Uno de los sospechosos por el asesinato del colectivero Federico Rivero, Sergio Ariel Armoa, de 39 años, fue condenado a prisión perpetua. El otro sospechoso fue absuelto.
Por LEONARDO VENTOSA
La pena máxima de prisión perpetua por el delito de “homicidio criminis causa” fue para Sergio Ariel Armoa de 39 años, quien además de disparar al colectivero en dos oportunidades amenazó de muerte a la viuda de la víctima, ya que lo reconoció como uno de los asesinos.
Sergio Armoa ya había estado nueve años y medio preso por el delito de robo con arma de fuego. En el crimen de Rivero, se encontraron rastros papilares en el vehículo, los cuales determinaron que algunos de ellos correspondían con el acusado.
El otro sospechoso, Jonathan Alejandro Acosta, de 29 años, fue absuelto por el Tribunal Oral Criminal (TOC) 5 de Morón, integrado por los jueces Marcos Javier Lisa, Julia de la Llana y Gabriel Sotelo, los cuales ordenaron su inmediata libertad.
La esposa de la víctima, tras conocerse el veredicto, exclamó: “Es una vergüenza, Acosta queda libre, estoy amenazada de muerte y les importó un carajo”.
El hecho ocurrió en junio de 2020, en la localidad de Merlo, cuando Rivero y su esposa se trasladaban en su auto, un Renault Sandero Azul, hacia un comercio del barrio La Blanquita, donde se detuvieron a comprar.
Según relató a la policía la esposa de Federico Rivero, ella se bajó del vehículo para comprar una gaseosa, mientras dos asaltantes interceptaron al colectivero en el auto para robarle, él se resistió, intentó bajar del vehículo y ahí un delincuente le disparó.
Si bien la esposa de Rivero trasladó a la víctima hasta el hospital Eva Perón, donde sufrió tres paros cardiacos.La bala ingresó a la altura del hombro derecho afectando sus pulmones y corazón, lo que provocó su fallecimiento.
Fuente de la imagen: Télam.
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