La víctima había sido identificada como Rafael Pardo, de 83 años, quien fue acribillado de un tiro en la cabeza por cuatro motochorros cuando salía de una farmacia y se subía a su vehículo. Los delincuentes intentaron sustraerle el auto, pero tras matarlo huyeron sin nada.
A días del brutal asesinato de Rafael Pardo, un abuelo de 83 años, en pleno Ramos Mejía, las fuerzas de seguridad lograron detener a dos jóvenes de 19 y 22 años, quienes se encuentran acusado de haber formado parte de la banda delictiva que acabó con la vida del hombre para intentar robarse su vehículo.
Según informaron fuentes policiales, la aprehensión se realizó por personal de la Delegación Departamental de Investigaciones (DDI) a partir del análisis de las cámaras de seguridad, de las comunicaciones de los sospechosos y de la geolocalización de sus teléfonos celulares. Es así como se logró establecer que uno de los detenidos era uno de los conductores de las dos motocicletas que abordaron al jubilado, quien al momento del crimen estaba saliendo de una farmacia a la que había ido a comprar sus medicamentos.
Es así como los investigadores pudieron determinar que el sospechoso se ocultaba en la vivienda de su madre, en la localidad de Villa Luzuriaga, y, tras un operativo de vigilancia, ubicarlo cuando salía junto a su padre a bordo de un auto Chevrolet Corsa.
Con la autorización del fiscal Claudio Fornaro, de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) Temática de Homicidios del Departamento Judicial de La Matanza, las fuerzas de seguridad comenzaron a seguirlo, hasta que lograron interceptarlo y detenerlo en la intersección de Doctor Enrique Eizaguirre y Mariano Santa María, en San Justo.
Posteriormente, las fuerzas de seguridad allanaron el delincuente en el que se ocultaba el presunto homicida, donde se secuestró una moto Yamaha Fazer -que se presume que fue utilizada en el ilícito-, autopartes que fueron cambiadas para alterarla y 66 proyectiles intactos de calibre 9 milímetros.
Cabe recordar que días atrás, habían apresado a otro joven de 19 años, quien aseguró que “estaba en su casa” cuando se produjo el homicidio. La justicia precisó que aún permanecen prófugos dos sospechosos.
El crimen de Pardo ocurrió la semana pasada al mediodía en la calle Carlos Pellegrini al 400, en inmediaciones de la farmacia Sinni, donde había asistido para comprar los medicamentos que necesitaba. Al salir, se subió a su auto Peugeot 208 de color blanco, donde fue abordado por cuatro delincuentes armados, quienes se movilizaban en parejas a bordo de dos motocicletas.
Ante esa situación, el jubilado forcejeó con los asaltantes, por lo que uno de ellos lo acribillo al dispararle en la cabeza, lo que hizo que el proyectil impactara en el parietal izquierdo de la cabeza del hombre. Tras el homicidio, todos los asaltantes huyeron del lugar sin concretar el robo.
En tanto el abuelo quedó recostado sobre el asiento del vehículo, gravemente herido, y luego de vecinos de la zona alertaran al 911 de lo ocurrido, arribó una ambulancia, cuyo médico constató el fallecimiento de la víctima.
Pardo tenía dos hijos y la causa fue caratulada como “homicidio agravado por el uso de fuego criminis causae”, que prevé una pena de prisión perpetua.
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