El Club Social y Deportivo Alumni, ubicado en González Catán, se fundó en 1968 pero volvió a nacer en septiembre del año pasado. Su presidente, Simón Bastos,desarrolló su historia y cómo lograron que el club vuelva a funcionar.
Por Carolina Ramírez
El Club Social y Deportivo Alumni está ubicado en González Catán a la altura del kilómetro 28 y fue fundado en 1968 por vecinos del entonces barrio “Calderón de La Barca” con la finalidad de crear un lugar para los chicos de la zona. Sin embargo, hace 10 años, según explicó el actual presidente, el club quedó sin actividad social y sin deportes para los chicos.
“La fundación del club tiene 2 etapas, una que data del año 68-69 que ene se tiempo era el barrio Caderón de la barca. Habían formado la sociedad de fomento Martin Güemes y los hijos de los fundadores que jugaban al futbol, la familia Galván, la familia Aranda, y más otros chicos que era de esa época decidieron fundar el club y le pusieron Club Social y Deportivo Alumni”, detalló el actual presidente, Simón Bastos.
El mandatario de la asociación recordó: “Un día por el año 1987, 1988, decidimos fundar el club seriamente tras la inquietud del político de la época, un puntero político de la zona, se apellidaba Díaz”. En esta misma línea, Bastos desarrolló que se reunieron en la casa de Díaz para hablar sobre el futuro del club ya que había unos terrenos que estaban siendo ocupados con basura y que se iban a tomar con el fin de establecer una sede allí.
Sin embargo, a pesar de los años transcurridos, el director sostuvo: “Hacia 1991, 1992, tras la iniciativa de Don Bazán y Carlos Rodríguez, decidimos hacer equipos de chicos. Ellos dos me dicen a mí de ser el delegado de los chicos y de buscar alguna liga de Laferrere, que era de cancha de 11. Nos presentamos y ahí empezó, en realidad, la vida social del club”.
La usurpación
Luego de su participación en la comisión de 1988 y de formar parte de baby futbol en 1991, Bastos tuvo su primera presidencia en el club, la cual duró tres años y que fue seguida por la familia López. El dirigente desarrolló que el club estuvo durante 10 años con alquileres de canchas para subsistir y, en ese momento, aparece una vecina llamada Nancy Ortiz a ofrecer ayuda.
En relación a lo anterior, Bastosexplicó que el predio del club, hacia 2011, fue tomado por mencionada vecina, quien comenzó a involucrarse en él de manera progresiva. “Cuando la mujer tomó el mando de ahí, sistemáticamente fue echando a la gente del barrio, con la ayuda de los hijos, que dos eran policías. Entonces, nos amenazaban y así, sistemáticamente, nos fue limpiando”, aseguró el directivo.
El presidente sostuvo que Ortiz había logrado tener una buena relación con los dueños de los terrenos a donde se encontraba el club, por lo que logró ingresar con mayor facilidad a la directiva de la asociación deportiva. En esta misma línea, Bastos enfatizó: “Ahí es donde ella agarra como dueña y señora el club, ella decidía, ella mandaba en todo”.
En esta misma línea, el director denunció: “El municipio ayudó muchísimo en la época que estuvo esta señora, pero todas esas cosas iban a otro lado, al club absolutamente nada. Ella se quedó 10 años alquilando la cancha, sin ninguna actividad social y las cosas que bajaban ahí de desarrollo social, ella las vendía”. A su vez, destacó: “Los alquileres de la cancha era para beneficio propio, de su familia”.
El mandatario añadió que “la gente ya cansada la aceptaron y se quedó con todo eso”. Además, manifestó que Ortiz desmanteló una de las canchas del predio que, años anteriores, contaba con alambrado y luces puestos por comisiones previas.
El despertar de los vecinos
El dirigente manifestó que los vecinos se encontraban resignados ante la situación. Sin embargo, un hecho puntual hizo que cambien de parecer. “Los dueños le habían firmado unos papeles que tenía que nombrarlos a nombre del club, no a nombre de ella. Ortiz los hizo firmar a nombre de ella y con eso ya está, nos saco a todos, como vio que era fácil, entro a ofrecer terrenos y vendió dos”, declaró Bastos.
Frente a esta condición, según relató el presidente, comienza un hostigamiento de ambas partes, tanto del barrio como de Ortiz y su familia, lo que desencadena en un episodio en el cual se desata un tiroteo y en la cual estaba presente la policía bonaerense. Esta situación fue captada a través de videos por los vecinos y subida a las redes sociales.
“Luego de varias denuncias, el barrio toma posición de la cancha de baby, que era lo único que había, y ahí es cuando, después de 20 años, me van a buscar a mí y yo realmente no quería saber nada, no quería participar. Hasta que veo un video a donde la veo a esta señora la noche de los tiros, todo, casi todos patrulleros de Matanza, estaban ahí a los tiros al rededor de la cancha y la escucho decir ‘no no, ustedes no tiene nada que ver porque esto lo he comprado, esto yo le he pagado, esto es mío’, me agarro una indignación terrible”, detalló Bastos.
El dirigente concluyó que “ahí empezó. Me acerqué al club y estaba exactamente igual a como lo había dejado, una indignación total. Nos reunimos con don José, Oscar López, la gente del barrio que nos conocemos de toda la vida. Obviamente, un par de lágrimas, algunos punteros políticos y ahí empezó todo el camino para ver cómo seguir”.
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