
Proyecto. En diálogo con Diario NCO, el espacio contó cómo fue el surgimiento y cómo trabajan hoy en día con aquellos que menos tienen.
Por Tomás Modini
@ModiniTomas
Con el paso del tiempo las dificultades socioeconómicas se acrecientan en algunos lugares precarios y comienzan a presentarse mayores necesidades en sectores vulnerables. Allí surge la necesidad de grupos que brindan ayuda de manera desinteresada y solo con la intención de colaborar y dar una mano.
Es el caso del Proyecto Servir, una red de voluntarios autogestiva y sin fines de lucro situada en La Plata. Cada domingo acercan una vianda y aportan atención psicosocial a individuos en situación de vulnerabilidad en el casco urbano de la ciudad y también en alrededores.
“Abonamos a la construcción en colectivo. No nos da lo mismo lo que le pasa al otro, entendemos la importancia del accionar social y de enfrentar la desigualdad. Comprendemos que el primer paso para cambiarlo es visibilizarlo para problematizar” expresan en sus redes sociales.
En diálogo con Diario NCO, comentaron un poco del surgimiento del espacio y de cómo tuvieron que organizarse para trabajar efectivamente en la pandemia.
“Nos planteamos cómo ayudar a personas en situación de vulnerabilidad”
En el comienzo de la nota, contaron de manera detallada el nacimiento del Proyecto Servir, que hoy colabora con muchos grupos: “El proyecto fue creado a principios de junio del 2020, en plena pandemia, por dos scouts del grupo Scout San Jorge: Mateo Laure y Joaquín D’Angelo, quienes tuvieron y se plantearon una inquietud: al observar a numerosas personas en situación de vulnerabilidad, se preguntaron cómo podrían ayudarlas, desde su lugar”.
“Su deseo era no solo brindar ayuda material, sino también conocer sus historias, escucharlos, brindando apoyo psicosocial y un espacio para compartir. Así nació la iniciativa de proporcionar viandas y apoyar emocionalmente a quienes más lo necesitaban”, añadieron.
Pese a las muy buenas intenciones comentaron que “al principio fue realmente muy difícil y duro con la situación de la pandemia porque había que desinfectar todo el lugar y los materiales antes de comenzar a repartir”.
“Inicialmente, los rovers con sus dirigentes cocinaban en la parroquia San Cayetano y Cruz Roja eran quien repartía las viandas. Al principio fue bastante duro puesto que había que hacer todo con guantes y barbijo, pasar sanitizantes y desinfectar todo de nuevo al terminar. Para entrar al lugar teníamos una pileta de bebés con agua y lavandina y ahí arrancaba el circuito”, desarrollaron.
Una tarea de mucha entrega
De más está decir que este tipo de acciones son totalmente destacables y para reconocer con honores, en gran parte porque lo que hacen no lo hacen para recibir algo a cambio sino para sentirse realizados por ayudar. Aunque de todos modos, el desgaste es grande y ellos lo reconocen.
Cocinar lleva horas, literal empezábamos a las 14 y terminábamos a las 21. Es una tarea de mucha entrega y amor al prójimo y que hay que dedicarle mucho tiempo”.
Además, destacaron que con el paso del tiempo otras organizaciones se empezaron a abrir y tuvieron que dedicarse a prácticamente todas las actividades: “Con el paso del tiempo y al aparecer otras organizaciones que hacían lo mismo que nosotros, Cruz Roja se hizo a un lado y asumimos también la responsabilidad de la distribución de nuestras viandas, armando nuestro propio recorrido, según las necesidades que nos va demandando la calle”.
A raíz de esto último es que el Proyecto Servir busca constantemente voluntarios que estén dispuestos a colaborar con la causa social. Lo hacen a través de sus redes sociales. La cuenta de Instagram es: @proyecto_servir .