
El titular de la Confederación General Empresaria de la República Argentina (CGERA), Marcelo Fernández, habló sobre la situación que atraviesa la producción y el trabajo. La entidad que preside fue fundada en 2007 y nuclea a más de 40 cámaras empresarias sectoriales de la pequeña y mediana empresa (PyME) a nivel nacional, incluyendo sectores de la industria, la producción, el comercio y los servicios.
Por: Carlos R. Correa
carloscorreaprensa@gmail.com
El dirigente empresarial, que tiene su fábrica asentada en la localidad matancera de La Tablada, confesó que “hace rato que venimos en crisis y según nos prometen, se vienen seis meses aún más duros. Y nosotros (los dueños de Pymes), para parecer optimistas, solemos decir que hoy estamos mejor que mañana. Es preocupante que no se tomen cartas en el asunto sabiendo que hay crisis, que tuvimos una devaluación de un 40 por ciento que las Pymes tuvimos que pagar y donde las grandes empresas vinieron corriendo con las notas de débitos sobre ese nuevo tipo de cambio”.
La feroz devaluación
“Ellos devaluaron e hicieron un negocio bárbaro; nos cobraron un 40 por ciento más y nosotros no se lo pudimos cobrar a nadie. Además, hay que tener en cuenta que nosotros teníamos un valor en cartera con facturas a cobrar con el dólar a 19 o 20 pesos, y en este momento tenemos que pagarles a nuestros proveedores a 28 pesos, con el pago del medio aguinaldo y discusiones salariales en el medio, que son lógicas, pero que también tuvimos que abonar” agregó el ex diputado nacional.
A continuación, el titular de la CGERA fue enfático al manifestar que “la situación es muy preocupante y no se entiende cómo el gobierno nacional no toma el toro por las astas, sabiendo que hay una sociedad que está muy intranquila, incluyendo a muchos de los que lo votaron y hoy se sienten decepcionados”.
Y en ese mismo sentido expresó: “No me olvido que antes de las elecciones de 2015 hubo un largo debate y en ese momento yo, como diputado nacional del Frente para la Victoria, todos saben que acompañé las medidas de gobierno que se instrumentaban y lo mismo hacían diferentes presidentes de cámaras. Pero bueno, dimos paso a esto porque hubo gente que quería un cambio y esto es lo que tenemos…”.
Además Marcelo Fernández señaló que “creo que llegó el momento de alzar la voz y también tengo muy en claro que en el actual gobierno nacional hay segundas líneas que están muy al tanto de nuestra problemática, pero hay algo o algunos en la Casa Rosada (alguna vez me gustaría saber quiénes son) que frenan todo tipo de iniciativas que esos funcionarios de menor rango quieren instrumentar”.
Se impone un cambio en la agenda productiva
Más adelante el dirigente aseveró que “estamos procurando que cambie la agenda productiva y que el vocabulario, la dialéctica de la producción y el trabajo le ganen a lo económico financiero. Porque hoy vas a la puerta de un colegio, a la universidad, a la carnicería, a la verdulería y te hablan de lebac y de letes, del déficit comercial, del tipo de cambio… pero nadie habla de la producción y el trabajo”.
Y en línea con su afirmación consideró que “hoy la agenda económica y financiera le ha ganado a la dialéctica de la producción, por lo tanto, la CGERA junto a la CGT y el movimiento obrero en general, tenemos la responsabilidad de ganar los medios de comunicación para poder instalar nuestra agenda”.
“Hoy gougleas los medios y en la mayoría nos vas a encontrar a nosotros. Ojala la política nos representara mucho más y nosotros como sector privado estaríamos hablando y acompañando. En cambio, hoy desde la oposición nos está faltando un liderazgo claro para poder acompañar y que sea nuestra voz” indicó el representante de las Pymes.
Falta de políticas de estado
En otro momento de la entrevista, el empresario opinó: “En estos momentos nuestra voz somos nosotros mismos. Nosotros tenemos que producir, fabricar y más allá que a uno le guste y participe más o menos de la política, debemos hablar por nosotros. Fíjense que desde mi lugar de presidente de una entidad, de una confederación, conviviendo con empresarios y con distintas cámaras, me cuesta salir a hablar como opositor”.
Y además dijo que “yo trato de hacerle entender a la dirigencia política y al gobierno que la situación es mala y que estamos muy preocupados. Un ejemplo muy simple es que yo fabricaba cierres para cartucheras y canoplas. Producía dos millones de cierres por temporada y este va a ser el tercer año consecutivo que no hago ninguna, por lo tanto dos meses al año no tengo trabajo”.
Además se preguntó: “¿Qué es lo que pasó? Lo que sucedió es que la importación de cartucheras cuesta mucho más barata hecha en China que en la Argentina y los hipermercados y los grandes mayoristas dijeron, ‘para qué le vamos a pagar diez dólares a un fabricante si lo puedo comprar a dos’… Pero me quejo porque soy opositor, pongo palos en la rueda ¿y soy mal tipo si digo estas cosas? ¿Merezco que no me atiendan el teléfono por decir la verdad?”, volvió a interrogarse.
Luego siguió contando su propia experiencia diciendo: “Y eso que gracias a Dios no había muchos que producían ese tipo de mercadería. Pero llegó la importación y entonces el comerciante no vino más, empezó a comprar lo importado o cerró… Por eso de una buena vez por toda, en la Argentina tenemos que tener una política de estado donde se discutan otro tipo de cosas, como la seguridad nacional y otras y no que se discuta cada cuatro años la producción y el trabajo”.
Y finalmente, el titular de cierres Lynsa explicó que “nosotros no invertimos por cuatro años, lo hacemos por veinte o treinta, por eso no nos pueden cambiar las reglas de juego cada tanto. ¿Saben cuánto me cuesta a mí convertirme en importador? Diez minutos, pero qué hago con las cien personas que tengo como empleados, donde la mayoría son del barrio y el propio secretario general de la CGT de La Matanza (Mario Ortiz) salió de mí fábrica…”.
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