La investigación recoge y analiza alrededor de 60 cartas inéditas de ex presos y presas políticas de la Unidad Penitenciaria 1 de la provincia de Córdoba.
La historia de la Argentina se encuentra marcada por acontecimientos terribles y lamentables que significaron un punto de quiebre para la sociedad y cuyo recuerdo persiste hasta la actualidad.
Sin dudas, uno de esos episodios fue la última dictadura cívico-militar que tuvo lugar entre 1976 y 1983 la cual tuvo como consecuencia la desaparición, muerte y tortura de ciudadanos y ciudadanas.
En este contexto y de acuerdo a la información a la que pudo acceder Diario NCO, en los últimos días se presentó un libro que aborda correspondencia carcelaria clandestina de la dictadura.
Características de la obra
En relación a la publicación, el informe consultado señaló: “Filosofía de la incomunicación. Las cartas clandestinas de la Unidad Penitenciaria 1 (Córdoba, 1976-1979) es el título del libro que contiene la investigación realizada”.
Respecto a quienes encabezaron el libro, el escrito mencionó a “la investigadora adjunta del CONICET en el Centro de Literatura Comparada de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional de Cuyo, Paula Simón y el profesor Emérito de la Georgia State University, especialista en literatura argentina, memoria y derechos humanos Fernando Reati”.
“El volumen examina cerca de sesenta cartas clandestinas de ex detenidos y detenidas por razones políticas en esa penitenciaría durante la última dictadura cívico-militar”, explicó y puntualizó el material difundido.
Construcción y contenido
En cuanto al proceso creativo para realizar el libro, el informe difundido expuso: “Más de dos años de trabajo les llevó a los investigadores recolectar y analizar este archivo de correspondencia”.
En sintonía con lo mencionado sobre el archivo de correspondencia, se explicó que “comenzó con las cartas que el mismo Reati y su hermano menor, Eugenio, habían enviado de manera clandestina a sus padres desde la UP 1 de la ciudad de Córdoba entre 1976 y 1978”.
“El sistema de correo clandestino comenzó en 1976 luego de la política de incomunicación absoluta impuesta por el General Luciano Benjamín Menéndez, en ese entonces Comandante del III Cuerpo del Ejército, en las cárceles cordobesas durante más de tres años”, relató el escrito consultado.
Respecto de la política de incomunicación de Menéndez, el informe describió que fue “un experimento único en el país que impedía a los presos mantener todo tipo de comunicación con el exterior incluyendo diarios, revistas, libros, radios y televisores, y, sobre todo, visitas y correspondencia con familiares”.
Relatos en primera persona.
Por otra parte, la investigadora del CONICET, Paula Simón comentó en el material consultado: “Las cartas que recuperamos en el libro fueron escritas desde la UP1 de Córdoba, donde Fernando compartió celda, entre otros, con su hermano menor, Eugenio”.
“Gracias a un complejo sistema ilegal denominado ‘la paloma’, organizado entre los presos políticos y los comunes, Fernando, Eugenio y otros compañeros y compañeras lograron enviar a sus familiares y amigos las cartas en las que contaban detalles del día a día en prisión”, detalló Simón.
Asimismo, la profesional agregó que “en las cartas también relatan las actividades, los castigos, las relaciones con los demás y el cúmulo de emociones y sentimientos que los atravesaban en esos momentos”.
A su vez, la investigadora también contó: “Estos autores y autoras plasmaron denuncias por la violencia sufrida en prisión y por la precariedad de las instalaciones, como también pedidos de información sobre las causas penales, una de sus mayores preocupaciones”.
Investigación previa
En relación a cómo los y las presos/as políticos lograron armar sus cartas, el material consultado indicó que “a pesar del aislamiento, los y las reclusas, con ayuda de detenidos por causas comunes, pudieron enviar y recibir rrespondencia en papel higiénico, envoltorios de cigarrillos y pedazos de tela”.
“Luego de valorar la importancia de las cartas de los hermanos Reati, Fernando propuso que contactáramos a otros ex presos y presas de la UP1 para conseguir más material”, explicó Simón.
Asimismo, la investigadora resaltó: “Poco a poco, y de manera casi ‘arqueológica’, fuimos recuperando cartas que estaban guardadas en los archivos personales de quienes estuvieron con Fernando en ese establecimiento penitenciario”.
Recuperación histórica
En sintonía con las condiciones de las cartas recuperadas, la profesional señaló que “muchas estaban en muy mal estado y tuvimos que transcribirlas para poder leerlas. La materialidad de estas cartas es una de sus características particulares: la mayoría está escrita con letra microscópica”.
“El paso del tiempo ha colmado el papel de manchas y roturas por lo que, en ocasiones, fue sumamente difícil recomponer el texto pero logramos rescatar al menos un centenar de textos provenientes de 17 autores y autoras, que estaban en el Pabellón 14”, puntualizó Simón en el informe difundido.
Al respecto, la investigadora puntualizó: “Algunos autores no han sido identificados porque solicitaron el anonimato, o bien porque son aquellos que agregaron algunas líneas a las cartas de otros compañeros y no establecimos contacto directo con ellos”.
Testimonios e historia
Por otra parte, el material difundido respecto al libro subrayó que “la investigación pone en diálogo esta experiencia de escritura epistolar clandestina con otras similares que han ocurrido en países tales como Chile, Uruguay y España, donde también hubo gobiernos dictatoriales”.
En ese sentido, otro aspecto destacado acerca de la obra fue “La investigación también analiza de manera detallada algunos rasgos recurrentes como la utilización de eufemismos, tachaduras y otras estrategias utilizadas por los y las presas políticas para comunicarse con el exterior”.
“En el libro hemos prestado atención tanto al contenido de las cartas, como a los recursos formales puestos en marcha para relatar lo vivido en la cárcel”, explicó Simón.
Detalles del libro
En línea con lo planteado anteriormente acerca del contenido de las cartas y los recursos utilizados, la científica precisó: “Hemos identificado distintos temas como el desarrollo del sistema de correo denominado “la paloma”; las variadas denuncias contenidas en las cartas y la supervivencia”.
Además, Simón mencionó otros temas tales como “las actividades desarrolladas para combatir el aburrimiento como fiestas y cumpleaños, enseñanza de cursos, coros, teatro, juegos, gimnasia dentro de las celdas, artesanías, escritura de poesía y cuentos; reflexiones íntimas, entre otros”.
Por otro lado, en cuanto a las estrategias discursivas, la especialista comentó que “sobresale una galería de metáforas que desafían los condicionamientos del lenguaje descriptivo, un lenguaje hiperbólico y exagerado”.
“También destacan el recurso del humor, la ironía y el sarcasmo como una forma de escapismo”, agregó y resaltó la investigadora del CONICET en el escrito difundido.
Aportes y conocimiento
Por otra parte, el documento consultado por este medio, también hizo hincapié y remarcó que “al ser clandestinas, estas cartas no estaban sometidas a la censura institucional”.
“Quienes escribían las cartas podían expresar allí informaciones, pensamientos y reflexiones que hubieran sido fuertemente impugnados en las cartas legales”, recordó el escrito difundido.
Por último, el informe sobre el libro concluyó: “Por las características de este archivo, el estudio constituye una novedad en el ámbito de los estudios sobre la memoria reciente argentina ya que recupera una situación muy particular en el sistema carcelario de la dictadura del cual se conoce muy poco”.
Fuentes fotografías: eduvim.com.ar y unidiversidad.com.ar
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