En una entrevista exclusiva para No Te Duermas por Hexa Radio, coproducción de Periódico SIC y Diario NCO, se entrevistó a Marta Giménez, veterana de la guerra de Malvinas, quien hizo un repaso sobre su vida, sus inicios en la marina mercante, lo que vivió durante la guerra y el reconocimiento que reciben por parte de la sociedad.
Por Agustín Guerreiro
Al comienzo de la entrevista Marta repasó sus comienzos en la marina mercante, vivía en Mar del Plata cuando ingresó a la Escuela Nacional de Náutica, que se encuentra en el barrio porteño de Retiro, así que tuvo que venir a Buenos Aires a rendir los exámenes para recibirse de oficial comisario de la armada; eran tres exámenes de eliminación consecutivos, a partir de aprobarlos, debía prepararse por dos años más para recibirse.
“Ya había pasado el conflicto de Malvinas, me mudé a La Matanza y ya hace más de 30, 32 años que vivo ahí, vivo en Ramos Mejía”, comentó Giménez. Igualmente, reconoció que hoy se encuentra en España, más precisamente en Vigo, por una cuestión familiar, ya que, sus hijos se encuentran viviendo allí; y aunque, ella aún no vive en el país europeo, no lo descarta, porque en este momento ella está priorizando la unión familiar.
Al ser consultada sobre si ha charlado con sus hijos sobre Malvinas, fue contundente: “Cuando hablan de invisibilizar, por ejemplo, yo a mis hijos les he contado toda esta historia ya de grandecitos, hasta que no empezaron a ver el 2 de abril en la escuela y demás, aproximadamente a los 10 años. Ahora me acompañan a algunos actos, ellos me llevan, yo creo que están orgullosos”.
Su vida después de la guerra
La veterana explicó que el 14 de junio, mismo día en el cual se produjo el cese de actividades y la finalización de la guerra, el buque en el que navegaba atracó en el puerto de Buenos Aires y, después de realizar todos los trámites pertinentes, desembarcaron del mismo, al hecerlo tomaron conocimiento de todo lo sucedido, es más, notó que hubo una diferencia en cuanto a la información que manejaban en Buenos Aires, con respecto al sur, puerto dónde también habían atracado.
“Buenos Aires era una cosa y el sur era otra, en el sur como que se tenía más conciencia de lo que estaba sucediendo y en Buenos Aires no y esto creo que se dio en parte a la forma que informaban los sucesos cómo se iban ocurriendo, sería parecido a como creían que estábamos ganando la guerra, cuando en realidad, estábamos teniendo muchas bajas y el enemigo amenazaba”, argumentó Marta.
Por otro lado, expresó los sentimientos y sensaciones que se le pasaban por la cabeza a la hora de pensar en lo que estaban viviendo los soldados y sus familias: “Yo pensaba en los soldados que estaban en el frente y las condiciones en las que estaban, el sur es muy frío, los vientos son de 200km/h el suelo suele estar mojado.Después, en las vidas que se habían dejado, en las familias que iban a estar sin sus hijos, sin sus esposos a mí me apenaba, y me entristecía”.
El reconocimiento por parte de la sociedad
Giménez, clarificó un malentendido que existe alrededor de la labor que las mujeres realizaron durante la guerra, ya que, todas aquellas que participaron, lo hicieron de manera voluntaria, es decir, cuando designaron los buques para realizar apoyo logístico en Malvinas, permitieron que toda aquella persona que no quisiera ir desembarcara, pero que tanto ella como sus compañeras, optaron por ir.
“Cada una en su lugar, también se han ofrecido de voluntarias y otras han decidido cómo yo en el buque, permanecer, no fue obligatorio, nunca buscamos ningún rédito de nada, uno ahora consiente de lo que iba a venir pero, en ese momento, uno dice “voy a ofrecer mi vida por las patria”, pero nadie buscó nada más después, o sea lo que vino después, para mí, los sorprende, no creo que la sociedad nos deba nada”, acotó la veterana de guerra.
A pesar de que sostuvo que la sociedad no les debe nada, arremetió contra el Estado y las Fuerzas Armadas:“Por ahí, por parte del Estado y de las Fuerzas Armadas, nunca tuvimos ningún lugar dentro de la Armada, las chicas del ejército están, actualmente, trabajando mucho. Si se ha logrado este conocimiento y posterior conocimiento por parte de la sociedad creo que ellas son las que más han batallado para abrir este camino, después nos contagió a todas”.
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