Número de edición 8481
La Matanza

Una mujer aseguró que su pareja se suicidó, pero quedó detenida acusada de homicidio

Bertotto. Una mujer aseguró que su pareja se suicidó.

El confuso episodio, en que murió un hombre de 26 años, se dio en La Tablada. La Justicia se encuentra analizando la posibilidad de que la mujer lo haya asesinado de un tiro en la cabeza en medio de una discusión.

Por Daiana Zunino (ds.zunino@gmail.com Instagram: @ds.zunino)

Un hombre de 26 años perdió la vida a causa de un disparo en la cabeza en una residencia en La Tablada, al tiempo que resultó detenida su pareja, quien inicialmente afirmó que la víctima se había suicidado.

El hecho tuvo lugar en la noche del lunes, alrededor de las 22:30, en la calle Necochea al 4200, donde agentes policiales se hicieron presentes después de recibir una alerta sobre un supuesto suicidio.

Tras ingresar a la propiedad, los oficiales confirmaron la muerte de un joven, identificado como Javier Esteban Bertotto, de 26 años, quien presentaba una herida de bala en la cabeza.

En el lugar, los oficiales interrogaron a la pareja de la víctima, Débora Marín Romero, quien afirmó que Bertotto se había suicidado. Al mismo tiempo, llamaron al fiscal Adrián Arribas, perteneciente a la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) Temática de Homicidios del Departamento Judicial de La Matanza.

El fiscal Arribas llegó al lugar del crimen y supervisó el trabajo de los peritos de la Policía Científica, además de llevar a cabo una revisión de las cámaras de seguridad ubicadas en la zona y de entrevistar a testigos. Basándose en los testimonios y las investigaciones realizadas, Arribas ordenó la detención de la mujer -una chica trans nacida en Perú en 1981- al descartar la posibilidad de un suicidio, de acuerdo con lo informado por fuentes judiciales.

Los investigadores sospechan que se desencadenó una discusión entre la pareja y que, en ese contexto, Marín disparó a Bertotto.

Cabe destacar que Bertotto tenía antecedentes penales, ya que estuvo preso en un penal federal hasta marzo de este año. En 2019, el Tribunal N°27 porteño lo había condenado a cinco años de prisión por robarle a una mujer con un arma blanca en 2016. No obstante, su pareja también tenía antecedentes, pero en su caso por tráfico de drogas, según trascendió.
Lo que hizo crecer aún más las sospechas es que, si bien el departamento de la pareja poseía cámaras de seguridad, el DVR, que almacena los datos, no estaba allí.
Acto seguido, el fiscal se acercó hacia el contenedor de basura que se encontraba en la esquina del domicilio y, efectivamente, encontró en aquel lugar el DVR.

A esto se sumó que la pareja del fallecido expresó que le robaron su celular ese mismo día y que Bertotto rompió su propio teléfono y que lo echó a la basura.
Finalmente, la prueba final que puso a la pareja del fallecido como la principal sospechosa fue que en la habitación donde se encontró el cadáver de Bertotto se encontró dos agujeros de bala, no una.
Los investigadores sospechan que se desencadenó una discusión entre la pareja y que, en ese contexto, Marín disparó a Bertotto.

La mujer será interrogada en las próximas horas por el fiscal Arribas, quien la acusa de “homicidio agravado por el uso de arma de fuego y tenencia ilegal de arma de guerra”.
Este lamentable episodio sucedió días después de que Rafaela Martínez, de 61 años, fuese encontrada ahorcada y con signos de haber sido golpeada en una vivienda de San Fernando, mientras que su ex pareja, Maximiliano Soto -también de 61-, fue detenido.

Todo comenzó cuando Soto llamó a su hija, quien reside en la misma dirección pero en una vivienda separada en la planta baja, y le comunicó que había encontrado a su madre ahorcada.
La joven, sin embargo, no tardó en llegar hasta la residencia de su padre y, al cuestionar la historia que le había relatado, se percató de que algo no cuadraba. Tres hermanos mayores también se acercaron al lugar y compartieron las mismas dudas. Todos ellos examinaron el cuerpo, concluyendo que la versión de su padre era inverosímil, ya que su madre no debía estar allí.

De esta manera, los hijos informaron a las autoridades que sus padres se habían separado hace un tiempo y revelaron que Soto tenía una especie de “obsesión” por Martínez.
Por este motivo, habían instado a la víctima a mudarse. La mujer aceptó la propuesta y se trasladó a una residencia en Don Torcuato en marzo de este año. Los cuatro hermanos optaron por no revelar la dirección a su padre con el fin de evitar que la buscara, por lo que le dijeron que se había mudado a un departamento en la zona sur de la Capital.

Las sospechas de un crimen se intensificaron al revelarse los resultados preliminares de la autopsia. Los peritos que examinaron el cadáver descubrieron un corte de diez centímetros en la cabeza, así como contusiones y hematomas en la espalda, el área abdominal, los brazos y las piernas.
Fuentes del caso señalaron que también se observaron marcas que sugerían que el cuerpo había permanecido en una posición horizontal durante un tiempo

Estos hallazgos dieron lugar a una teoría: que el cadáver podría haber sido movido y que se había manipulado la escena para simular un suicidio. Además, se notaron marcas en las manos de Soto.

En este contexto, el fiscal Jorge Nocetti, a cargo de la Unidad Funcional de Instrucción de Género de San Fernando, ordenó de inmediato la detención de Soto, imputándolo con el delito de homicidio agravado por la relación de parentesco y la violencia de género.

 

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