Número de edición 8481
La Matanza

El maestro de la paleta y la composición: “El Arte es un absurdo necesario”

El maestro de la paleta y la composición: “El Arte es un absurdo necesario”.

El artista matancero que paso a resaltar, tiene un concepto del arte que se asemeja al del artista ruso Vasili Vasílievich Kandinski, en uno de sus libros “Sobre lo Espiritual En el Arte”, que se editó por primera vez en 1911, convirtiéndose en un manifiesto del arte moderno en todas sus dimensiones.

Redacción y dibujo: Gerardo Damián Sanchez

Fotografías: gentileza del Artista

En él se destaca que el arte no tiene que ser una copia de lo que ve el ojo humano, porque de esta manera se estaría realizando arte muerto. El artista tiene que crear lo que ve a través de sus emociones. Entre otras cuestiones, explica como a través de los colores y las formas, se puede comunicar con el espectador todo tipo de vivencias.

Claudio Magri es oriundo de Villa Madero, nació el 27 de diciembre de 1981 y su camino por el arte comenzó desde temprana edad. Al terminar sus estudios primarios en 1995, comenzó en el establecimiento Rogelio Yrurtia, continuó en la Pueyrredón, que en ese momento estaba en transición, concluyendo en el IUNA en donde realiza la Licenciatura en Arte. En los mismos institutos realzó el aprendizaje de los Docentes Mónica Schaikis, Jorge Álvaro y Alfredo Portillos.

Su producción Plástica abarca el dibujo, sigue las corrientes expresionistas y expresionistas abstractas. Asimismo, reconoce que no le interesa copiar lo que ve, ni planificar su trabajo.

Aunque tiene las herramientas gracias a la formación de Bellas Artes, para Magri el trabajo tiene que ser una búsqueda no una copia, esta inquietud lo llevó en el año 2010 a comenzar a trabajar con objetos, por una necesidad de darle otra dimensión, a causa de que le inquietaba que sus trabajos sean muy dimensionales y comienza sus estudios en la tridimensión.

El artista expuso en el Centro Cultural Recoleta, en el Museo Quinquela Martin, Galerías de Arte de Capital Federal, entre otros e ilustró los poemarios del poeta matancero Hernán Núñez.

En la actualidad, trabaja como docente del área plástica en escuelas primarias del Partido en donde realiza hace más de cinco años murales en dichas instituciones, trabajándolos con alumnos y diversos colegas entre los que se hallan Santiago Vilas, Andrés Fuschetto, Mariano Ducray entre otros.

Claudio realza: “La construcción del pensamiento social del artista está errado porque lo tienen como a un sujeto bohemio y vago. La verdad no he visto a nadie trabajar más que a un artista plástico. Acá no es redituable para nada, entonces tiene que tener un trajo para subsistir, otro trabajo es la realización de la obra y un tercer compromiso que es armar su carrera (ubicar su obra, exponer, entre otras acciones por eso el que trabaja las disciplinas artísticas esta con la cabeza 24 horas en eso)”.

Por suerte el pensamiento del artista como un bohemio desentendido de todo se va disolviendo en el común de la gente, resaltando que siempre se lo considero como un oficio y desde el romanticismo Alemán se crea esta idea errónea del Artista.

Para concluir Magri afirma que: “El arte es un absurdo necesario, porque en el contexto que vivimos dentro de la dinámica del sistema, en el orden de prioridades que se enfocan las personas al consumismo social, el que no está en el área lo ve como un absurdo al no entender que uno no lo haga para vender sino como una necesidad, una pulsión de expresarse”.

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