Número de edición 8481
La Matanza

Acusaron por abuso a los padres y los detuvieron, pero la autopsia desmintió a los médicos

Abuso. Afirmaron que había signos de abuso sexual.

 

La niña ingresó con muerte cerebral al Hospital Balestrini. Los padres, señalados como sospechosos, dijeron que se había ahogado con la leche. Los médicos que la atendieron afirmaron que había signos de abuso sexual, pero el médico legista los contradice. La familia exige la inmediata liberación de los progenitores.

Más pruebas aparecen y más difícil se vuelve esclarecer el panorama en torno al fallecimiento de Alison Barrientos Rivero, una beba de tan solo 21 días de edad que ingresó por guardia al Hospital Dr. Alberto Balestrini de Ciudad Evita. Tras ser examinada por los médicos, se constató que tenía muerte cerebral y lesiones compatibles con abuso sexual. Al poco tiempo, la menor perdió la vida.

Las hipótesis sobre lo sucedido se contradicen: los padres de la niña, identificados como Layla Melani Rivero, de 24 años, y Omar Barrientos, de 26, afirmaron que Alison se había atragantado con la leche que había ingerido antes de dormir y que la encontraron ahogada en la cama.

Pero los médicos que la atendieron sostienen que la menor presentaba golpes y signos de abuso sexual en la zona anal. Por su parte, la autopsia realizada reveló que no existen tales signos, de modo que le dio crédito a lo dicho por los progenitores. Aun así, continúan detenidos bajo la carátula de “homicidio agravado por el vínculo”. Frente a este confuso panorama, la justicia no descarta ninguna hipótesis y continúa recolectando pruebas para esclarecer la causa.

En tanto, los profesionales de la salud que examinaron a la niña prestaron declaración ante la justicia y ratificaron la versión del abuso sexual. “El informe preliminar de autopsia no se condice con las lesiones que decían los médicos que atendieron a la nena en el hospital. Por eso hoy se les recibió declaración a los profesionales que la asistieron, quienes se mantuvieron en sus dichos”, revelaron fuentes judiciales.

Asimismo, los investigadores de la Policía Científica fueron a la casa de la familia, ubicada en el barrio San Alberto en la localidad de Isidro Casanova, partido de La Matanza, y secuestraron una sábana con sangre hallada en la cama matrimonial, lo que se suma a la lista de pruebas a examinar. Además, la pareja tiene otros tres hijos menores, de 8, 7 y 5 años, quienes fueron resguardados por el servicio de protección local.

Fuente: Zonales

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