
A la cooperativa fundición LB, ubicada en Gregorio de Laferrere, le cortaron el gas por falta de pago. Como último recurso, los empleados llevaron una garrafa a su lugar de trabajo para poder continuar con sus tareas. Por su parte, la cooperativa San Justo, recibió una factura de un millón de pesos del mismo servicio. La deuda total entre esta quincena, el transporte y lo refinanciado en cuotas, alcanzaría los dos millones y medio. El presidente de esta última entidad dijo que a diferencia de 2001, hoy “se está perdiendo la esperanza”.
Valeria Adámoli
Redacción Diario NCO
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En diálogo con el programa “Minuto a minuto”, por C5N, el presidente de la cooperativa LB, José Fernández, explicó que sumado a que ya no cuentan con el servicio de gas, en estos días también podrían quedarse sin energía eléctrica debido a que recibieron una factura de Edenor de 293.172 pesos. De ese monto, la institución fundada en 2001 abonó una boleta de 130 mil pesos y el resto les fue financiado en cuotas.
“En estos días nos han cortado el gas y estamos luchando con una garrafa, con el riesgo y peligro que ello implica para los compañeros que están trabajando con eso (…) No es lo mismo. Está a la vista. Es feo, no se justifica que estemos trabajando así”, señaló.
En enero de 2017, la fábrica recuperada que se especializa en fundición de hierro Gris y Nodular para sistemas de redes de agua, abonó 14.666 pesos, mientras que abril de este año, la factura emitida es de 36.228. “Se triplicó la cuenta y ¿cómo hacemos para pagarla? O comemos o pagamos y que no se nos enferme alguien en la casa…”, dijo y añadió que “en la semana recibimos la amenaza de corte de la luz, entonces buscamos algunas monedas que teníamos, a ver si acortábamos la diferencia. Por suerte parece que sí”.
Asimismo, el trabajador tocó otra arista de la complicada situación: la cuestión emocional que afecta tanto a los empleados como a la propia familia: “Hay algo de lo que nadie habla (y es de) los problemas en los matrimonios porque vos llegás sin un mango a tu casa”.
“Nosotros no quisiéramos tener esta charla. Quisiéramos decir que estamos bien, pero no es así. Además, son muchas cooperativas las que están en la misma situación. No nos quieren a nosotros”, agregó. La entidad, junto a otras 119, forma parte del Movimiento Nacional de Fábricas Recuperadas.
A su turno, Juan Carlos Hidalgo, de la cooperativa de trabajo San Justo, ubicada en Presidente Perón 3927, explicó que se encuentran atravesando la misma situación que LB. “No nos han cortado (los servicios) pero en cualquier momento…A nosotros nos ha venido ahora, de la quincena, un millón de pesos de gas para abonar”.
En este sentido, detalló: “Nosotros tenemos dos boletas como ellos. Del transporte (de gas) nos vino 480.000 pesos y un millón de consumo en la quincena. Nuestras familias están todas angustiadas porque no se puede pagar. Realmente estas tarifas son imposibles”.
“Lo que pedimos es que al gas nos lo siga vendiendo el Estado, como en el 2015 donde nosotros podíamos pagar, tener un precio razonable. No pedimos que nos regalen nada. El Estado nos vendía a 2,97 dólares y la boca de pozo valía 1,97, o sea que el Estado estaba ganando con nosotros también. ¿Por qué no podría haber seguido así? Yo le pido al señor presidente por favor, las cooperativas estamos muy angustiadas”, precisó.
Para realizar una comparación, el trabajador calculó que a fines de 2015, abonaban de gas unos 350 mil pesos, porque lo pagaban a 2,97 dólares por millón de BTU. En este momento, remarcó que el precio es de 5,30 en moneda extranjera y que en invierno “se aumenta a 5, 50 dólares”.
“Un millón de pesos es la quincena. Nosotros estamos calculando que con el cambio del dólar nos va a venir entre 1.800.000 a 1.900.000 (de pesos). Pagamos dos boletas, una de consumo y una de transporte. El transporte nos vino 480 mil”, agregó.
Pero esto no es todo, Hidalgo explicó que el año pasado la institución quedó debiendo dos millones y medio de pesos por lo que se ajustó a un plan de pagos. Sin embardo, el trabajador puntualizó que “al terminar, nos corren los intereses en dólares. A los 1.800.000 le tenemos que sumar los 250 mil pesos que tenemos que pagar de cuota” y los 480 mil del transporte. Números más, números menos, “al día de hoy se deben 2.500.000” pesos.
En la cooperativa no pueden reducir el consumo de gas que se utiliza para trabajar. En este momento están produciendo las 24 horas con tres turnos. Así, resaltó que se encuentran elaborando más de lo que comercializan: “Las ventas han bajado mucho y lo que estamos haciendo es producir y después tratar de cortar el gas. Pero lo que pasa es que para apagarlo tarda siete u ocho días y para prenderlo también porque es un horno continuo”, detalló.
Conforme con esto, Hidalgo precisó que las ventas cayeron entre un 30 y un 40 por ciento, sumado a que cada vez que tienen que subir los precios, se tarda entre 15 y 20 días para que los aumentos se acomoden en quienes compran sus artículos. “Si vendiéramos todo lo que producimos quizás podríamos pagar, pero tampoco se vende porque están entrando cosas importadas (con las) que no podemos competir”, manifestó.
Salarios que no aumentan
“Un empleado, de sueldo promedio, gana entre 10 mil y 12 mil pesos. Hay compañeros que son sostén de hogar y tienen a cuatro o cinco personas en la casa. Con 12 mil pesos no se puede vivir. Hace poco les estaban dando los Repro (Programa de Recuperación Productiva), cuando bajaban las ventas. En este momento no se los están dando”, indicó el presidente de la entidad. Conforme con esto, dijo que hace más de dos años que no pueden aumentarse el sueldo y que incluso, en algunos casos, los están reduciendo.
“No sé qué está pensando el Gobierno (cuando) dice que no se están cerrando PyMEs. Nosotros conocemos fábricas de vidrio que se están cerrando, fábricas de calzado, ¿dónde no se cierra?”, dijo en respuesta al ministro de Producción, Francisco Cabrera, quien la semana pasada había dicho que “no hay una sola pequeña o mediana empresa que haya cerrado por las tarifas”.
2001
Hidalgo comentó que la cooperativa formada por 60 trabajadores fue fundada entre 2001 y 2002, “cuando los patrones quebraron” y explicó que en el lugar se realizan “ópticas para autos, de vidrio, regalería, floreros, vasos, copas”, entre otros productos.
“En el 2001, cuando nosotros recuperamos la fábrica, teníamos esperanza. Estábamos afuera, entramos, no teníamos nada, ni gas ni luz. Tuvimos que luchar para tener todo eso, pero teníamos esperanza. Pero en este momento, no sé si les pasará a los compañeros, pero la esperanza se está perdiendo y hay que trabajadores que como el sueldo no les alcanza, se están retirando de las cooperativas y los entiendo”, opinó.
Y agregó: “De acá en adelante, no sabemos qué va a pasar con la fábrica, realmente. De acá a un mes nosotros vamos a parar y después no sabemos si vamos a arrancar porque está muy angustiante la cosa”