
Fue pionera del boxeo femenino por lograr la licencia profesional dela Federación Argentina de Box y falleció a los 57 años a causa de un incendio en su casa.
Por Lorena Belén Papaianni
lorenabpapaianni97@hotmail.com
El mundo del boxeo está de luto desde que se conoció la noticia de la muerte de La Guapa Montiel, reconocida por sus épicas peleas contra La Locomotora Oliveras y La Tigresa Acuña.
La deportista perdió la vida en horas de la madrugada del domingo, a causa de un incendio que se originado en su casa del barrio Los Pinos, en el partido de La Matanza.
Según manifestaron los investigadores, el incendio comenzó a partir de la caída de una estufa que estafa conectada a una garrafa y también generó la muerte de sus mascotas.
Al acercarse a la vivienda de Montiel, fue uno de los vecinos quien la encontró sin vida a la boxeadora de 57 años.
La historia detrás de los guantes
Para marzo del año 2002, Montiel ya se había convertido en boxeadora profesional, después de competir en 22 combates amateurs, siendo que había comenzado en el boxeo a los 31 años.
En algunas entrevistas de años atrás, La Guapa, solía contar aquellos sueños que tenía en su niñez, como por ejemplo dedicarse al fisicoculturismo y tener su propio gimnasio.
Además, nunca pensó en dedicarse al boxeo, aunque de pequeña miraba por el televisor los fines de semanas algunas peleas.
Y el objetivo que ella quería, era contar con un espacio propio en el cual aquellas personas que tenían problemas pudieran desarrollar sus músculos y mejorar su calidad de vida.
Su carrera
La Guapa entrenaba con pesas, pero como no tenía dinero para pagar la cuota, el señor del gimnasio le dijo que le pagara con trabajo, y para eso tenía que ayudarlo en el sector de rehabilitación de adultos mayores.
Hasta que un día, se dirigió a la parte de arriba del gimnasio y empezó a usar las bolsas de boxeo que estaban ahí colgadas, hasta que un entrenador la vio y le propuso entrenarla.
Todos sus inicios en este deporte quedaron registrados en el libro “Abran paso” de Yésica Palmetta e Irene Deserti.
Pero después de luchar contra grandes figuras como La Tigresa Acuña o La Locomotora Oliveras, el nombre de Carmen “La Guapa” Montiel, dejó de ser escuchado en los cuadriláteros.
¿Qué pasó después?
De un momento a otro, no consiguió más peleas y hasta le llegaron a decir que le iban a quitar su licencia porque no conseguía victorias, y eso fue un golpe duro para Montiel.
La Guapa nunca perdió por KO y tampoco fue reconocida por la federación, siendo que ella fue la segunda en conseguir la licencia profesional. De esta manera, colgó lo guantes y a partir de ese momento comenzó a realizar changas y a dedicarse a la jardinería que fue su espacio de creatividad.
Asimismo, dictaba clases en su casa o en la plaza para que los más chicos y de esa forma, seguía conectada con el boxeo, que era su sueño.
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