El predio que perteneció a una empresa petrolera venezolana se convertirá en un cuartel para los Bomberos Voluntarios de San Francisco Solano.
Por Rocío Viveros
Lo que antes era una estación de servicio abandonada, perteneciente a la petrolera PDVSA de origen venezolano ubicada en San Francisco Solano, ahora se convertirá en un cuartel de bomberos, lo que beneficiará a los vecinos de Quilmes, dado que allí tenían lugar varios hechos vandálicos y delictivos.
El predio,que se encuentra en la avenida Monteverde, fue cedido por las autoridades del municipio de Quilmes a los Bomberos Voluntarios de la localidad de Solano, por lo que la semana pasada miembros de la institución se acercaron al lugar para comenzar los trabajos pertinentes para su reconstrucción adecuada para sus actividades.
La obra de construcción para el nuevo cuartel comenzará dentro de poco y permitirá que, ante cualquier emergencia, sus servicios alcancen una mayor cobertura, ya que su sede está ubicada en el centro de la localidad, al 4400 de la calle 893.
Las instalaciones de la estación de servicio fueron abandonadas hace, aproximadamente, dos años, hecho que provocó que, en el lugar, no sólo se ocasionen daños en las paredes, puertas y ventanas, sino también distintos hechos delictivos.
Deudas y abandono
La estación de servicio que pertenecía a la empresa estatal de Petróleos de Venezuela (PSVSA), comenzó a funcionar a comienzos del 2005, cuando la compañía inauguró la primera estación de servicio en el país, como parte de un plan mucho más amplio.
La idea de la empresa petrolera era la de instalar en el país alrededor de 600 estaciones de servicio, además de comprar la compañía petrolera local Shell, sin embargo, solo llegó a abrir 65 estaciones, de las cuales, cuatro continúan con la cartelería original, entre ellas la que se encuentra en San Francisco Solano.
Según el medio La Nación, la empresa, que aún existe, adeuda a la AFIP más de 450 millones de pesos y tiene más de 80 juicios que iniciaron en su contra empleados y proveedores, dado que la compañía les debía salarios y pagos atrasados.
“Desde 2018 que teníamos lo salarios atrasados, tres, cuatro meses. Pero a partir de noviembre de 2019 nunca más cobramos.”, afirmó Juan Manuel Lasso, quien era administrador de la estación de servicio abandonada en Solano.
El final de la estación de servicio
Lasso contó: “En enero de 2020, por todas las deudas que la empresa tenía, nos cortaron la luz. A partir de ahí, nos quedamos sin trabajar. No podíamos vender GNC porque los surtidores no funcionaban.”
Sin embargo, la llegada de la pandemia marcó el final de su funcionamiento, el ex administrador explicó que “cuando se cierra todo, desde la empresa nos avisaron que no nos presentemos más a trabajar y nunca más se comunicaron con nosotros”.
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