a pesar de que la ley establecía un plazo de tres años para concretar la expropiación, dicho plazo vencerá en febrero de 2025 sin avances significativos.
La jueza Laura Mato, a cargo del Juzgado de Primera Instancia Civil y Comercial N.º 1, ha vuelto a caratular el expediente, considerando que los plazos de la expropiación han expirado, y ha ordenado llamar a remate judicial del inmueble ubicado en Perú 2433, San Justo.
Una pregunta sin respuesta
Han pasado 12 años desde el inicio de este conflicto y tres años desde la promulgación de la ley de expropiación, pero el único centro de salud física y rehabilitación para los sectores más vulnerables de La Matanza sigue al borde del cierre. Ante esta situación, surge una interrogante crucial: ¿Qué medidas tomará el intendente Fernando Espinoza para evitar que miles de matanceros queden sin atención y que los trabajadores pierdan su fuente de ingreso?
La comunidad espera respuestas y acciones concretas para preservar un espacio que, por más de 60 años, ha sido sinónimo de esperanza y rehabilitación.
En tanto, el viernes 10 de enero se realizará un abrazo solidario a la institución, ubicada en Perú 2433, a las 10.00 hs bajo el lema “No al remate de CEMEFIR”. Los trabajadores invitan a toda la comunidad a sumarse a la iniciativa.
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