El diputado salteño pidió además la “castración” para los abusadores y violadores. Y entre ellos incluyó al cura Julio César Grassi.
“Para los femicidios hay que pedir la pena de muerte, directamente”, sentenció el diputado salteño Alfredo Olmedo en el programa Intratables, mientras se debatía sobre el avance del proyecto de ley para limitar las excarcelaciones de autores de delitos graves.
Consultado puntualmente sobre el registro de violadores, que se tratará este jueves en comisión, el legislador contó: “distintos diputados de la Nación de distintos bloques me acompañaron para pedir una sesión especial para el día 10 de mayo para tratar solo el tema de violadores. Tengo 18 proyectos presentados”.
Olmedo propuso que esos delincuentes “no sólo que no salgan de la cárcel, sino que también sea obligatorio que trabajen y pierdan sus bienes a favor de la víctima”.
Finalmente, no dudó en detallar otros castigos que él considera necesarios para los condenados por esos delitos: “castración química para el abusador y castración física para el violador”. Y además, consideró que “al cura (Julio César) Grassi hay que castrarlo, no tenga dudas”.
“Para los femicidios hay que pedir la pena de muerte, directamente”, sentenció el diputado salteño Alfredo Olmedo en el programa Intratables, mientras se debatía sobre el avance del proyecto de ley para limitar las excarcelaciones de autores de delitos graves.
Consultado puntualmente sobre el registro de violadores, que se tratará este jueves en comisión, el legislador contó: “distintos diputados de la Nación de distintos bloques me acompañaron para pedir una sesión especial para el día 10 de mayo para tratar solo el tema de violadores. Tengo 18 proyectos presentados”.
Olmedo propuso que esos delincuentes “no sólo que no salgan de la cárcel, sino que también sea obligatorio que trabajen y pierdan sus bienes a favor de la víctima”.
Finalmente, no dudó en detallar otros castigos que él considera necesarios para los condenados por esos delitos: “castración química para el abusador y castración física para el violador”. Y además, consideró que “al cura (Julio César) Grassi hay que castrarlo, no tenga dudas”.
