
La antigua empresa ubicada en General Guido 430, donde se fabricaban productos como extracto de blanco y las cremas Nirvana cerró sus puertas hace aproximadamente 50 años debido a una crisis económica que no pudo afrontar y desencadenó en un proceso de quiebra, y desde hace dos años, según indicaron los vecinos, un grupo de personas extranjeras comenzaron a habitar el lugar.
La vecina Laura Quiroga dialogó en el programa radial “Haciendo Radio”, producción de Diario NCO (emitido los lunes, miércoles y viernes de 13 a 15 por la AM 850), para contar en profundidad cómo es la situación que están padeciendo los ciudadanos de la zona.
“Hace unos 12 años se presentó un supuesto dueño de origen boliviano que quería poner un mercado de verduras. Los vecinos en este momento llamaron a la Municipalidad, que se acercaron y entonces el mercado no se pudo poner, pero a cambio introdujeron gente de origen boliviano”, comentó al aire de La Radio AM 850.
A medida de que pasaron los años, la situación se complejizó y comenzaron a aparecer las primeras ocupaciones ilegales del predio. “Empezaron poniendo un centro cultural donde se hacían distintas actividades hasta que vinieron familias enteras con chicos y mujeres y así ocuparon todo el lugar”, contó Quiroga.
Según las estimaciones de los vecinos, son alrededor de 200 las familias que están viviendo en condiciones precarias, donde tienen espacios compartidos, como la cocina, los baños y además, creen que están “colgados” del servicio de luz.
Para obtener una parcela del predio y así poder construir una habitación, un matrimonio se encarga de la comercialización del mismo y les cobra 100 mil pesos a las personas que estén interesadas en ingresar a la fábrica.
“En verano los chicos salen a calle porque hace mucho calor, entonces toman la calle como lugar de veraneo, juegan a la pelota, al vóley y las veredas de los vecinos de enfrente quedan invadidas y uno tiene que pedir permiso para pasar”, detalló la vecina.
“Están hacinados y supongo que hay promiscuidad porque hay pequeños pasillos en donde se divide por una pared las habitaciones y también dejan todos los rastros de botellas de cerveza en la calle, toman mate y sol, o sea la verdad que uno se siente como invadido”, agregó.
La preocupación de los habitantes de la zona es constante porque además de las condiciones desfavorables en las que están viviendo, los perjudican a ellos por ejemplo en la valoración de las viviendas en caso de una posible venta.
“Me preocupa porque todo el tiempo está viniendo la policía, siguen construyendo y tiran la basura en la esquina y se genera un montículo enorme de basura que viene de ellos y de los vecinos. Está instituido que ese lugar es una basural y es nocivo para nosotros, para nuestra salud. Hay gente enferma terminal que vive en frente y recibe todo eso tóxico”, resaltó.
Además, crecen las sospechas sobre la posible venta de droga y del ejercicio de la prostitución por parte de las personas que habitan la fábrica. “Una persona llama a la terraza y le tiran un sobrecito pequeño blanco con una sustancia blanca y el olor que se siente es como de acetona es un olor nauseabundo”, denunció Quiroga.
Las denuncias presentadas por los vecinos
Un grupo de ciudadanos del barrio, que pertenece al partido de La Matanza, se reunieron para elevar una queja en la Municipalidad y encontrar una posible solución. “Nos dijeron que teníamos que hacer una denuncia judicial a la fiscalía y lo hicimos, pero todavía no hemos tenido ningún tipo de respuesta”, señaló.
Asimismo, dijo que personal de la Municipalidad les recomendó que no confíen en la policía de la zona. “La policía los protege y no podemos llamarla porque te contestan de mala forma”, sentenció.
Según Quiroga, uno de los tres dueños del lugar presentó una denuncia en el área de inmigraciones porque los usurpadores son de origen paraguayo.
“Estos tres dueños que aparecen dándonos los papeles de que son los dueños y si la verdad lo son no sé a quién deben haber comprado el lugar y si hay drogas podemos pensar que hay gente muy poderosa que está detrás, son suposiciones, pero uno esta tan cansado de escuchar cosas que ya no me extrañaría nada la verdad”, concluyó.