El CIIE de Laferrere lleva su nombre.En un acto realizado el 18 de agosto, en la sede de la Institución, ubicada en la calle Lopez May 3250, se le impuso el nombre de este héroe de Malvinas, al Centro de Capacitación, Información e Investigación Educativa de dicha ciudad.
Participaron autoridades dela Dirección Provincial de Educación Superior, la Jefa Regional Distrital de La Matanza, Formadores docentes, docentes, alumnos y alumnas de varias escuelas como abanderados/as, ex combatientes, representantes del Regimiento de Patricios y la tía de Julio Cao, María Eva Hasencever, en representación de la familia del maestro caído en Malvinas.
Al final del acto se descubrió una placa colocada en el frente de la Institución con la inscripción de su nombre y una frase de su famosa carta a sus alumnos de 3°D de la Escuela N° 32, escrita desde Malvinas: “Espero que ustedes no se preocupen mucho por mi porque muy pronto vamos a estar juntos nuevamente y vamos a cerrar los ojos y nos vamos a subir a nuestro inmenso cóndor y le vamos a decir que nos lleve a todos al país de los cuentos que como ustedes saben queda muy cerca de las Malvinas”
La directora, Adriana Sica, en su intervención contó que “cuando comenzamos a pensar un nombre para nuestra institución surgió rápidamente el de Julio Cao, pero fue grande la sorpresa cuando La comunidad de docentes lo tomo y creo que fue porque representa la lucha, el patriotismo y la vocación docente, además de ser matancero. Él es un representante de toda la docencia matancera, que caminó las calles polvorientas del barrio Don Juan, que pisó la estación de Laferrere al haber sido docente en la Escuela Primaria N° 32, que hoy lleva su nombre con orgullo. Yo tomé contacto con la historia de Julio cuando hace unos años ingresé como vicedirectora a la Escuela 32. Con este nombre, nuestra institución tiene identidad, somos y seremos CIIE Julio Rubén Cao de Laferrere”.
Cesar Logares, integrante del equipo de Formadores, intervino en nombre de la Institución informando sobre el proceso de elección del nombre; que se realizó en etapas, que permitieron la participación de toda la comunidad educativa, se recibieron propuestas que fueron atentamente escuchadas y finalmente votadas. “Es ahí donde emerge el nombre que hoy nos convoca: Julio Rubén Cao”
Haciendo una reseña biográfica del maestro soldado planteó:“Julio era maestro de la Escuela 32 de Gregorio de Laferrere. Desde que tenía memoria, había querido ser maestro. Estaba esperando un hijo con su mujer Clara Barrios. Quería ser padre y soñaba con una familia numerosa. Solidario, guapo, en las aulas también se convertía en albañil para reparar los techos, o en carpintero para arreglar los viejos bancos de escuela. Hizo un profesorado en Literatura porque amaba a Serrat. Siempre soñó con ser docente porque admiraba a Gandhi y a la Paz.
La Guerra de Malvinas lo encontró enseñando. Tenía 21 años cuando le comunicó a su familia la decisión de ir como voluntario a combatir a las Islas. Partió el 12 de abril de 1982 hacia Puerto Argentino Junto al Regimiento de Infantería Mecanizado N° 3 del Ejército. Antes de embarcarse a Malvinas y después de besar el ombligo de su esposa, Julio plantó un árbol en el patio de la casa de su madre. Quiso respetar aquello de tener un hijo, plantar un árbol y escribir un libro. El libro no pudo concretarlo. Pero escribió cartas conmovedoras desde Malvinas, una de ellas en particular, donde se dirige a sus alumnos de 3ero D, que se lee cada 2 de abril en muchas escuelas de nuestro país”.
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